Lunes, 21 de Octubre 2024
Suplementos | Annaé Castañeda, descubre los deseos urbanos

El personaje: una antropóloga que ve hacia el alma de la gente

Annaé, Ana Elia Castañeda Godinez, pudiera ser una chica treintona como cualquier otra

Por: EL INFORMADOR

Annaé, Ana Elia Castañeda Godinez, pudiera ser una chica treintona como cualquier otra. Tiene un marido ejemplar, tres bebés, una camioneta para ir y venir de un lado al otro, y sus días son así: llenos de ocupaciones. Pero Annaé está por marcar la diferencia en Guadalajara, ella ha concebido, diseñado y aplicado una campaña social que a todos pregunta ¿cuál es tu deseo? (mediante entrevistas y encuestas profesionalmente sistematizadas). Entonces chicos, grandes, adinerados, no adinerados, mujeres y hombres lo piensan. La mayoría de ellos terminan conmovidos porque saber realmente lo que uno quiere no es una cuestión fácil, las más de las veces requiere de cierta introspección y reflexión que lleva a recuerdos, vivencias pasadas y situaciones que nos han marcado o nos marcan el día con día. Y el por qué de meterse en un periplo tan complicado, demandante y laborioso como Deseos urbanos -nombre de la campaña- es algo que ella tiene muy claro: un mundo mejor para todos, sus hijos, su familia, su comunidad... ¡todos!

¿Qué es Deseos urbanos?
Es un proyecto basado en una investigación de códigos culturales, o sea, todas las personas tenemos un código para todas las cosas: ¿Cómo aprendes tu a través de la vida? ¿cómo aprendiste que lo caliente quema? Pues lo aprendiste por una impronta, una impronta es una experiencia en donde mezclas un sentimiento, o sea, te decían de chiquito ‘esto está caliente’, y tu no sabías qué era caliente y que no lo tenías que tocar, en el momento en que tocaste y te quemó, y te dijeron ‘quema, ayyy, quema’, entonces relacionas la palabra con la experiencia y ya no se te olvida lo que se siente. Así aprendemos todos los seres humanos de las experiencias de la vida en general.
Así, hay códigos culturales para la política, para el sexo, la emoción, la vida, la niñez, la paternidad, la responsabilidad, todas las cosas tienen un código cultural y una impronta. Por tanto, esta es una propuesta para descubrir los códigos culturales del corazón de las personas.
Yo, como antropóloga social, creo firmemente que si las personas estamos satisfechas en nuestras necesidades básicas o primarias -no en lo que necesitamos del día a día como comida, casa y vestido, esas son cosas que debemos de tener-, pero si además de eso estás contento, eres feliz con lo que tienes, con lo que haces, eres una mejor persona y lo que hagas va a impactar a la sociedad de una manera diferente. Y si tu impactas a la sociedad de una forma diferente, y otro ciudadano también, y otros ciudadanos también, obviamente la reacción de la comunidad va a ser distinta y va a mejorar, es una reacción en cadena.
Si todos estamos satisfechos, llegas de buenas a donde vas y ayudas a los demás, esas otras personas van ayudar a otros. Simplemente con el estado de animo vas a contagiar a los demás, pero si tu tienes algo que quieres y no lo has podido lograr... a veces ya ni cuenta te das.

Muchas veces es difícil saber lo que se quiere realmente.
¡Es difícil! Ya no nos detenemos a pensar qué queremos, yo te aseguro que no todos los días te despiertas pensando qué quiero, no hacemos eso, nos preocupamos por qué tenemos que hacer en el trabajo, qué responsabilidades tenemos que cumplir, digo, en mi caso como mamá, empiezo a pensar en los niños o el esposo, o incluso -a partir de que murió mi papá- pienso todos los días en mi mamá y me preocupo por ella, y la última persona en la que piensas es en tí y si tu no estás bien, ni tus hijos ni tu mamá ni tu esposo ni nadie de los que te rodean van a estar bien, y es algo tan simple, no es descubrir el hilo negro, todo el mundo lo sabe pero nadie lo hacemos.

Exacto, todos lo sabemos pero nadie hace nada...
Esto me empezó a hacer sentido a partir de que tomé un curso de Antropología social y vi el comportamiento de las personas. Entendí muchos aspectos del comportamiento desde mi punto de vista como mercadóloga. Después me embaracé, nace mi primer hijo y dije: ‘Híjole, ya ni siquiera nos saludamos en la calle” cuando yo crecí en un pueblo, en Autlán, y para mí ir al pueblo era la onda porque sales a la calle y todos te saludan; aquí, bueno, si estás en tu área, en tu colonia, o en tu lugar donde trabajas, pero si estás en un lugar donde nunca transitas ¿quién te saluda, quién te sonríe? Nadie. Es muy poco amigable el trato ya y todos nos estamos cuidando y estamos a la defensiva, y eso que tenemos una ciudad maravillosa, no estamos hablando del D.F. y yo decía ¿qué puedo hacer desde mi ubicación como habitante de la ciudad? ¿cómo le hago para contribuir a que las cosas cambien? Entonces empecé a pensar cómo proponerlo desde mi punto de vista, digo, soy diseñadora y estudié mercadotecnia.
Pues se me ocurrió, partiendo de eso, comenzar a platicar con una persona en el aspecto común, primero verlo donde estaba transcurriendo y después abordarlo, y comenzar a platicarle sobre cosas de la vida, llevarlo poco a poco hasta su interior, haciéndole preguntas de cuando era niño, los transportas a ese momento para que vayan pensando en sí mismos, sin pensar en la familia ni en nadie, ‘¿qué es lo que necesitas para estar bien, te acuerdas cuál ha sido el momento más feliz de tu vida, platícamelo, cuál momento triste has tenido?’ Muchos lloran, muchos se enojan, te dicen que no te lo pueden platicar, pero los vas llevando y llega un momento en el que preguntas cuál es su deseo más profundo y te imaginas que van a salir cosas diferentes.
La mayoría dice ‘quiero dinero, quiero un coche, quiero una casa’, pero cuando los vas profundizando y los vas interiorizando y llevando a través de las preguntas, y los vas haciendo recordar, cambian. Hay una chava que dijo ‘Ni siquiera sabía que quería eso, lo dije sin pensar’, porque los vas llevando hasta que descubren ese punto que tenían perdido. Hubo un señor que me impresionó muchísimo, es una persona que tiene todas las posibilidades, yo nunca imaginé que hubiera tenido un deseo sin cumplir y cuando estaba platicando con él, se le comenzaron a salir las lágrimas, y cuando le pregunté cuál era su deseo, me imaginé que iba a decir algo realmente fuerte, algo como de su familia, y me dijo que su deseo más grande era tener un barco para armar. Entonces dije ‘¿por qué llora si un barco para armar no es para llorar, cierto?’, y me dijo: ‘Estoy llorando porque nadie me había preguntado qué quería nunca, es la primera vez que me pongo a pensar en lo que quiero’. Pero si usted tiene todo lo que quiere, insistí. ‘Parece que tengo todo lo que quiero, pero la vida te va llevando, tuve éxito, fui feliz, me casé con la mujer que quise, tuve unos hijos maravillosos, me siento orgulloso de ellos, tengo nietos y creo que soy feliz, viví lo que tenía que haber vivido, claro, dejé de hacer cosas porque había responsabilidades, tenía que cumplir con el trabajo, pero nunca tuve un barco para armar ni el tiempo para comprarlo y sentarme a armarlo’. Yo me quedé fría, y ahora es mi mejor promotor del proyecto, ahora tengo que preguntarle si ya armó su barco (sonríe).
Otro muy fuerte me sucedió en la Unidad Administrativa de las Águilas, en el camión me tocó un artista urbano padrísimo, era una persona que no tenía una pierna, traía muletas y estaba pintado de payaso. Le dije que si me ayudaba y me dijo que sí, ahí sentados en el camión. Cuando llegamos a su deseo más profundo también me impresionó porque alguien con tantas carencias te va a pedir una casa, un coche, un viaje, pero él quería casarse por la Iglesia: Tiene 30 años viviendo con la persona con la que vive y hace dos años la convenció de casarse por el civil porque la mujer decía que no, que siempre que se casaban los hombres las dejan, y ahora él se quiere casar por la Iglesia pero quiere flores, música, el vestido blanco. Y le dije ‘ah, ¿y la fiesta después?’, ‘No -me respondió- no quiero fiesta, la fiesta es llevar a los hijos para que vean que su madre y yo estamos casados por la Iglesia, que también Dios es testigo de que nos queremos’. Y estaba feliz nada más por habernos dicho lo que quería.
La gente no sabe que probablemente se les realice un deseo, porque la tirada es que si convenzo a las personas que tengo que convencer, trataremos de realizar deseos sin convertirnos en hadas madrinas. Es más bien devolverle la esperanza a la gente, decirle: las cosas pueden pasar, pero claro que depende de tí y no nada más de que alguien aparezca y te lo haga realidad. Y la mayoría de los deseos se pueden realizar a través de los valores que ya no tenemos, entonces el cierre de deseos, lo último que hay después de mostrar los deseos de los ciudadanos, es una exposición en donde se ponen los valores que tanto nos faltan. Porque por ejemplo, si yo quiero que mis hijas sean exitosas y que tengan todo en la vida, bueno, es un deseo muy genuino porque soy madre, pero en mí está que eso ocurra ¿no? Y ¿cómo lo logro? Pues con determinación, coraje, amor, sabiduría, paciencia, conocimientos, relaciones para irlas guiando. Yo sí creo que los valores son la parte más fuerte que nos hace llegar a un deseo concreto.

¿Cómo es que te animas a producir y aterrizar todo esto?
He tenido una vida padrísima, tengo una familia con la que he sido feliz, pero a pesar de haber tenido pérdidas fuertes, tuve una familia super linda. Tuve la oportunidad de crecer con mi abuela, me divertí muchísimo a su lado, con mis papás viví el lado estricto que les agradezco. A mi papá lo sufrí los últimos años porque fue muy difícil cuando estuvo tan grave y murió, pero eso es también un regalo que te da la vida: el hecho de dejarte sufrir y vivirlo con ellos tan cerca, te crece, te fortalece y te hace decir cosas que nunca pensaste que podías decir. Entonces me siento tranquila y contenta por todo lo que la vida me ha dado, estoy tan contenta que creo que debo de hacer algo para agradecer y agradecerle a la gente porque es quien te lleva a donde estás.
Todo eso me hizo conseguir el coraje para sacar adelante el proyecto y busqué apoyo que he encontrado en el Municipio de Zapopan, como no lo he encontrado en el ITESO -hice entrevistas en el puente que está sobre el Periférico y no me dejaron-, en cambio, afuera de un banco en el que pensé que me iban a correr por motivos de seguridad dijeron que qué padre proyecto, nos ofrecieron sus baños, y gúau, muchas veces la sorpresa es que lo que esperas de una persona lo obtienes de otra y lo que crees que va a pasar en un lugar, no pasa. Pero estoy convencida que saber qué quieres y cumplirlo, te hace una mejor persona, y creo que tenemos que empezar por ahí y esto es una muestra de los deseos de la ciudad. La segmentamos con los índices del INEGI y a través de una encuestadora a nivel nacional que está orgullosamente en Guadalajara que nos dijo cuál sería la muestra idónea de los habitantes en la ciudad. Entonces no es nada más levantar las imágenes en fotografía y en video (300 imágenes documentadas de una encuesta total de mil 580), sino mil 580 deseos que ya sabemos cuáles son; mil 580 ciudadanos a los que les hemos preguntado con este tratamiento con el que los hemos llevado a interiorizar para saber expresar cuál es su deseo más profundo; y de esas mil 580, 300 se documentaron en video y en foto. Ahora, de esas 300 vamos a seleccionar 100 de acuerdo a una muestra estadística confiable. Ellos (los de la encuestadora) me dicen si me toca en Valle Real, el segmento A, B y C+ y te ponen hombres o mujeres con una tabla que viene de 14 a 20 años, de 21 a 27, de 28 a 34, de 35 a 42 y así, entonces me marcan: una mujer de 35 años en Valle Real de la clase social C+ y luego dos hombres de 14 a 20 de la clase A, B, y los tienes que ir a buscar. Tenemos unas palms con un sistema en el que viene la encuesta, primero los ubicas en segmentos socioeconómicos y la misma detecta el rango, me bota el rango socioeconómico y bueno, después viene la selección donde nos dicen ‘Estos 100 representan a la ciudadanía en general en toda la zona conurbada’ porque está incluyendo todos los segmentos socioeconómicos, edades y los dos géneros. Es padre porque es totalmente incluyente y muestra todos los aspectos: viejos, jóvenes, adultos contemporáneos y todas las clases sociales. Y te das cuenta de que muchos de los deseos son iguales.

¿Has encontrado elementos comunes, coincidencias?
Muchísimos, muchos más de los que nos imaginamos, es verdaderamente sorprendente. La idea al final es presentarlo en una exposición donde se verán los mil 580 resultados, se podrán consultar las encuestas, vas a saber cómo se hizo el cruce de la información, todas las fotografías y el making of (el video de toda la producción del proyecto, incluso cuando salen a corrernos está filmado). Eso te permite sensibilizarte con tu comunidad de una manera impresionante, estoy segura que quien vea la exposición va a recorrer la ciudad con otra cara y la va a sentir cercana. Se va a convertir también en un itinerario, verás personas que conoces en los espectaculares, entonces pensamos también hacer un mapa donde diga en dónde están ubicados los espectaculares, las vayas y los parabuses para que todos conozcamos los 100 deseos que representan a la ciudad.
Y ¿cómo sirve? Pues además de servir como plataforma de expresión para la comunidad, también sirve en el caso de los gobiernos para generar nuevas políticas públicas si sabes lo que la gente quiere de corazón, sabes en dónde puedes poner el dedo, en dónde aplicar los recursos, igual una comunidad quiere seguridad y hemos estado interpretándolo como seguridad pública, y a lo mejor es seguridad emocional lo que necesitan... a lo mejor no hay un centro de salud donde los ayuden emocionalmente con sus cosas. La mayoría de la gente pide unión familiar, comunicación, entendimiento, y cuando les preguntas como persona qué necesitan, es impresionante: dicen ‘tiempo y conocerme’, se dan cuenta que no se conocen. Estabilidad emocional, es más importante para los ciudadanos ser estables económicamente, saber quiénes son, que tener dinero.

Es como ponerle un espejo a la gente, y más fuerte aún, a la sociedad. ¿Qué sigue, cómo se va a traducir esto?
La idea es implicar a la gente para que actúe. Hay un proyecto que sigue, pero no sé si lo voy a dejar para que lo corra alguien más porque como mamá, me roba mucha atención. La manera creativa para llevarlo a cabo me llevó tiempo, desde aterrizarlo en un papel y darle una forma específica, no es fácil, y mis hijas ya me dicen que quieren tiempo.

Este granito de arena ¿podría convertirse en bola de nieve Annaé?
Eso sería padrísimo. Una chava que entrevisté en Providencia me dijo que quería ayudarnos. ‘Díme cómo, qué hago’, me ha hablado diario y es alguien que tiene todo, que no le ha faltado nada pero es su manera de contribuir. Si la gente se prende así, cambiaríamos como comunidad muchísimo, yo sí creo que seríamos un ejemplo de ciudad, y si lo logramos aquí, puede ser algo que se repita y se repita  a nivel nacional.



Destacado: “Es una toma de consciencia diferente, porque a lo mejor, como gobierno, el hecho de saber los códigos culturales de las personas es un riesgo que corres a enfrentarte a lo que no te quieres enfrentar, pero el día de mañana te va a dar una plataforma más sólida”.

“Es impresionante lo que cambia y lo que impacta, es como tirar una piedrita al agua, y lo que tu crees que no molesta ni perturba a nadie en tus actitudes y en tus ejemplos o actividades, va a repercutir de otra manera a otra persona”.


Recuadro:
Los deseos tapatíos

“Hay miles de deseos padrísimos, hay otros vanos porque también hay gente vana, pero bueno, así es la comunidad. Una chava que entrevisté pidió libertad de pensamiento porque nació dentro de una familia que tiene cierta religión y ella no quiere estar triste porque no es lo que sus papás quieren ‘Que mis papás no estuvieran tristes por lo que yo creo, que me dejen creer en lo que yo quiero creer’, es una chava de 17 años... y se da cuenta de qué quiere”.

• La campaña Deseos urbanos empezará a ser vista en espectaculares, vayas y parabuses muy pronto.

Tapatío

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones