| “¡Tercera llamada...!” Por: EL INFORMADOR 8 de enero de 2009 - 23:00 hs Iluso, cretino, ingenuo, mentecato, se tragó el ciudadano común, enterito, el cuento chino de que la democracia —es decir, el respeto al voto, imposible durante “la dictadura perfecta”, como llamó Mario Vargas Llosa a las siete décadas de hegemonía priista— bastaría para devolverlo, con todo y huaraches, al paraíso perdido por obra y desgracia del pecado de nuestros primeros padres. Los pocos años transcurridos desde que, en efecto, en México se tiene una razonable garantía de que el voto cuenta, el ciudadano ha aprendido que —parafraseando al poeta latino Fedro— “En una democracia, el pobre rara vez cambia otra cosa que no sea el nombre de su amo”. —II— Viene a cuento lo anterior, porque el presente 2009 nació con una etiqueta ominosa prendida en el ombligo: “Año electoral”. En función de ello, los últimos meses de 2008 fueron de “grilla” (americanismo por politiquería: acción de “hacer política de intrigas y bajezas”, nos ilustra la Academia) intensiva; de acomodo de piezas en los sótanos del poder, en función de los intereses personales y de grupo; de despreocupación por el “bien común” y por el anhelo de hacer realidad el sueño de “la patria ordenada y generosa” que no se les caía de la boca a los ideólogos de la corriente encaramada actualmente en el poder: nobles, generosos... amén de afortunados, porque la “aplanadora priista” de su tiempo los salvó de comprobar en carne propia lo que ya están experimentando sus sucesores: que acertó quien dijo que “el poder corrompe”. En pocas palabras, de desprecio sistemático a las auténticas necesidades y a los legítimos intereses de los ciudadanos. —III— Empiezan a “destaparse” los candidatos a los cargos de elección popular que estarán en juego el próximo 5 de julio. Las campañas —ese impúdico ejercicio de ilusionismo colectivo— están a la vuelta de la esquina. Las promesas de tiempos mejores, de justicia social, de gobiernos con vocación de servir al pueblo y no de servirse de él, ídem... Está por empezar el espectáculo de un juego perverso en que el potencial elector —el iluso, cretino, ingenuo, mentecato ciudadano común, pues— tiene asignado el papel (diría Marx) de “idiota útil”... y gracias. “¡Tercera llamada. Comenzamos...!”. JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones