¿Sólo cuestión de porcentajes?

Luego de la proclamación del “triunfo” de Jesús Ortega como jefe máximo del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la verdadera “revolución” se ha desatado, no sólo hacia el interior del mismo, sino que ha obligado a una recomposición en relación con los propios —y no tan propios que digamos— y los extraños que ahí se encuentran metidos en pos del subsidio presupuestal y político.

El Comité Técnico Electoral del PRD ocupó casi el mismo término de una gestación “para dar a luz” a un Jesús, que ni es un bebé; ni un ingenuo, ni nada por el estilo, ya que se trata de un político que ha podido permanecer, con todo y que en algunas ocasiones le “tocó bailar con la más fea”, sin embargo, “aguantó candela” y al parecer hoy se le premia con el “tigre” mayor, el mismo que es codiciado por muchos, pero al que sólo unos cuantos pueden acceder.

En ese tenor de cosas, la disyuntiva de Alejandro Encinas y sus seguidores se da en torno al rechazo o aceptación de la resolución, pero sobre todo en lo que se refiere al reparto de instancias, esto es de cargos dentro de la estructura partidista, y como consecuencia, de la nómina y demás prerrogativas que esto implica, independientemente de que también tiene que ver con la influencia y poder político que dichas carteras representan. Pero entre que se da a desear y establece una estrategia para “dar su brazo a torcer” y salir ganando, las especulaciones aumentan, porque ahondar en la división existente en el PRD sería como dar un paso hacia el suicidio, tal y como ha procedido su líder moral.
Por su parte, “los extraños” —los agregados culturales, los intelectuales y seudo intelectuales y otros más que por ahí pululan— y los miembros de los otros partidos que conforman (¿aron?) el Frente Amplio Progresista (FAP), cuyas “vidas” penden de un hilo, están adoptando sus propios caminos, pues mientras son peras o son manzanas, el tiempo se les agota día con día para determinar sus estrategias de participación en las elecciones de 2009 que ya se encuentran a la vuelta de la esquina, y que por cierto el Instituto Federal Electoral (IFE) ya echó a andar los preparativos respectivos.

Llama la atención que en medio de toda esta rebatinga, nadie se ha acordado o argumentado cuestiones de carácter ideológico, lo cual me parece sumamente lamentable, sobre todo porque habría de suponerse que es en los partidos políticos en donde ésta debería de imperar, pero ya vemos que en la realidad no hay tal, las posturas e inconformidades se miden y determinan en función de los porcentajes que una y otra corriente quiere alcanzar, que si 70% o que si 50% de las posiciones, en fin, que nada ha cambiado, sólo el nombre de quienes encabezan “la empresa”.

CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID / Presidente de Comunicación Cultural, A.C., Asociación de Periodistas de Prensa, Radio y Televisión.
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