Cultura
Gabriela Sotomayor llama a sumarse al cuidado del medio ambiente
Busca que el espectador sea partícipe de la necesidad de sumarse al cuidado de la naturaleza y sus recursos
CIUDAD DE MÉXICO.- La pintora mexicana Gabriela Sotomayor exhibe su propuesta "Del negro al blanco", todo el mes, en el Museo de la Acuarela, como una reflexión e invitación al espectador de sumarse al cuidado de la naturaleza del medio ambiente.
La joven artista mencionó que en medio de la oscuridad de la obra, la humanidad enfrenta lo negativo que nos rodea por distintas circunstancias en un entorno adverso, donde desmedidamente entramos en una lucha entre naciones, acompañada de un desenfrenado crecimiento industrial, sin respeto al medio ambiente.
Apuntó que ello permitirá una severa explotación de los recursos naturales y coloca en riesgo la sustentabilidad del planeta.
Por lo tanto, explicó, dentro de la negrura de su propuesta existe una luz que nos da una esperanza, una posibilidad de cambio. Hay también la espiritualidad del hombre representada por un ojo, como un indicador de reflexión.
Complementan su obra los cubos, ahí manifestados, representan los gritos de la Humanidad, el firme deseo de rescatar lo que se va perdiendo del planeta, o lo que quisieramos cada uno aportar a él.
A manera de que el espectador sea partícipe de la necesidad de sumarse al cuidado de la naturaleza y sus recursos, la autora invita a pintar un cubo en el museo y junto con ella para crear la obra de compromiso con el medio ambiente.
La joven artista mencionó que en medio de la oscuridad de la obra, la humanidad enfrenta lo negativo que nos rodea por distintas circunstancias en un entorno adverso, donde desmedidamente entramos en una lucha entre naciones, acompañada de un desenfrenado crecimiento industrial, sin respeto al medio ambiente.
Apuntó que ello permitirá una severa explotación de los recursos naturales y coloca en riesgo la sustentabilidad del planeta.
Por lo tanto, explicó, dentro de la negrura de su propuesta existe una luz que nos da una esperanza, una posibilidad de cambio. Hay también la espiritualidad del hombre representada por un ojo, como un indicador de reflexión.
Complementan su obra los cubos, ahí manifestados, representan los gritos de la Humanidad, el firme deseo de rescatar lo que se va perdiendo del planeta, o lo que quisieramos cada uno aportar a él.
A manera de que el espectador sea partícipe de la necesidad de sumarse al cuidado de la naturaleza y sus recursos, la autora invita a pintar un cubo en el museo y junto con ella para crear la obra de compromiso con el medio ambiente.