Viernes, 26 de Abril 2024

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Un año más...

Por: EL INFORMADOR

El subsuelo rugió, los gases contenidos en la red de drenaje del Sector Reforma buscaron una salida... y la encontraron. Una serie de explosiones se registraron aquella mañana del 22 de abril de 1992; minutos de terror que dieron paso a horas de incertidumbre. Angustia y desesperación por el familiar desaparecido... dolor al despertar a la realidad. Cientos de hogares tapatíos se vistieron de luto, 200 muertos, dijeron las autoridades; más de 900, según los vecinos de la calle

Gante y sus alrededores. Madres que perdieron a sus hijos, niños que quedaron en la orfandad, familias completas desaparecidas.

Han transcurrido 16 años desde esa fecha, y aún hay heridas sin sanar; aquellos niños huérfanos ahora son adolescentes que maduraron de forma prematura. Los miles de afectados al ver sus casas destruidas, heridas sus carnes, desaparecidos sus seres queridos, quedaron marcados para siempre..., como marcada quedó la sociedad, cuya solidaridad despertó aquella mañana para convertirse en un parteaguas en la vida de los tapatíos.

A partir de esa fecha ya nada sería igual.De aquella tragedia, de la cual hoy se cumple un año más, han quedado cicatrices muy profundas que no las borrará el paso del tiempo, como han sido borradas de la zona siniestrada, donde aún quedan huellas, como algunos baldíos en donde antes fueron viviendas, o talleres mecánicos, o negocios.

Las cicatrices imborrables quedaron en el alma de miles de familias, y éstas permanecerán por siempre.

En contraste con lo que viven los damnificados por aquellos sucesos, pareciera que en algunos sectores el paso del tiempo haya hecho que se olvidaran; al paso de los años la asociación que se formó en defensa de quienes vivieron en carne propia la desgracia, sigue esperando respuestas a sus demandas, la sociedad aún no sabe en quién, quiénes o qué recayó la responsabilidad, y las autoridades sólo hablan del tema precisamente en estas fechas.

Se cumplen hoy 16 años desde aquella mañana de triste recuerdo, un aniversario más y con los mismos reclamos y peticiones de los damnificados, quienes afirman que las promesas de cumplimiento a los 11 puntos de su inicial pliego petitorio han quedado sólo en eso, en promesas, en declaraciones; aún hay familias sin indemnizar, algunos más esperan todavía que les sea entregada una vivienda; reclaman mejores servicios médicos... en fin, pareciera que en realidad, con el paso del tiempo, los hechos aquellos van quedando en el olvido.

Hoy habrá ceremonias para recordar la fecha, misas en memoria de quienes ahí perdieron la vida y seguramente promesas... como las ha habido en el pasado, como cada año sucede. Habrá que esperar que éstas, ahora sí se conviertan en realidades.

Hoy viene a la mente el recuerdo de una fecha imborrable, y con él una oración por quienes vivieron y siguen viviendo en carne propia la tragedia.

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