Cultura
El Met asoma 'La Nariz' en el Teatro Diana
Se presentó en vivo la ópera de 'La Nariz', de Dmitri Shostakovich
GUADALAJARA, JALISCO (26/OCT/2013).- Como desde la primera fila del Met de
Nueva York, así vivió el público del
Teatro Diana la presentación en vivo de la
ópera de La Nariz, de Dmitri Shostakovich. Esta pieza con tintes de teatro del absurdo forma parte de las galas que se transmiten en tiempo real a través de un gran equipo de audio y proyectado sobre una pantalla de alta definición para que los tapatíos puedan vivir la experiencia de este recinto icónico ubicado en el Lincoln Center.
Esta historia es una adaptación del cuento homónimo de Nikolai Gogol. En 1930 se estrenó como ópera en el teatro Maly de Leningrado. Ahora, orquestada por el director Valery Gergiev, vuelve a contar la historia de Kovalyov, interpretado por Paulo Szot, quien un buen día amanece sin nariz.
Una buena mañana el barbero de Kovalyov descubre en una hogaza de pan una nariz y espantado decide tirarla al río. Esta tragedia fuera de lo cotidiano desata una persecución por los vagones del tren de San Petersburgo, entre policías y ciudadanos en búsqueda de una nariz que tomó dimensiones humanas y ahora socializa más que quien era su propietario.
Llena de ironía y sinsentido, el montaje se vuelve un espectáculo único y fantástico gracias a la escenografía ideada por William Kentridge y Sabine Theunissen, pues genera atmósferas sórdidas en diminutos cuartos donde habitan los personajes. A ello se añaden proyecciones en stop motion que dan vida a seres de papel que animan cada escena en compañía de los artistas, en su mayoría rusos, que toman el escenario.
Además, la interpretación de Alexander Lewis como La Nariz resulta hilarante al sólo mostrar sus piernas saliendo por las fosas nasales de este órgano olfativo. Sus ademanes exagerados dotaron de identidad al peculiar personaje. Otro de los que destacan es Andrey Popov como el inspector/policía y su ejecución vocal.
Si bien la mayoría de las butacas en el Teatro Diana lucían desocupadas, estas proyecciones atraen al público que desea tener la experiencia de apreciar los montajes que componen la cartelera del Met. La próxima proyección será Tosca este sábado 09 al mediodía.
Esta historia es una adaptación del cuento homónimo de Nikolai Gogol. En 1930 se estrenó como ópera en el teatro Maly de Leningrado. Ahora, orquestada por el director Valery Gergiev, vuelve a contar la historia de Kovalyov, interpretado por Paulo Szot, quien un buen día amanece sin nariz.
Una buena mañana el barbero de Kovalyov descubre en una hogaza de pan una nariz y espantado decide tirarla al río. Esta tragedia fuera de lo cotidiano desata una persecución por los vagones del tren de San Petersburgo, entre policías y ciudadanos en búsqueda de una nariz que tomó dimensiones humanas y ahora socializa más que quien era su propietario.
Llena de ironía y sinsentido, el montaje se vuelve un espectáculo único y fantástico gracias a la escenografía ideada por William Kentridge y Sabine Theunissen, pues genera atmósferas sórdidas en diminutos cuartos donde habitan los personajes. A ello se añaden proyecciones en stop motion que dan vida a seres de papel que animan cada escena en compañía de los artistas, en su mayoría rusos, que toman el escenario.
Además, la interpretación de Alexander Lewis como La Nariz resulta hilarante al sólo mostrar sus piernas saliendo por las fosas nasales de este órgano olfativo. Sus ademanes exagerados dotaron de identidad al peculiar personaje. Otro de los que destacan es Andrey Popov como el inspector/policía y su ejecución vocal.
Si bien la mayoría de las butacas en el Teatro Diana lucían desocupadas, estas proyecciones atraen al público que desea tener la experiencia de apreciar los montajes que componen la cartelera del Met. La próxima proyección será Tosca este sábado 09 al mediodía.