Viernes, 26 de Julio 2024
Tecnología | Será necesario reforzar los encuentros internacionales para analizar las fuentes energéticas alternativas

Steinmeier sostiene que energía nuclear no tiene ningún futuro en Alemania

El ministro de asuntos exteriores alemán mencionó su poca fe en la energía nuclear, después de la multitudinaria protesta en Gorleben

Por: EFE

BERLÍN, ALEMANIA.- El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, aseguró hoy que la energía atómica no tiene "ningún futuro" en Alemania, después de las multitudinarias protestas y bloqueos ante la llegada de once contenedores de residuos nucleares al depósito de Gorleben (norte del país).

En un congreso regional del Partido Socialdemócrata (SPD) del estado federado de Brandeburgo, Steinmeier calificó de "importante y correcto" el plan de abandono de la energía nuclear acordado por el anterior Gobierno roji-verde del ex canciller Gerhard Schröder.

Destacó los esfuerzos realizados por Alemania en la búsqueda de fuentes energéticas alternativas y señaló que el suministro diversificado de la energía es cada vez más una cuestión de futuro.

A juicio de Steinmeier, será necesario reforzar los encuentros internacionales para analizar las fuentes energéticas alternativas, no sólo en el marco del Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo (G8), sino también dentro del G20, con Estados como China, la India, México y Brasil.

El Ministerio del Interior de Baja Sajonia informó hoy de que el dispositivo policial desplegado entre el viernes y esta madrugada debido a las protestas antinucleares ha supuesto un coste de 20 millones de euros, al que considera que debe contribuir el resto de estados federados.

Con casi 24 horas de retraso por los incesantes bloqueos de los manifestantes, el convoy con residuos nucleares procedente de la planta de reciclado francesa de La Hague llegó entrada esta madrugada al depósito de Gorleben.

La Policía alemana había despejado poco antes el último tramo de carretera hasta el cementerio nuclear de esa localidad, donde ocho activistas permanecían amarrados a pirámides de hormigón para impedir el paso de los residuos atómicos.

Una vez eliminado el último obstáculo, el convoy de camiones pesados especiales, fuertemente escoltado por unidades policiales, necesitó menos de una hora para cubrir los 20 kilómetros que separan la estación de tren de Dannenberg del depósito de Gorleben.

La acción de los activistas culminó una larga sucesión de bloqueos y sentadas contra el convoy, que partió en tren de la planta francesa el viernes y se vio obstaculizado en todo el trayecto por territorio alemán por masivas protestas e interceptaciones por sorpresa.

El convoy transportaba 17 toneladas de residuos vitrificados y herméticamente cerrados que, junto con los contenedores del tipo TN-85 que los contenían, sumaban un total de cien toneladas.

En el pasado, estos transportes generaron batallas campales entre manifestantes y antidisturbios, pero en los últimos años el movimiento antinuclear había perdido vigor.

La de ahora es la mayor movilización en contra de estos transportes desde 2001.

El propósito de la canciller alemana, la conservadora Angela Merkel, de revisar el plan de cierre de las plantas nucleares acordado por su predecesor, el socialdemócrata Gerhard Schröder, ha revitalizado las protestas.

El anterior Gobierno roji-verde pactó hace ocho años con la industria del sector un abandono paulatino de ese tipo de energía, de modo que la última central nuclear quede desconectada entre 2020 y 2022.

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