Vías Verdes

Un total de 127 kilómetros de vías del ferrocarril que se encuentran abandonadas en Jalisco, serán rehabilitados y convertidos en espacios útiles a la sociedad, a manera de parques lineales que sean para el disfrute y el encuentro de todos los ciudadanos, donde puedan practicar hábitos saludables que mejoren su bienestar y eleven su calidad de vida mediante desplazamientos no motorizados, como itinerarios ciclistas, a caballo o a pie, y que adicionalmente vendrán a proporcionar un beneficio a las regiones que atraviesas esas vías, mediante el impulso y la dinamización socioeconómica del medio rural.

La Secretaría de Cultura de Jalisco retomó el programa Vías Verdes, impulsado en el país por el Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferroviario del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; el proyecto pretende reconectar nueve municipios de la Región Valles, en donde permanecen vías del ferrocarril en desuso, que recuerdan la llegada del tren como símbolo de modernidad, los primeros traslados de mercancías, las anécdotas de pasajeros o los recorridos épicos de los revolucionarios.

Las Vías Verdes nacieron en Europa, concretamente en España, en las últimas dos décadas del siglo XX; son recorridos accesibles, fáciles por la suavidad de los trazados ferroviarios sobre los que discurren, seguros por estar prohibidos al tráfico motorizado. Fomentan el turismo ecológico y activo, al alcance de todos los ciudadanos, sin distinciones de nivel social y económico, de todas las edades y aptitudes físicas. Se desarrollan sobre infraestructuras ferroviarias existentes hace muchas décadas, que ya están integradas en el entorno natural. Por ello, su reutilización no ocasiona impacto ambiental alguno, sino que supone la regeneración de espacios degradados, especialmente en las proximidades de las ciudades.

En Jalisco, el proyecto contempla los tramos Empalme-Orendáin-Ameca, Presa de la Vega-San Marcos y Atotonilco-Ocotlán, tres tramos en los que además se encuentran media docena de estaciones de ferrocarril, que serán rehabilitadas como centros culturales o museos, aprovechando su infraestructura y, sobre todo, sus características arquitectónicas, y se conectará con otros programas estratégicos, como la Ruta Arqueológica y el Paisaje Agavero.

El programa Vías Verdes en Jalisco se encuentra en sus etapas primarias, ya que se debe realizar una serie de trámites para autorizar la desincorporación de las vías férreas y dar paso a los trabajos de rehabilitación. Esto llevará varios meses, pero si no se presentan mayores obstáculos, a finales del próximo año quizá se pueda ya disfrutar de los beneficios que se vislumbran.

Proyectos como éste merecen ser apoyados, tanto por las autoridades como por la sociedad en general, ya que se trata de rescatar infraestructura abandonada, que en su tiempo fue factor primordial para el desarrollo del país, y que al ser rehabilitada traerá múltiples beneficios.