Cultura
Circula otra obra falsa de Frida
El experto Salomon Grimberg denuncia la falta de autenticidad en libro sobre Kahlo publicado en EU
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CIUDAD DE MÉXICO.-Quienes publicaron en México el libro El laberinto de Frida Kahlo y luego en Estados Unidos Finding Frida Kahlo-con cartas y dibujos atribuidos a la pintora- “o no saben de pintura o pensaron que podrían engañar a la gente”, dijo en entrevista con KIOSKO Salomon Grimberg, psiquiatra y especialista desde hace más de 40 años en la obra de Kahlo.
Autor de diversos libros acerca de la pintora y coautor del catálogo razonado de la artista -junto con Andrea Kettenmann y Helga Prignitz-Poda y editado en alemán-, Grimberg fue uno de los firmantes de una carta que esta semana llegó a los medios de comunicación y en la cual galeristas, directores de museos, investigadores y artistas denunciaron que la documentación y obras reproducidas en esas publicaciones son falsas.
“Si esta gente fuese seria hubiera buscado a especialistas acerca del material; con todo gusto no lo hicieron. Si estas personas fueran serias sabrían que para publicar cualquier cosa de la mano de Frida hay que ir con el Fideicomiso del Banco de México a pedir permiso ”, dijo vía telefónica desde Estados Unidos.
Los libros contienen fotografías de pinturas, dibujos, hojas de diario, recetas y objetos atribuidos a la artista, que son parte de un acervo de Carlos y Leticia Noyola, comerciantes de antigüedades en San Miguel de Allende, quienes defienden la autenticidad del material.
La primera versión fue editada por el Centro de Estudios de Arte Mexicano, que se encuentra en esa ciudad de Guanajuato. La versión publicada en Estados Unidos está escrita en inglés y español, tiene fotografías de Barbara Levine, textos de Stephen Jaycox y la edición es de Princeton Architectural Press. Son 250 páginas, con 256 ilustraciones que se venden a un precio de 50 dólares.
Denuncia de falsedad
Suscrita también por Mary-Anne Martin, Pedro Diego Alvarado, Teresa del Conde, Hayden Herrera y Mariana Pérez Amor, la carta persigue “que cualquier gente a la cual se le muestre este material tenga por advertencia que los expertos en el tema están de acuerdo con que la obra no es genuina”.
La misiva fue dirigida a la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, a la directora de Bellas Artes, Teresa Vicencio y al director del Fideicomiso de Diego Rivera y Frida Kahlo, Carlos Olmedo.
Grimberg, quien formó parte del comité de curadores de la exposición en homenaje a Frida en el 50 aniversario de su muerte, recalcó que ni la letra ni los dibujos que vio en la publicación son de la artista. “Nada de lo que Frida escribió está relacionado con lo que aparece en ese libro”, manifestó el experto.
Entre los materiales hay cartas e ilustraciones que se supone son intercambios que ella tuvo con Diego Rivera o reflexiones personales. “Es un poco como si a usted, que ha conocido a sus padres toda la vida, alguien le enseña una carta que dice que es de su padre y usted concluye que no tiene nada que ver con su familia. Yo tengo más de 40 años viendo la obra de Frida y puedo decir que esto es grotesco y vulgar”, asegura.
Es común que aparezca obra que no es auténtica, dice el investigador quien a menudo recibe fotografías con la petición de que diga si son o no falsas ciertas piezas. Una situación similar, cuenta Grimberg, viven especialistas como por Mary-Anne Martin, Hayden Herrera y Helga Prignitz-Poda.
En el caso de estos libros, señala que hay una ambigüedad pues “esta gente dice, por un lado, que no está interesada en vender y, por el otro lado, que si aparece un coleccionista particular o un museo de Estados Unidos o de fuera, lo pensarían. O sea que ya están pensando lo que quieren hacer y es vender la colección junta”, denuncia el especialista.
Grimberg recientemente fue buscado por los dueños de los cinco supuestos óleos de la pintora, que en Michoacán dio a conocer José Antonio Castelazo. “Me pidieron que fuera a verlos, les pedí que antes de ir a verlos me mandaran imágenes. Nunca me las mandaron.”
Respecto a las opciones que quedan contra la falsificación, Grimberg dice: “esto ha pasado durante cientos de años, las falsificaciones siempre se han hecho a pesar de todo. Si hay dinero involucrado van a continuar apareciendo. Lo único es que los conocedores digan que no es algo genuino y que los que quieran comprarlo tengan ya esa opinión. Cuando me preguntan a mí yo no digo que algo es falso, lo que les digo es “en mi opinión esta obra no es genuina”. Todos quieren creer que su obra es genuina; cuando se molestan les digo que es mi opinión, que busquen a otras personas”, concluye el especialista.
CIUDAD DE MÉXICO.-Quienes publicaron en México el libro El laberinto de Frida Kahlo y luego en Estados Unidos Finding Frida Kahlo-con cartas y dibujos atribuidos a la pintora- “o no saben de pintura o pensaron que podrían engañar a la gente”, dijo en entrevista con KIOSKO Salomon Grimberg, psiquiatra y especialista desde hace más de 40 años en la obra de Kahlo.
Autor de diversos libros acerca de la pintora y coautor del catálogo razonado de la artista -junto con Andrea Kettenmann y Helga Prignitz-Poda y editado en alemán-, Grimberg fue uno de los firmantes de una carta que esta semana llegó a los medios de comunicación y en la cual galeristas, directores de museos, investigadores y artistas denunciaron que la documentación y obras reproducidas en esas publicaciones son falsas.
“Si esta gente fuese seria hubiera buscado a especialistas acerca del material; con todo gusto no lo hicieron. Si estas personas fueran serias sabrían que para publicar cualquier cosa de la mano de Frida hay que ir con el Fideicomiso del Banco de México a pedir permiso ”, dijo vía telefónica desde Estados Unidos.
Los libros contienen fotografías de pinturas, dibujos, hojas de diario, recetas y objetos atribuidos a la artista, que son parte de un acervo de Carlos y Leticia Noyola, comerciantes de antigüedades en San Miguel de Allende, quienes defienden la autenticidad del material.
La primera versión fue editada por el Centro de Estudios de Arte Mexicano, que se encuentra en esa ciudad de Guanajuato. La versión publicada en Estados Unidos está escrita en inglés y español, tiene fotografías de Barbara Levine, textos de Stephen Jaycox y la edición es de Princeton Architectural Press. Son 250 páginas, con 256 ilustraciones que se venden a un precio de 50 dólares.
Denuncia de falsedad
Suscrita también por Mary-Anne Martin, Pedro Diego Alvarado, Teresa del Conde, Hayden Herrera y Mariana Pérez Amor, la carta persigue “que cualquier gente a la cual se le muestre este material tenga por advertencia que los expertos en el tema están de acuerdo con que la obra no es genuina”.
La misiva fue dirigida a la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, a la directora de Bellas Artes, Teresa Vicencio y al director del Fideicomiso de Diego Rivera y Frida Kahlo, Carlos Olmedo.
Grimberg, quien formó parte del comité de curadores de la exposición en homenaje a Frida en el 50 aniversario de su muerte, recalcó que ni la letra ni los dibujos que vio en la publicación son de la artista. “Nada de lo que Frida escribió está relacionado con lo que aparece en ese libro”, manifestó el experto.
Entre los materiales hay cartas e ilustraciones que se supone son intercambios que ella tuvo con Diego Rivera o reflexiones personales. “Es un poco como si a usted, que ha conocido a sus padres toda la vida, alguien le enseña una carta que dice que es de su padre y usted concluye que no tiene nada que ver con su familia. Yo tengo más de 40 años viendo la obra de Frida y puedo decir que esto es grotesco y vulgar”, asegura.
Es común que aparezca obra que no es auténtica, dice el investigador quien a menudo recibe fotografías con la petición de que diga si son o no falsas ciertas piezas. Una situación similar, cuenta Grimberg, viven especialistas como por Mary-Anne Martin, Hayden Herrera y Helga Prignitz-Poda.
En el caso de estos libros, señala que hay una ambigüedad pues “esta gente dice, por un lado, que no está interesada en vender y, por el otro lado, que si aparece un coleccionista particular o un museo de Estados Unidos o de fuera, lo pensarían. O sea que ya están pensando lo que quieren hacer y es vender la colección junta”, denuncia el especialista.
Grimberg recientemente fue buscado por los dueños de los cinco supuestos óleos de la pintora, que en Michoacán dio a conocer José Antonio Castelazo. “Me pidieron que fuera a verlos, les pedí que antes de ir a verlos me mandaran imágenes. Nunca me las mandaron.”
Respecto a las opciones que quedan contra la falsificación, Grimberg dice: “esto ha pasado durante cientos de años, las falsificaciones siempre se han hecho a pesar de todo. Si hay dinero involucrado van a continuar apareciendo. Lo único es que los conocedores digan que no es algo genuino y que los que quieran comprarlo tengan ya esa opinión. Cuando me preguntan a mí yo no digo que algo es falso, lo que les digo es “en mi opinión esta obra no es genuina”. Todos quieren creer que su obra es genuina; cuando se molestan les digo que es mi opinión, que busquen a otras personas”, concluye el especialista.