Jueves, 25 de Abril 2024

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¿Y el respetillo? POR LUIS SANDOVAL GODOY

Por: EL INFORMADOR

Hay distintas opiniones en torno a los sucesos que se han registrado los últimos días, cuando un sector de la población en diversos conductos ha gritado al viento y ha salido a la calle a protestar por el empleo de fondos del erario en tales o cuales menesteres que esas mismas personas consideran fuera del uso conveniente en que deben ser empleados los dineros públicos.

Uno de los aspectos que alcanza significación más lamentable en estas manifestaciones, tiene que ver con la falta del respeto debido a la autoridad, por las invectivas lanzadas a quien la representa. Se llega en este aspecto a un caso no solamente lamentable, sino absurdo y aberrante. ¿Cómo se puede pensar en un gobernante a quien se quiere convertir en rey de burlas?

Uno viene, otro va

Es fundamental aplicar una actitud de ponderación, mesura, y trato obsequioso de los gobernados, que dé al mandatario condiciones que hagan posible que su palabra sea oída y aceptada. Sólo de este modo, en concordia y buena fe, puede emprender realizaciones honestas y bien enfocadas hacia el desarrollo, el crecimiento y bienestar de sus gobernados.

Ciertamente la respuesta de los gobernados viene a contrapulso de la manera, que emplea el gobernante. El respeto que la autoridad requiere, no se puede dar como una graciosa y gratuita actitud. Para merecer respeto, antes hay que ganarlo y demostrarlo, antes hay que vivirlo con las acciones con que el gobernante pruebe darlo en sus palabras y sus obras.

Dramático esquema

Se piensa que del mismo modo en que se dan actitudes, palabras y dicterios contra la autoridad estatal que han provocado este incómodo y penoso ambiente público, así tiene que venir un proceso largo, sincero, probado con hechos, para que el malestar que hoy exaspera los ánimos, venga a campos de conciliación, de respeto y confianza en la autoridad.

Jalisco no puede seguir caminando por atajos de reclamo público. No puede vivir más esta trágica división en dos campos bien zanjados, los que aceptan, convienen y toleran las acciones públicas del Gobierno y los que quieren someter de modo violento e irritante los actos de Gobierno a una ciega y obstinada actitud que impone criterios, facciones y torvos rencores.

LUIS SANDOVAL GODOY / Escritor.

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