Visión y decisión

El presidente municipal Alfonso Petersen destaca públicamente mediante el procedimiento de comentar y consultar a editorialistas interesados en el porvenir exitoso de Guadalajara. La intención es plausible y se percibe auténtica, al presentar su visión respecto a la ciudad con óptica pedagógica, impulsora de la cultura ciudadana con el empleo de psicología social, como lo hizo en su tiempo el alcalde Antanas Mokus en Santa Fe de Bogotá.

Si lo difícil fuera fácil, carecería de mérito hacerlo

El objetivo social es claro, aunque indefinido cómo hacerlo realidad en cuanto a tiempo y costo. Plantea una transformación histórica, a la vez presionada por la proximidad de los Juegos Panamericanos y la perentoriedad de la Administración Municipal de sólo tres años naturales, de los cuales ya transcurrió casi la mitad y la efervescencia electoral es evidencia.

Es claro también, que Guadalajara no es una isla, sino parte de un conglomerado superior a los cuatro millones de habitantes en los seis municipios integrantes de la Zona Metropolitana, que dificultan acciones conjuntas por inversión, intereses, complicidades y corrupción al seno de tal o cual Ayuntamiento.

Hay emoción en la propuesta del presidente Petersen. De eso no cabe duda, y el deseo de provocar la filantrópica solidaridad social, imprescindible para alcanzar los propósitos. Por ello es más urgente la planeación, los proyectos y presupuestos en tiempo e inversión concurrentes del Gobierno del Estado y la Federación; conscientes todos de que la Zona Metropolitana de Guadalajara es un polo de crecimiento y desarrollo, a riesgo de contemplar en dos décadas más el indeseable proceso declinante con seis millones de parias y la ciudad en ruinas.

La oportunidad presente es la celebración de los Juegos Panamericanos. Un paso inicial es el transporte sobre la Calzada Independencia —por tradición, división entre Poniente próspero y Oriente deprimido—, que rompe con moldes y pretende cambiar el sistema de transporte funcional bajo normas añejas, anquilosadas e inconsistentes. La ruptura con intereses creados y ambiciones evidentes saltarán al terreno de la confrontación, poniendo a prueba la reciedumbre de la autoridad y la solidez de sus planteamientos para lograr el apoyo de las auténticas mayorías, la sociedad civil.

Es imprescindible involucrar a la población en el compromiso edificador de una cultura solidaria en aspectos relevantes como el uso del suelo, cuidado de los espacios públicos y el sistema de transporte, que deberá cumplir su función con eficiencia y eficacia para disminuir la contaminación y, de ser posible, mejorar la calidad del aire que respiramos y hoy ya es amenaza la salud pública.

Agua, clima, contaminación y humanización integran el cuadro básico de atención que por medio de la comunicación concientice y convenza a la población de contribuir a la construcción de la ciudad que deseamos e idealmente amemos, como lo señala el planteamiento del doctor Petersen.

Dios nos guarde de la discordia.