Cultura
Denuncian daños por obras en Bellas Artes
Denuncian que se afectó el espacios de su sala central creada originalmente para ópera
CIUDAD DE MÉXICO (21/FEB/2011).- La remodelación reciente del emblemático Palacio de Bellas Artes en manos inexpertas dañó el espacios de su sala central creada originalmente para ópera, afectó su acústica, se colocaron bocinas para espectáculos impensables en salas similares del mundo, denunció hoy la organización Icomos México.
El Palacio de Bellas Artes, protegido por la Unesco, cuya construcción comenzó en 1902 y se terminó en 1934, es una de las obras más relevantes de la capital mexicana representativa del llamado Art-Nouveau con elementos del "Art-déco".
Durante los últimos tres años, la sala principal fue cerrada para su remodelación y a finales de enero pasado se reabrió al público, aunque los cambios despertaron diversas controversias.
El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) de México envió al director del centro de Patrimonio
Mundial de la Unesco, Francesco Bandarin, un reporte de daños al Palacio de Bellas Artes de México, que es
reconocido como una obra excepcional de Patrimonio cultural.
"Esta edificación, protegida específicamente por las leyes mexicanas y reconocida nacional y universalmente
como icono cultural de nuestro país, forma específicamente parte integrante del valor universal excepcional
registrado por la Unesco como 'El centro Histórico de la Ciudad de México y Xochimilco' en 1987", señala el
Icomos en su reporte.
El organismo integrado por arquitectos, especialistas en mecánica teatral, acústica e isóptica, pidió a la Unesco "ordenar una 'misión reactiva' que constate en sitio, de la manera más objetiva, el grave daño causado al bien patrimonial por una intervención que no respetó los criterios establecidos".
Señaló que los arquitectos "responsables del proyecto de acabados y de la coordinación general no son
restauradores de arquitectura del siglo XX y carecen de experiencia en intervenciones en obras de calidad
histórica y artística".
Asimismo, señalaron como un error la sustitución de su maquinaria original por una nueva, cuando con un mayor mantenimiento se pudo lograr que continuara cumpliendo con sus funciones.
Advirtieron que "la decisión de convertirlo en un recinto para otros usos fue un error de principio, que acarreó el indebido desplazamiento de la mecánica teatral original".
Entre numerosos daños enumeraron la sustitución de la pendiente del piso y su sustitución por escalones.
También indicaron que los materiales utilizados en la remodelación no son compatibles con el lenguaje decorativo del Art Déco.
"En suma, en esta intervención el edificio no se consideró como un testimonio o documento físico de alto valor
histórico, materializado en todos sus componentes, incluidos los elementos del espacio interior de la sala, del
escenario y su equipamiento", detalla el texto.
Finalmente el organismo indicó en el reporte que esta "intervención realizada en el interior del Palacio de Bellas
Artes constituye una violación a los principios de conservación internacionalmente reconocidos".
El Palacio de Bellas Artes, protegido por la Unesco, cuya construcción comenzó en 1902 y se terminó en 1934, es una de las obras más relevantes de la capital mexicana representativa del llamado Art-Nouveau con elementos del "Art-déco".
Durante los últimos tres años, la sala principal fue cerrada para su remodelación y a finales de enero pasado se reabrió al público, aunque los cambios despertaron diversas controversias.
El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) de México envió al director del centro de Patrimonio
Mundial de la Unesco, Francesco Bandarin, un reporte de daños al Palacio de Bellas Artes de México, que es
reconocido como una obra excepcional de Patrimonio cultural.
"Esta edificación, protegida específicamente por las leyes mexicanas y reconocida nacional y universalmente
como icono cultural de nuestro país, forma específicamente parte integrante del valor universal excepcional
registrado por la Unesco como 'El centro Histórico de la Ciudad de México y Xochimilco' en 1987", señala el
Icomos en su reporte.
El organismo integrado por arquitectos, especialistas en mecánica teatral, acústica e isóptica, pidió a la Unesco "ordenar una 'misión reactiva' que constate en sitio, de la manera más objetiva, el grave daño causado al bien patrimonial por una intervención que no respetó los criterios establecidos".
Señaló que los arquitectos "responsables del proyecto de acabados y de la coordinación general no son
restauradores de arquitectura del siglo XX y carecen de experiencia en intervenciones en obras de calidad
histórica y artística".
Asimismo, señalaron como un error la sustitución de su maquinaria original por una nueva, cuando con un mayor mantenimiento se pudo lograr que continuara cumpliendo con sus funciones.
Advirtieron que "la decisión de convertirlo en un recinto para otros usos fue un error de principio, que acarreó el indebido desplazamiento de la mecánica teatral original".
Entre numerosos daños enumeraron la sustitución de la pendiente del piso y su sustitución por escalones.
También indicaron que los materiales utilizados en la remodelación no son compatibles con el lenguaje decorativo del Art Déco.
"En suma, en esta intervención el edificio no se consideró como un testimonio o documento físico de alto valor
histórico, materializado en todos sus componentes, incluidos los elementos del espacio interior de la sala, del
escenario y su equipamiento", detalla el texto.
Finalmente el organismo indicó en el reporte que esta "intervención realizada en el interior del Palacio de Bellas
Artes constituye una violación a los principios de conservación internacionalmente reconocidos".