Viernes, 26 de Abril 2024
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Monterrey, un poema mitológico

Desde los 13 años, Felipe Montes escribe un poema largo sobre su ciudad

Por: EL INFORMADOR

Novedad. Montes presenta 'Barrio de Catedral', un libro que habla sobre un mismo lugar en diferente tiempo. ESPECIAL / acpentadrama.blogspot.mx

Novedad. Montes presenta 'Barrio de Catedral', un libro que habla sobre un mismo lugar en diferente tiempo. ESPECIAL / acpentadrama.blogspot.mx

GUADALAJARA, JALISCO (14/AGO/2016).- Un mismo lugar en cinco épocas diferentes. Desde la fundación de la ciudad hasta un futuro incierto donde ángeles y demonios cohabitan con los seres humanos. Es el “Barrio de Catedral” (Tusquets) de Monterrey bajo la pluma de Felipe Montes, quien desde que tiene 13 años de edad escribe una obra larga sobre su ciudad a manera de poema, porque para él la Sultana del Norte es un poema, nos platica el autor en entrevista con EL INFORMADOR.

-¿Por qué decides en “Barrio de Catedral” mezclar la poesía con el relato, la historia y la fantasía?

-Los cinco capítulos de Barrio son fragmentos, esto lo hago porque tengo la certeza de que la narración no es más que una figura literaria, en mi tesis doctoral la narración es una figura literaria equiparable a la metáfora o a la sinestesia, gracias a la cual las obras se prolongan, cuando uno no utiliza la narración las obras suelen quedar más cortas. También porque cuando un literato se centra en una sola figura literaria la hace es monótona.

-¿Qué lugar tiene “Barrio de Catedral” dentro de ese gran poema que haces de Monterrey?

-Ya he publicado varios libros, la diferencia es que los libros anteriores tenían cada uno un solo lugar dentro de este poema largo. ‘Yerbabuena’ ocurrió en 1963, ‘El Evangelio del Niño Fidencio’, de 1926 a 1938, y así. En ‘Barrio de Catedral’ como son cinco capítulos, cada uno va en un lugar distinto de esta obra larga. Lo que amarré fue el lugar y liberé el tiempo. El primer capítulo habla de la fundación de Monterrey (1596), el segundo la primera invasión (1610), el tercero se desarrolla a principios del siglo XX, basado en ‘La obra de un tío’ (1930), el cuarto es sobre la balacera del ‘Café Iguana’ (2010) y el quinto  en un futuro incierto (fecha por determinar).

-¿Por qué decides hablar también sobre ángeles y demonios?

-Los reportes de apariciones de fantasmas, demonios y ángeles han sido muy frecuentes aquí en Monterrey. Por ejemplo, entre el Cerro de la Silla y el Cañón del Huajuco, hay constantes reportes de la aparición de hombres alados, yo les llamo ángeles, debo aclarar que en mis obras no se tienen connotaciones morales ni religiosas, se trata de seres biológicos, como tú y yo, que son parte de la fauna porque la gente los ha visto y conoce brujas, y dice que flotan encima de lagunas y ríos, pasa en la mitología local y yo la exploto en mi trabajo, que es como el de “Homero”, de recolectar aquellas historias que encuentro.

-El libro termina de una manera muy futurista

-La forma en que utilicé la sintaxis y palabras del capítulo cinco es como me gusta, cada vez que lo leo en voz alta quedo muy satisfecho y pienso que es lo que quería hacer desde niño, la libertad de meter ángeles, demonios, faro del comercio, Macro Plaza y poner las palabras como yo quiero.

-¿Crees que tu obra te acerca a ser el cronista de Monterrey?

-El término cronista se vincula mucho con lo histórico, el oficial de Monterrey es don Israel Cavazos, él se apega a la documentación histórica, mi trabajo es aprovechar lo que él y otros investigadores hacen. Prefiero considerarme el poeta o el rapsoda.

-Al ser Monterrey el eje principal de toda tu obra, ¿cuál es el inicio, por dónde deberían empezar los lectores?

-Con ‘Barrio de Catedral’, como tiene esas cinco partes, cada parte tiene su propio tono, su música, personajes, me gustaría que empezaran con ‘Barrio de Catedral’ porque es un mapa preciso para ubicar el resto de mis libros, además van a ver de manera actualizada por dónde andan mis concepciones estéticas y ambiciones literarias, qué palabras prefiero y cuáles no uso, cuáles asuntos humanos. Mi obra empieza con el origen cósmico de estos valles y montañas, y continúa con el origen de la vida.

-¿Qué sigue después de “Barrio de Catedral”?

-Estoy reescribiendo ‘El Enrabiado’, es una novela que salió en 2003, y que ahora que la leo me da vergüenza, lo estoy haciendo como debe ser, con toda su violencia y colorido escarlata. También escribo ‘El Fortín del Diablo’, en que modificó de manera mitológica La Batalla de Monterrey. Y hago una prolongación de ese capítulo 5 de ‘Barrio de Catedral’, en donde extiendo y aclaro el asunto de la presencia de ángeles y demonios.

-¿Cuáles palabras no te gusta usar?

-No me gustan las palabras metalenguajes como ‘dijo’, ‘preguntó’, ‘contestó’, no uso palabras que llamo administrativas como ‘compra’, ‘venta’, ‘leyes’, ‘derecho’, ‘abogado’, ‘crisis’, ‘economía’ y palabras de esas características. He aplicado esa manía con palabras específicas, por ejemplo, estoy eliminando el ‘pero’, en cambio otras preposiciones sí me encantan y las pongo como ‘entre’ o ‘contra’, con eso la obra se hace diferente, con eso tiene para ese desafío y lleva la obra a lugares diferentes.

-Mencionas que te sientes más satisfecho ahora como escritor y que incluso por eso vas a reescribir una de tus obras, ¿cómo has evolucionado?

-Cada vez me tomo más libertades. Mientras más me hago parecido a mí, más extiendo mi aliento poético, más libertades me doy, averiguo y aplico en torno a las figuras literarias, y más cómodo en siento en mi propio lenguaje, el escribir ‘Barrio de Catedral’ fue un hito dentro de mi escritura, me siento más en mi casa, como cuando uno está en su casa recién construida y faltan los muebles, creo que la obra negra ya está hecha pero estoy con los detalles, esos detalles tan divertidos y felices para mí son los que me tienen enfrascado en discusiones conmigo mismo y mis libros, hasta llegar a la frase, a la palabra, a la longitud, a la musicalidad, que resuene en mis oídos, hacer la obra a mi imagen y semejanza.

EL INFORMADOR / ILSE MARTÍNEZ

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