Viernes, 19 de Abril 2024
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Jalisco

Sin regulación, crece venta de los vapeadores

La Cofepris emitió una alerta máxima por los riesgos a la salud que representa el uso de estos aparatos, pero la Comisión Nacional contra las Adicciones señaló que el estudio “carece de evidencia sólida” 

El Informador

Las tiendas de vapeadores, cigarros electrónicos o calentadores de tabaco continúan en crecimiento en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).

Carlos Gutiérrez, dueño de uno de estos negocios, de los cuales conoce una decena, dice que no tuvo problemas para instalarse en el Poniente de la ciudad.

Sin embargo, tras una revisión en internet se identificaron otros 18 comercios de este tipo.

A estos se suman los que ofrecen los dispositivos en línea. Algunos manejan precios desde los 64 hasta los mil 590 pesos.

La semana pasada, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una alerta máxima por los riesgos a la salud que representa el uso de estos aparatos.

Pero la Comisión Nacional contra las Adicciones señaló que comunidades científicas internacionales se han manifestado en contra de ese estudio, pues “carece de evidencia sólida” y “existe un claro conflicto de interés”.

Algunos jóvenes fumadores prefieren utilizar el vapeador debido a la falta de restricciones de uso en lugares cerrados. EL INFORMADOR/A. Camacho

“Preferí vapear que fumarme una cajetilla de cigarros al día”

Eduardo López comenzó a usar los vapeadores hace aproximadamente seis años, “cuando todavía aquí ni sabían que existían. Cuando eran los que todo mundo conocía como plumitas. Los dejé de utilizar un tiempo y los comencé a utilizar hace alrededor de cuatro años”.

El primer vapeador lo compró en California, Estados Unidos. Hace alrededor de cuatro o cinco años los empezó a comprar en Guadalajara, cuando se instalaron las primeras tiendas. “Cuando se abrió más el mercado y comenzaron a manejar equipos con mayor variedad, más accesibles para todo mundo, porque empezaron a sacar muchas marcas”.

Comenta que los buscó para dejar de fumar cigarrillos convencionales, ya que fumaba una cajetilla o poco más de una al día.

“Llegó el punto en que preferí vapear a fumar una cajetilla de cigarros al día por el olor, por mala condición, porque pierdes el sentido tanto del olfato como del sabor, en muchas cosas. De hecho, cuando empecé a vapear era con cero por ciento de nicotina, era sólo la sensación del humo que se convirtió en vapor”.

Con el vapeo, puntualiza, vuelve el sentido del olfato, del gusto. “Muy cañón, pero por mucho te vuelve otra vez y no lo reduces con el vapeador”.

Agrega que normalmente contienen dos o tres compuestos máximo. “Eso de la alerta sanitaria que salió de que traen algo de vitamina E, no es cierto, los vapeadores no traen ese líquido”.

López señala que las autoridades no tienen fundamento para bloquearlos. “No tienen argumentos, no tienen nada”.

En cuestión médica, insiste, de toda la gente que conoce que vapea, “no me he enterado de nadie que haya tenido algún problema médico, en pulmones, o de cáncer o algún problema fuerte generado por el vapeador”.

Considera que por la falta de regulación se les está yendo mucho dinero al Gobierno. “Lo que no se ha legislado es la parte tributaria para traerlos legalmente”.

TESTIMONIO 

“Por salud, ya quiero dejar de fumar”

“Empecé a utilizar los cigarros electrónicos hace alrededor de dos años. En un principio seguía fumando tabaco, pero cuando decidí dejarlo por completo, agarré el cigarro electrónico, el que trae cero por ciento de nicotina”, destaca Karla Vázquez.

Acentúa que usa estos dispositivos porque le quitan la ansiedad o las ganas de encender un cigarro convencional. “Tampoco fumo en exageración, sólo cuando tengo ansiedad”.

Karla comenzó a fumar a los 15 años y a los 22 años lo dejó porque tuvo un hijo. “Dejé de fumar de los 22 años hasta los 26 años. De los 26 a los 34 años estuve fumando otra vez”.

Regularmente los consume durante los fines de semana. “Cuando ando con amigos y en las fiestas es cuando más los uso. No me considero que haya sido una fumadora con problemas, porque no fumaba a diario. Más bien soy fumadora social”.

El cigarro electrónico que utiliza es de mil fumadas y cuesta 250 pesos. Le dura entre dos y tres meses.

Reconoce que estos aparatos electrónicos se pusieron de moda. “Ya todo el mundo comenzaba a traer esos dispositivos en lugar de un cigarro. Son más cómodos, porque te dejan fumar en todas las áreas. Si quieres prender un cigarro de tabaco, tienes que irte al área de fumadores”.

Karla comenta que tiene planes para ya no utilizarlos. “Ya no quiero depender de un vicio de esos. Estoy comenzando poco a poco. El fin de semana antepasado no lo agarré para nada. Este fin de semana tampoco. Estoy tratando de dejar el cigarro electrónico”. 


Algunos fumadores prefieren el “vaper” ante la creencia de que recuperan los sentidos del olfato y el gusto, que se pierden por el hábito de fumar tabaco. EL INFORMADOR/Archivo

¿Por qué son peligrosos los vaper?

  1. La American Cancer Society informa que el líquido en la mayoría de los cigarrillos electrónicos contiene nicotina, la misma sustancia adictiva que se encuentra en los cigarrillos convencionales.
  2. La FDA refiere que los sistemas electrónicos de suministro de nicotina utilizan un “e-líquido” que por lo regular contiene nicotina derivada del tabaco, así como saborizantes, propilenglicol, glicerina vegetal y otros ingredientes.
  3. El propilenglicol y/o glicerina vegetal son sustancias utilizadas para producir niebla escénica; se ha descubierto que aumenta la irritación pulmonar y de las vías respiratorias después de la exposición concentrada.
  4. La Cofepris afirma que se ha encontrado que en el vapeo frecuente se inhala una sustancia tóxica llamada acetato de vitamina E que puede ocasionar enfermedades respiratorias agudas e incluso la muerte.

CLAVES

Emiten alerta sanitaria 

Riesgo. Por los riesgos a la salud que representan los productos comúnmente denominados como vapeadores, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) declaró la semana pasada alerta sanitaria máxima.

Control. En conjunto con la Secretaría de Gobernación (Segob) anunció que se diseñó una estrategia para prevenir riesgos y fortalecer acciones de control sanitario a estos productos.

Fumar. “Los cigarros electrónicos (E-cig o vaporizadores) y los productos de tabaco calentado son promovidos como una alternativa para dejar de fumar; sin embargo, su eficacia no ha sido comprobada”.

Cofepris. En cambio, se agrega en el comunicado de la Cofepris, sus derivados de compuestos carcinógenos, sustancias tóxicas y emisiones en forma de aerosol representan un grave riesgo para quienes los consumen.

Dañino. “Un estudio realizado y compartido a la autoridad sanitaria por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) mostró la presencia de acetato de vitamina E en más de 35 muestras de personas fallecidas que consumían dispositivos de vapeo como cigarros electrónicos”.

Prevención. Cofepris determina que este riesgo es de alta prioridad para proteger la salud de las personas, por lo que anunció tres acciones contundentes para prevenir daños a la salud por esta causa.

Acciones. Fortalece las acciones de vigilancia sanitaria, incrementando el número de visitas de verificación y aseguramientos de estos dispositivos; refuerza la capacitación de autoridades sanitarias de las entidades federativas, e implementa la Jornada Nacional de Denuncia Sanitaria enfocada en promover la vigilancia y los reportes ciudadanos.

El cigarro convencional genera adicción entre sus usuarios. EL INFORMADOR/G. Gallo

GUÍA

Hay especial atención en los niños

En México, en la población entre los 12 y 65 años, al menos 5.02 millones han usado alguna vez un vaper y 975 mil lo utilizan, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), con corte a 2019.

Con relación a los adolescentes, el organismo puntualiza que 938 mil jóvenes han probado alguna vez estos dispositivos y 160 mil lo utilizan: 115 mil hombres y 45 mil mujeres.

Por su parte, la Cofepris reporta que el consumo y venta de este tipo de productos sigue en el mercado nacional y “los adolescentes siguen siendo una de las poblaciones blanco”.

Sobre las implicaciones a la salud, se señala que uno de los riesgos principales es la utilización de productos de vapeo en el mercado informal y utilizar líquidos o mezcla de ellos obtenidos de forma artesanal en la calle, o con familiares o amigos.

“Informes preliminares llevados a cabo por el Departamento de Servicios de Salud de Wisconsin y el Departamento de Salud Pública de Illinois, han mostrado una acumulación de lípidos en los pulmones así como lesiones pulmonares, como resultado del vapeo”.

Recientemente, se agrega, la patología de 17 pacientes con lesión pulmonar asociada al vapeo revelaron patrones más compatibles con neumonitis química centrada en las vías respiratorias por sustancias tóxicas inhaladas en lugar de neumonía lipoidea exógena.

La comisión reporta también que la Lesión Pulmonar Asociadas al Cigarrillo Electrónico o al Vapeo (EVALI) “es una afección médica grave en la que los pulmones de una persona se dañan a causa de las sustancias contenidas en los cigarrillos electrónicos y los productos de vapeo. Síntomas: respiratorios como tos, dificultad para respirar, o dolor en el pecho”.

LA VOZ DEL EXPERTO

Preocupa que sean de fácil acceso 

Fabiola Macías Espinoza, titular de la Clínica para Dejar de Fumar de la UdeG

Uno de los principales problemas sobre el uso de vapeadores y cigarros electrónicos es la falta de regulación en el país, señala Fabiola Macías Espinoza, responsable de la Clínica para Dejar de Fumar de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

La también coordinadora de la Maestría en Psicología de la Salud del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) comenta que estos productos son ilegales en el país, pues no están regulados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). “Ha habido una venta ilegal de estos productos y lo podemos ver ya que hay bastante distribución de ellos en plazas y centros comerciales”.

El problema, dice, es que al ser de fácil acceso y costeables, cualquier persona puede llegar a ellos, pese a contener sustancias nocivas para la salud. “Incluso los jóvenes y los niños, que es la población que más nos preocupa”.

Sobre todo, dice, porque hay influencers que lo promueven y han sido invitados a participar en la elaboración o diseños de los mismos, para tener un mayor impacto a través de las redes sociales.

“Donde los mismos jóvenes pueden usar la venta de estos productos entre sus compañeros. El problema es la falta de información que se tiene al respecto sobre el impacto nocivo que puede tener a la salud de las personas”.

Reconoce que el tabaco también genera problemas de salud, “pero tenemos un mayor control sobre los riesgos. Sobre los vapeadores y estos dispositivos no tenemos toda la información, apenas se está generando información al respecto para medir el impacto”.

Para la compra de una cajetilla de cigarros convencionales, agrega, se debe tener mayoría de edad, pues hay mayor regulación en su venta. “Sigue habiendo accesibilidad en la venta al menudeo del cigarro”. 

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