Cultura

Marcos Chicot: 'Quiero que los lectores acaben con ojeras'

Con 'La hermandad', una novela sobre la mente humana, el autor ha despertado el interés de la crítica

GUADALAJARA, JALISCO (29/JUL/2015).- Si Marcos Chicot sorprendió a propios y extraños cuando, con su primera incursión en la creación literaria, consiguió vender más de 200 mil ejemplares, su más reciente novela, “La hermandad” (Duomo Ediciones, 2014), ha conseguido un recibimiento crítico aún mejor gracias a una historia que se aleja del sustrato histórico para enfrentar el presente con una trama que no es precisamente una continuación de su trabajo anterior, sino una exploración de las posibilidades de la mente humana, la ciencia y un secreto ominoso con más de dos siglos de antigüedad.

En un principio, los hechos se relatan de forma alternada entre el pasado remoto (en Cartago) y el presente (en Madrid), pero se desencadenan por acontecimientos análogos a los que une la presencia de un “pentágono invertido”, el símbolo del malvado Khaos, antagonista de Pitágoras en la primera historia (y, con todo, no es una secuela, sino una suerte de “ampliación” que se proyecta en un una novedosa narración no exenta de sorpresas).

En palabras de su autor: “Escribí esta novela de seguido con ‘El asesinato de Pitágoras’, cuando estaba terminando se me iban ocurriendo ideas para la siguiente novela, aunque hay dos cambios esenciales: primero, que mezclo el presente con el pasado (algo que me atraía mucho), pensando en que fuera algo equilibrado y una época no se comiera a la otra; luego, los temas que trato son el cerebro y la mente, cuestiones que me apasionan —soy psicólogo clínico, con 20 años de experiencia— y que deseaba explorar en una novela”.

Por supuesto, “estas historias pueden leerse de forma independiente”, sostiene Chicot, “aunque en el pasado hay personajes que aparecen en la novela anterior; pero está escrito todo con mucho cuidado, de modo que en una no se desvele lo que ocurre en la otra”.

Con todo, hay temas que predominan y, en “La hermandad”, lo que se relaciona con la mente y sus posibilidades en relación con “la manipulación, que es el eje que vertebra la novela y las dos épocas; me interesa mucho, desde sus manifestaciones más ligeras —como las campañas publicitarias o políticas— hasta poder llevarlo al extremo, como en el caso de las sectas o el de los terroristas suicidas, que llegan a vencer uno de los impulsos más fuertes, el de conservación de la vida, por una idea o las palabras de otra persona”.

Este fenómeno, refiere el psicólogo, “me fascina, de alguna manera me entusiasma que sea posible y, por eso, quise expresar en la novela una de sus manifestaciones más absolutas, donde resulta más ilustrativo o más impactante, más memorable y susceptible de despertar una mayor reflexión”.

Nada nuevo bajo el Sol

El puente entre las dos épocas dentro de “La hermandad” permite descubrir —dice el narrador— que “muchas ideas son intemporales, no olvidemos que, genéticamente, nuestras capacidades naturales y tendencias son las mismas hoy que hace dos o 10 mil años, en todo ese tiempo no hemos evolucionado. Así, las ideas de entonces son las mismas que tienen efecto en los hombres actuales; hay diferencias de forma y apariencia, como consecuencia de los cambios culturales, pero la base de las ideas, instintos y pasiones es la misma en la gente del pasado que en la de la actualidad, lo que me permite hacer un paralelismo total entre las historias que se cuentan en distintas eras”.

Asimismo, la tecnología no escapa de tener un papel, destaca el novelista, “porque las ideas pueden ser las mismas, pero la tecnología aumenta su velocidad de difusión, su capacidad de alcance; es una especie de amplificador que, como una lente, aumenta la potencia de las ideas. Hoy día, gracias a la aldea global, esto es casi absoluto, porque esto se transmite de manera inmediata a un gran número de seres humanos. Así, el uso pernicioso de este tipo de cuestiones, se multiplica, a niveles que hasta hace muy poco no existían; algo sobre lo que no hemos reflexionado lo suficiente”.

Dar forma a todo

Si “El asesinato de Pitágoras” abordó el género negro-histórico, la nueva novela de Marcos Chicot es ante todo un "thriller" cuya lectura es trepidante y atractiva; “las historias surgen en un proceso casi ‘mágico’ en el que las ideas surgen en tu cabeza, pero aparte de eso está el hecho de dar forma a todo ello, exige mucho tiempo y esfuerzo para que las ideas germinales terminen convertidas en historias detalladas”.

Para el caso específico “del formato”, enfatiza, “quería darle la vuelta al 'thriller'; si mi primera novela explota la capitulación breve y la alternancia de tramas, en este nuevo libro quise hacer el 'thriller' más intenso que pudiera y, con ello, que el lector no hallara un punto donde deseara abandonar la narración. Quiero que los lectores acaben con ojeras, y trabajé mucho para conseguirlo”.

Entretener y reflexionar

Para Marcos Chicot, el “objetivo primordial” de su novela es claro: “Ser una historia de evasión y entretenimiento, que no exija un esfuerzo al lector; pero también me gusta invitar a la reflexión, introducir elementos de interés, que dejan un pozo tras la lectura”.

En esto, opina, “radica la labor del escritor, al menos de este tipo de novelas; hay que conocer muy bien los temas de los que se habla, para de esa forma elegir los elementos más sencillos y en un número que permita una idea global y suficiente de un cuadro relativo a lo que trata una historia. Lo que se necesita es un escritor que se esfuerce —mucho— para que el lector no deba de hacerlo, para que se faciliten las cosas al destinatario de la novela”.

En su caso particular, psicólogo y economista de formación, “también dediqué un tiempo especial (casi un año) a la documentación de la historia; después, el reto es integrar todo, no sólo tener una narración que entretenga a quien lee sino, además, temas que le interesen y no le demanden en exceso, porque si no es así, el que falla soy yo (y si es algo pesado, no gustará)”.

PERFIL

Letras y premios

Marcos Chicot (Madrid, 1971). Escritor español, licenciado en Psicología Clínica, Laboral y en Economía. Ha sido Finalista del Premio Planeta —con su primera novela “El asesinato de Pitágoras” (2013)—, así como del Premio Max Aub, el Juan Pablo Forner y el Ciudad de Badajoz. También ha ganado el Premio Rotary Internacional de Novela y el Premio de Novela Francisco Umbral. Su más reciente libro es “La hermandad” (2014).

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