Además de ser una plataforma para expresar indignación y críticas, las redes sociales se convirtieron en una importante herramienta para la denuncia y hasta la captura de criminales. La presión en internet logra que delincuentes opten por entregarse a las autoridades o que éstas reaccionen y refuercen los operativos en casos polémicos. El ejemplo más reciente es Miguel “N”, quien asesinó a Milagros Monserrat, en León. La imagen de la agresión y del homicida se viralizaron, y el atacante fue detenido horas después de cometer el crimen. Especialistas reconocen que si bien las autoridades actúan de manera reactiva, también se refleja una mayor participación ciudadana para manifestar el hartazgo al problema de la delincuencia. La otra lectura es que la sociedad, al divulgar por medio de las redes, presiona más a las autoridades.En Jalisco se han presentado casos como el del agresor de Sandra Paola, en febrero pasado: la imagen de Alejandro “N” de inmediato se viralizó. El sujeto fue detenido luego que acudió a un hospital a recibir atención médica porque se autoagredió.“Hay una falta de confianza hacia las instituciones… y esto se traduce en que nos sentimos identificados con otras personas que utilizan las redes sociales. Es un acompañamiento ante ese abandono institucional”, acentúa Ligia García Béjar, secretaria de Investigación de la Escuela de Pedagogía y Psicología de la Universidad Panamericana (UP).También se divulgó un video donde un hombre estranguló a un perro en Tesistán. El agresor fue identificado como Luis Ramón “N” y fue sancionado, tras las críticas de cibernautas.Luis Campos Carriedo, profesor de la Facultad de Derecho de la UP, menciona que denunciar por medio de esta vía no sólo ayuda para amplificar los mensajes, sino que rompe las barreras existentes entre ciudadanos e instituciones.El uso de las redes sociales para denunciar delitos, a decir de los especialistas, cumple dos funciones: permite a una persona ajena al hecho delictivo emitir su posicionamiento en medio de una marejada de indignación social, pero también que satisfaga el deseo de formar parte de una solución al problema colectivo, que en este caso es la inseguridad.“Las redes sociales son también medios de protesta, porque de alguna manera, desde nuestro ámbito pequeño, amplifican el mensaje o de lo contrario éste se hubiera quedado encerrado”, expresó la doctora Ligia García Béjar, secretaria de investigación de la Escuela de Pedagogía y Psicología de la Universidad Panamericana (UP).La especialista menciona que hay otro elemento que provoca a la gente denunciar a través de redes sociales: el anonimato. El sentido de pasar inadvertido, el denunciar en grupo, permite que las personas se sientan mucho más protegidas para hacer señalamientos. “Nos lleva a sentir más confianza de decir las cosas como ocurrieron o de manera más cruda. Esa amplificación del mensaje nos da la posibilidad que nos sintamos más escuchados, sabemos que de otra manera no nos harían caso”, expresó la doctora García.Para el maestro en Derecho, Luis Campos Carriedo, profesor de la Facultad de Derecho de la UP, el usar las redes sociales de esta manera obliga a una actuación más rápida de las autoridades:“Es una cuestión noticiosa que ayuda a hacer contacto con la autoridad. A la autoridad no le gusta que critiquen porque no hace su trabajo. Es una forma de llegar de la información para que la autoridad haga lo suyo”, explicó el académico.El especialista afirmó que se debe poner atención al uso de las redes sociales, principalmente porque es relevante la inmediatez de la información para que la autoridad combata los delitos. “Ya está superado el tema de hacer las cosas que son tan formales; hoy todos somos reporteros porque sacamos el teléfono y comenzamos a documentar”. Señaló que en estas denuncias, donde la ciudadanía hace el trabajo de reportar, también obliga una reacción de las policías preventivas, de la Fiscalía a investigar y de los jueves a procesar los casos.ANÁLISISLigia García Béjar, secretaria de investigación de la Escuela de Pedagogía y Psicología de la Universidad Panamericana (UP), explicó que el denunciar a través de redes sociales también conlleva una corresponsabilidad del denunciante.Acentuó que en muchos casos las personas simplemente replican publicaciones o cadenas sin corroborar la veracidad de la información y en muchos casos, se genera la criminalización de personas que son inocentes.Un ejemplo adverso fue por ejemplo el tema de la niña fallecida en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), luego que su camilla quedó atorada en un ascensor. A decir de la especialista, en un afán de denunciar las irregularidades que existen en el IMSS, se generó un efecto adverso donde se revictimizó a la menor y a sus familiares al mostrar las escenas del rescate.Advirtió otro caso, el de los cinco jóvenes desaparecidos en el municipio de Lagos de Moreno, pues la gente, en el afán de denunciar la brutalidad de los criminales y la crisis de inseguridad en el país, difundieron las imágenes sin considerar a las familias.“Termina convirtiéndose en una nota roja llevada a las redes sociales. Una cosa es transmitir y denunciar y otra cosa es presentar imágenes explícitas. Tenemos que ser muy cuidadosos y delicados en el tipo de imágenes y contenidos que compartimos. No debemos acostumbrarnos a ser parte de la propaganda o de la propagación del mensaje violento”, expresó la especialista.El 4 de febrero de 2023, Sandra Paola “N” fue agredida a cuchilladas por su expareja sentimental dentro de su domicilio. La mujer fue violentada delante de sus hijos y sufrió lesiones que la dejaron en coma varios días. Los vecinos dieron a conocer la identidad del causante, Alejandro “N”.Las características del agresor y sus antecedentes se viralizaron en redes sociales y un día después, a causa de la presión mediática, el hombre se trató de quitar la vida. El sujeto fue hospitalizado y se entregó a las autoridades. Actualmente continúa en prisión y bajo proceso penal. Sandra Paola, después de mes y medio hospitalizada, recibió el alta médica, pero aún convalece de las lesiones de aquella jornada.El 17 de octubre de 2021, Yigal “R”, provocó un accidente en la Avenida López Mateos, a la altura de Los Gavilanes, y el deceso de tres jóvenes identificados como Estefanía, Brian y Edin. Los fallecidos regresaban de una fiesta cuando Yigal los embistió con su camioneta manejada a exceso de velocidad. A pesar de que escapó del sitio se logró identificar al responsable y en redes sociales se difundió su fotografía. El proceso contra esta persona sigue su avance, a pesar de los intentos de la defensa por liberarlo. Las redes sociales no sólo difundieron su foto, sino sus antecedentes penales, por causar otro accidente e incluso que era participante de carreras de autos.El 16 de julio de 2022, Luz Raquel Padilla Gutiérrez sufrió quemaduras en el 80% de su cuerpo, tras un presunto conflicto vecinal. La mujer falleció tres días más tarde. Se denunció que la víctima, en meses previos, sufrió amenazas por parte de un vecino, agresiones que escalaron hasta que presuntamente le prendieron fuego. Se responsabilizó a Sergio “N” de estos actos y su foto se viralizó. Él se entregó a las autoridades, pero la Fiscalía lo dejó en libertad por falta de elementos. Se le vinculó a proceso porque en una ocasión aventó cloro a Luz Raquel, pero no se pudo comprobar alguna responsabilidad. Autoridades sostienen que su muerte no fue un ataque, sino que ella se autoviolentó.El 10 de febrero pasado, el párroco de Valle de Guadalupe, José Angulo Fonseca fue asesinado en el municipio de Atotonilco El Alto. Tres días más tarde en redes sociales se viralizó el video donde se aprecia que el responsable del ataque fue el hermano del cura, de nombre Guadalupe.En las imágenes se aprecia una discusión por unas tierras y en un momento de la trifulca y cuando el párroco se retiraba, el agresor le propinó un escopetazo a la espalda, provocando su deceso. Tras la viralización del video, la Fiscalía inició con operativos para localizar al causante del crimen. Hasta el momento el responsable no ha sido localizado, pero se encuentra fichado por las autoridades.El lunes 17 de abril del 2023 se divulgó un video donde un hombre de la tercera edad estrangulo a un perro de raza pequeña en un fraccionamiento de Tesistán. El sujeto cuelga al can de una soga y lo pasea así por varias calles, como castigo porque presuntamente trató de morder a una persona. En un video que circuló en redes sociales se aprecia como el hombre ahorcó al perro hasta matarlo sobre la calle Calixto Quirarte y a pesar que testigos y quien hacía la grabación le pedían dejar al can en paz. El agresor fue identificado como Luis Ramon “N”.Al día siguiente del hecho, la Fiscalía recogió el cuerpo del perro al que se le realizó un peritaje y se pusieron en resguardo otras mascotas que Luis Ramón tenía en su casa. El pasado 11 de agosto al sujeto se le vinculó a proceso por el delito de maltrato animal.La mañana del 10 de agosto Milagros Monserrat fue acuchillada cuando se dirigía a su trabajo en la ciudad de León, Guanajuato. Una cámara de videovigilancia grabó el incidente y al responsable del ataque. Las imágenes se propagaron por redes sociales y se generó una exigencia colectiva de aprehender al agresor.Dos días más tarde, Miguel de Jesús Octavio “N” fue detenido en la ciudad de Guanajuato, en donde trató de ocultarse luego que su fotografía era reconocida a nivel nacional. El día de ayer el agresor fue vinculado a proceso por el asesinato de la mujer de 40 años de edad.En redes sociales se viralizó un video donde un ex policía de la Ciudad de Ciudad de México lanzó un perro llamado “Scooby” a un cazo con aceite hirviendo. El hecho ocurrió el 28 de mayo en Tecámac, Estado de México y se informó que este individuo reaccionó así tras discutir con el dueño de una carnicería a quien trató de extorsionar.El perro era propiedad de un niño que acudió con su mascota a realizar unos mandados. El incidente provocó airadas reacciones por la crueldad contra el can, lo que derivó a una rápida respuesta de autoridades en Ciudad de México y Estado de México, quienes capturaron al sujeto identificado como Sergio “N”.El 1 de agosto comenzó a circular el video de una cámara de seguridad donde un adolescente de 15 años de edad, empleado de un restaurante Subway de San Luis Potosí, es agredido por un cliente, luego que éste le pidió que hiciera fila para poder atenderlo. El sujeto golpea por varios minutos al menor de edad, a pesar que este se encontraba inconsciente.En redes sociales se informó que el sujeto, quien tenía antecedentes por violencia y era cinta negra en artes marciales, era dueño de un dojo en San Luis Potosí. El sujeto fue detenido cuatro días más tarde y fue identificado como Fernando “N”, alias El Tiburón, quien se encuentra en prisión y bajo proceso.Dos padres de familia fueron detenidos después que agredieron a una maestra del kínder Frida Kahlo en el municipio de Cuautitlán Izcalli del Estado de México. En una grabación que se viralizó en redes sociales se aprecia que Jesús Abid “N” y Laura “N” llegan y arremeten contra la docente porque presuntamente agredió a su hijo.En las tomas se aprecia que Jesús Abid amaga con un arma a la profesora. Un video de las cámaras de seguridad del plantel se viralizó en redes sociales y de inmediato se activó la búsqueda de los agresores, quienes fueron detenidos dos días más tarde.
