Cultura

Continúa INAH tratamiento de aguas residuales en zonas arqueológicas

En Teotihuacan trabajan dos sistemas, en las puertas 1 y 2, que captan 85 por ciento de las aguas residuales

CIUDAD DE MÉXICO (13/MAR/2012).- A fin de conservar el patrimonio arqueológico, armonizar con el medio ambiente y dar continuidad al proyecto emprendido en 2010, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) instaló tres nuevas plantas de tratamientos de aguas residuales en las zonas arqueológicas de Dzibilchaltún y Uxmal, en Yucatán, y Cobá, en Quintana Roo.

El coordinador nacional de Obras y Proyectos del INAH, Jesús Enrique Velázquez, señaló que los sistemas de tratamiento de aguas residuales se suman a las que ya operan desde 2010 en Monte Albán (Oaxaca), Chichén Itzá (Yucatán), Tulum (Quintana Roo), Palenque (Chiapas) y Teotihuacan (Estado de México).

Detalló que en Teotihuacan trabajan dos sistemas, en las puertas 1 y 2, que captan 85 por ciento de las aguas residuales que producen las distintas áreas de servicios, oficinas y otras instalaciones.

Velázquez destacó que el diseño de estas plantas de tratamiento fue realizado por jóvenes mexicanos de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

"Tenemos un convenio con el IPN que contempla no sólo el diseño y la fabricación, sino también la instalación, ejecución de la obra y puesta en marcha de las plantas", explicó el especialista.

Dijo que se trata del convenio "Llave en mano", que implica que los expertos del IPN, dirigidos por el especialista Enrico Rico Arzate, se hagan cargo de las instalaciones y la ingeniería de la planta de tratamiento. "Cuando ya se estabiliza en su operación, hacen pruebas, y ya que está funcionando nos entregan las llaves".

El especialista subrayó que la instalación de estos sistemas en las zonas arqueológicas más visitadas, que reciben entre 500 mil y dos millones de visitantes al año, es una forma de "predicar con el ejemplo".

"En el Instituto conservamos y difundimos el patrimonio cultural, pero también nos hacernos cargo del patrimonio natural, ligado a los sitios prehispánicos" expresó.

Abundó que estos sistemas incorporan procesos físicos, químicos y biológicos, los cuales tratan y remueven contaminantes del agua usada en los sanitarios, "el agua reciclada puede volver a usarse en los sanitarios, con el consiguiente ahorro de miles de litros al año, o bien, se utiliza para el riego de las áreas verdes de las zonas".

Destacó que esta política del INAH busca conservar el patrimonio arqueológico, y preservar el medio ambiente. Ejemplo de ello, es la construcción del nuevo Museo Arqueológico de Cancún, en la Zona Arqueológica de San Miguelito.

"Hemos realizado un diseño que no afecta al medio ambiente, de tal manera que vamos a conservar dos especies de plantas endémicas de la región, como la enredadera, conocida como 'cola de ratón' y la palma chi´it (Thrinax radiata)" expuso.

El también arquitecto precisó que el diseño del nuevo recinto es totalmente ecológico, de manera que la construcción está suspendida sobre columnas a varios metros del terreno, tendrá ventilación natural y una planta de tratamiento de aguas residuales.

"Estamos convencidos que en este edificio habrá gran afluencia de visitantes por la zona donde se ubica, pues es un destino de sol y playa, pero también de patrimonio cultural y natural", señaló.

Velázquez agregó que la conservación del entorno natural de las zonas arqueológicas es una política sostenida por la presente administración, motivo por el cual las plantas de tratamiento de aguas se rigen por la norma NOM-003 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Actualmente, la Coordinación Nacional de Obras del INAH trabaja en la instalación de sistemas de reuso de agua en las zonas prehispánicas de Cholula, en Puebla, y El Tajín, en Veracruz, además se desarrollan proyectos integrales para sitios del área maya de difícil acceso, como Calakmul, en Campeche, y Yaxchilán, en Chiapas.

"En estas zonas no escasea el agua, porque están en la selva, pero lo que falta es energía, por lo que estamos trabajando con el IPN en una solución de energías alternativas, como generadores eólicos y solares", comentó Jesús Velázquez.

En Yaxchilán, ubicada a orillas del río Usumacinta "no podemos llevar un sistema como los que hemos instalado, así que se está diseñando una planta que funciona sin aire, de bajo consumo energético; porque la energía que se genere la queremos utilizar para resolver las necesidades de iluminación y otros servicios de los arqueólogos y plantilla de trabajadores".

En el caso de Calakmul, abundó, se reconstruyen los módulos de servicios y de acceso, administración y campamento de los trabajadores; y se incluirá una planta de bajo consumo energético.

"Aquí pensamos instalar un sistema y filtros para la captación de agua de lluvia, así como un sistema de reciclaje de residuos inorgánicos, como envases de pet y vidrio, así como orgánicos para fabricar composta", dijo.

El coordinador nacional de Obras del INAH abundó que también en Palenque "se proyecta rediseñar, en un terreno aledaño que donó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), todo el acceso de vehículos y turistas a la zona arqueológica".

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