Jueves, 18 de Abril 2024

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Zoología agrícola; ecología animal

Por: EL INFORMADOR


Lo que a partir del título de la presente colaboración exponemos como tema, la verdad es que, lejos de ser considerado una lectura asaz curiosa, el fondo del concepto se atiene a las circunstancias, condiciones y estabilidad poblacional de lo que tal vez incorrectamente, pero que es una realidad cotidiana, son las poblaciones de organismos vivientes en el medio de un terreno con explotación agrícola. Son infinitas (por su constante evolución), las familias de microbios con estructura “animal”, y que son estudiados como parte de una entomología en binomio con la zoología. Nos es complicado a los técnicos hacer un diagnóstico tan completo o integrado, que mantenga un balance entre el daño y el beneficio, sólo con síntomas aparentes para resolver los casos.

Definición aceptada

La ecología es pues, la ciencia biológica que estudia el conjunto de las relaciones que existen entre los seres vivos y el medio ambiente y de las adaptaciones que se forman. Este medio del mundo exterior actúa de diferente manera sobre la vida de los animales. Por consiguiente, es imposible comprender las actividades de la materia viviente sin que consideremos el medio en que se realiza la vida. En especial, debemos subrayar que los múltiples fenómenos complicados de la zoología (con preferencia entomología) agrícola aplicada no pueden ser comprendidos sino mediante un estudio detenido de las condiciones ecológicas que intervienen en estos problemas.

Reino animal

El reino animal, en su totalidad, depende en la Tierra de las plantas autótrofas (que producen su propio alimento, alimentándose así mismas), que les sirven de alimento. Animales, plantas y bacterias forman la biosfera de la Tierra. Estos seres vivos habitan una zona muy limitada del globo, y en esta zona habitable se diferencian dos territorios vitales, principales: el del agua y el de la tierra firme. Según las diferentes acciones ambientales, en los dos grandes territorios se distinguen numerosas secciones, que se denominan biotipos. En cada biotipo, las condiciones del medio ambiente son iguales, o por lo menos las podemos considerar muy semejantes; actúan sobre los seres vivos en sentido análogo y proporcionan así a un conjunto de plantas y animales ciertas fases; en esta forma se crea una comunidad o asociación vital de un determinado biotipo, denominado biocenosis. Un ejemplo al respecto lo tenemos en los pastos de jardín o prados; ahí conviven ciempiés, nixticuil o gallina ciega, dos variedades de lom
briz y termitas.

Los diferentes factores ambientales son de carácter físico, químico y fisiobiológico. Según el grado de acción que estos factores ejercen sobre los seres vivos de su biotipo, se conoce un “óptimo”, “un mínimo” y un “máximo” de las condiciones ambientales. Como estos términos técnicos indican, el máximo y el mínimo, por ejemplo de la temperatura, son los grados extremos tolerados por un determinado ser vivo, mientras que el óptimo indica la zona (de temperatura) en que se encuentra en sus condiciones vitales óptimas.

Los diferentes factores no actúan en forma aislada, uno por uno, sino que lo hacen en relación combinada, de modo que para que un ser vivo se desarrolle con la máxima prosperidad, existe una bien determinada combinación de condiciones ambientales. En el caso que un solo factor ambiental o un conjunto de factores tenga alguna variante o cambie su grado de acción, los seres vivos reaccionan de modo diferente: existen animales con una vida ceñida o sujeta a condiciones vitales muy limitadas o estrechas (estenoecos, por ejemplo estenotermos, estenohalinos, etc.), mientras que otros seres vivos soportan cambios muy amplios de las diferentes condiciones (euriecos, por ejemplo euritermos, eurihalinos).

Resulta así que la vitalidad de cada organismo vivo depende del cambio de los límites del óptimo; especialmente en los delicados estadios del desarrollo (embrionario, larvario), cada desviación del óptimo puede amenazar la terminación del ciclo evolutivo y, por consiguiente, la persistencia de la especie. Debido a la relación combinada de los factores ambientales, el factor que se deriva en mayor grado del óptimo determina la prosperidad de una especie, originando el grado de la densidad de población de una biocenosis (número de individuos en relación con la entidad de espacio, suelo, agua, etc.).

Entendiendo los movimientos

En repetidas exposiciones, hechas en esta misma página de los domingos, hemos expuesto la importancia de la relación suelo-planta-agua. Ahora, queremos entender que tales relaciones tienen su base o se dan en la interacción y velocidad de la dinámica de los diferentes microbios, en distintas colonias presentes, en cada gramo de suelo. Vamos más adelante cuando encontramos una calidad de cosecha determinada como buena, mediana o de plano mala; sin duda alguna y apegados a las exposiciones que llevamos mencionadas, para lograr una calidad y cualidad requeridas ambas por el consumidor final, hemos de saber que los aceites, en determinados frutos o legumbres, son consecuencia de un movimiento integral, tal como lo queramos entender en lo que estamos describiendo.

Normalmente la densidad de población de una determinada biocenosis y el número total de individuos permanecen estacionados durante largos periodos (aquí encontramos el interés general en la utilización adecuada de los implementos, durante los laboreos del cultivo). Aquí en este caso, el grado numérico de propagación es igual al de exterminación, lo que indica que de todos los descendientes de una pareja persisten solamente dos; a pesar de originarse gran número de gérmenes, la mayoría sucumbe en la lucha por la vida. Así, todos los organismos de una biocenosis están en relación vital recíproca, y por las posibilidades de alimentación, reproducción, destrucción, etc., el número de cada especie está bien determinado. De esta manera resulta el equilibrio biológico de una biocenosis. Aquí resulta pues que debemos no entender solamente, sino dominar, los conceptos de fertilización, nutrición, materia orgánica, humedad, oxigenación del suelo, luz y calor, y por supuesto la reacción (pH) misma del suelo, durante los
ciclos biológicos de los vegetales bajo cultivo; la organoleptia sin duda alguna tiene valores agregados para el agricultor, cuando sus productos llegan al anaquel del consumidor final.

Conceptos de equilibrio

Pareciera ser que este equilibrio biocenótico es muy inestable y sólo se mantiene constante cuando las condiciones ecológicas no cambian. Podemos esperar variaciones periódicas (cosa natural) dependientes de la época del año, pero también existen perturbaciones más graves provocadas generalmente por alteraciones climáticas excepcionales o por intervenciones del hombre. En este último caso, es muy notoria la degradación de los suelos en cultivo, que se produce con el riego rodado, lo mismo podemos apreciar con los vientos, cuando éstos soplan fuerte y levantan polvaredas, condición que exhibe falta de materia orgánica en la textura del suelo.

Las perturbaciones manifiestas del equilibrio biocenótico se presentan en forma del desarrollo catastrófico de una o más especies de animales nocivos a la agricultura o economía humana. Estas plagas las observamos especialmente en insectos que, por intervenciones desafortunadas del hombre, se introducen en poblaciones ascendentes y destructivas en la agricultura.

Lo anterior lo podemos entender cuando se establece un determinado tipo y número de insectos que atacan específicamente al cultivo en sus diferentes órganos, y durante su ciclo biológico. Si el hombre no adopta medidas para combatirlos artificial y convencionalmente, una invasión termina por sí misma después de un cierto tiempo (invasiones epidémicas), pues la alimentación de la especie en cuestión se acaba y sus predadores y parásitos aumentan tanto que eliminan la mayoría de la especie atacante; de ahí que debemos tomar muy en cuenta los principios, filosofía y resultados del control biológico, aplicado en la entomología. Casos de este restablecimiento del equilibrio biocenótico, son —repetimos— conocidos de la Entomología Aplicada Agrícola Forestal.

Factores ambientales físicos

El factor que más influye sobre los seres vivos es el clima, compuesto por los agentes meteorológicos: junto a la temperatura y humedad ya mencionadas, está la insolación, presión atmosférica, estado electromagnético, etc. (no olvidemos el factor conductividad eléctrica, cuando interpretamos los análisis resultantes del muestreo de suelos). El clima varía pues, según las estaciones del año —que no son muy determinadas entre nosotros— la orografía y altura de un lugar y su situación geográfica en el planeta. De todas estas influencias y, para entrar en explicaciones sociales se deriva en nuestra Tierra la zona habitable (en el micromundo, el hábitat microbiológico, entomológico, virológico y fitopatológico), la cual es bien limitada, pues la vida ha cesado, aunque no por completo en las regiones polares y en las grandes altitudes.

La temperatura es un factor esencial: el máximo de temperatura soportable por un ser vivo está situado entre los 40 y 50 grados centígrados, que corresponde al punto de coagulación del protoplasma. Sería conveniente al interés de los colegas por el estudio comparativo y, en este sentido, de las cactáceas. El límite mínimo está situado en los tres grados sobre cero, pues en este punto térmico la vida se detiene (estado latente, letargo térmico), a pesar de que el ser vivo no muere. (No olvidemos que en nuestra latitud jalisciense la sabia disminuye el ritmo en los meses en que se presentan las temperaturas más bajas; es el tiempo que debemos aprovechar para hacer los trabajos de poda). Si la temperatura desciende por debajo de cero grados, el agua de reserva de los tejidos se congela; cuando el agua de constitución celular se congela se produce la muerte. (Por ello es importante aplicar los riegos con lo que se mantiene la sinergia en la fisiología del metabolismo, con ello pues se prevén los daños por heladas
). Sin embargo, puesto que el líquido celular contiene varias sales en solución, el punto de congelación sobreviene cuando la temperatura ha descendido bastante por debajo de los cero grados. El científico Bachmetjev fue el primer expositor de esta teoría. Aquí le paramos y hasta la próxima con el tema… gracias por su atención.

ROBERTO SIERRA B. / Ingeniero agrónomo, asesor y consultor.
Correo electrónico: ing.sierra@yahoo.com

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