| Sintomatología y métodos de control Por: EL INFORMADOR 18 de octubre de 2008 - 23:00 hs Una divisa de la economía agrícola en relación a la parasitología, es que “es más barato prevenir que curar”. Sin duda que la ciencia y la tecnología desarrolladas en las últimas cinco décadas han aportado nuevos conceptos con la utilización de productos químicos y equipos de aplicación respaldados con los nuevos diseños y materiales derivados del plástico; así, rociadoras y espolvoreadoras e inyectores cumplen su función eficazmente, más aún cuando el trabajo del hombre se hace de una manera eficiente. El combate a las plagas que afectan a los cultivos y a las cosechas tiene una diversidad de variantes así como utilización diversa también, de productos agroquímicos aplicados genéricamente como pesticidas y que tienen su presencia pues, en los suelos, en todo organismo vegetal durante su desarrollo biológico, frutos y lugares de almacenamiento. Hemos de tomar muy en cuenta la asepsia (limpieza total), en todos los productos de movilización y empaque. Todo ello, lo anterior, entra en el marco de la inversión económica. Sintomatología Ésta se presenta en “distintas apariencias”; las más fáciles de detectar son en las que intervienen los insectos, los daños hechos por estos enemigos del agricultor son los producidos por masticación o por succión; el combate de los causantes se aprecia económicamente sencillo ya que pueden ser suficientes de dos a tres aplicaciones, sean de rociado o espolvoreo, para romper el ciclo biológico y generacional. Cuando los síntomas tienen su origen entre las plagas del suelo que incluye: lombrices de anillo, larvas, mayates o escarabajos, todavía podemos considerar práctico aplicar insecticidas líquidos que penetren a la profundidad del hábitat del insecto; los productos insecticidas del tipo sistémico tiene residualidad tanto en la parte aérea de la planta como en el sustrato del suelo y sólo disminuye el efecto con condiciones de cambios en la humedad, temperatura y reacción pH. Estamos hablando de productos cuya integración en la salvia del vegetal y en las partículas del suelo tienen su efecto. Los productos para espolvoreo son de contacto y fácilmente bloqueados o inhibidos por la humedad; estos polvos insecticidas se aplican después del barbecho y para ser fijados en el suelo con el paso de rastra. Otros síntomas Pueden ser de orden fisiológico; esto es cuando la planta en cualquier etapa de su desarrollo reclama el suministro de nutrición en una formulación que incluya elementos de base, secundarios y de traza, cuando alguno de estos últimos es factor de desequilibrio. La sintomatología es muy distinta a la que se aprecia con la presencia de hongos, bacterias y virus. Continuando con el concepto control En la colaboración próxima pasada (EL INFORMADOR, 12-10-08), tratando la temática, dejamos espacio para que nuestros amigos agricultores tuvieran la información cercana. Hablando del virus del tabaco que tiene un amplio espectro de daños, inicia pues su afectación económica en el cultivo que le da su patronímico (Thrips tabacci = virus del tabaco). Por ser este virus de alta penetración y fácil transportación, debemos tomar en cuenta indicaciones importantes, como son las de abstenerse de fumar mientras se hacen trabajos sobre el cultivo, cualquiera que éste sea, y siendo principalmente susceptible a la afectación. La limpieza y eficacia del trabajo para el control involucra un cambio de mentalidad, en cuanto debe entenderse qué piel y ropas pueden ser infectados con el jugo transportador. Al ser tocada con la mano o la ropa una planta afectada, por el virus, el problema puede persistir, y aún volverse grave cuando la planta sana es tocada por los elementos físicos infectados. Debido a la probable transmisión de la enfermedad por el terreno, se insiste en que en todos aquellos lugares en donde se ha presentado el mosaico en una cierta extensión grave, las plantas infectadas se arranquen y quemen, se esterilice el suelo aplicando formol que es lo más práctico y barato, o que también se puede recurrir al vapor. Una detención en el desarrollo de las plantas intensifica los síntomas del virus. En contra parte podemos abonar de cobertura a base de un fertilizante completo, así de esta manera ponemos a la planta en posición de superar la enfermedad con cierta amplitud. Sin embargo, no olvidemos aplicar fertilizantes en mezcla en equilibrio. Rápidas descripciones de afectaciones El achaparramiento de la planta se produce por un virus que ataca principalmente las plantas jóvenes; las plantas más inferiores llegan a adquirir un color púrpura y sobre las hojas jóvenes aparecen manchas amarillas. Tales plantas pueden tener igualmente rayas parduscas sobre la parte superior del tallo y en tal virtud son fácilmente atacadas ya sea por la podredumbre del píe o la podredumbre de la raíz; con un síntoma tal, la planta se marchita y muere. Anillo negro del tomate Los síntomas de esta rara virosis se hallan más marcadas sobre las plantas jóvenes. Sobre las hojas se desarrollan pequeños anillos negros, acompañados de unas rayas negras, situadas sobre los pecíolos y en ciertos casos, sobre el tallo. Eventualmente pueden presentarse de color negro, las hojas y las zonas de crecimiento de la planta, seguido de un marchitamiento que lleva a la muerte de las plantas. Sin embargo, en los casos en que lleguen a sobrevivir las plantas jóvenes, éstas se desarrollan normalmente, a excepción de la presencia de un ligero moteado verde oscuro y de una ligera distorsión de las hojas. El virus afecta igualmente a diversos tipos de plantas ornamentales, así como de malas hierbas, que pueden ser por tal causa, unos propagadores de la enfermedad. Aspermia La virosis que se conoce con el nombre de aspermia tiene preferencia de presencia en las zonas donde se cultiva el tomate, también en las proximidades de los terrenos dedicados al cultivo de crisantemos, normalmente en campo abierto, aunque hay que estar alerta porque, ocasionalmente se puede presentar en los invernaderos. El carácter más típico lo constituye la inhibición de las zonas de crecimiento, de tal manera que vemos que se producen muchos brotes axilares, prestando al conjunto de la planta un aspecto matoso. Las hojas las podemos ver algo distorsionadas y moteadas con un color verde oscuro. Los frutos generalmente son pequeños y las semillas se encuentran en pequeña cantidad o faltan por completo. El virus está ampliamente extendido sobre los crisantemos, en los que provoca un moteado en las flores y una distorsión marcada en las mismas y es trasmitido (mucho ojo compañeros productores) por casi todas las especies de áfidos o pulgones que infestan a los crisantemos. Sugerimos que para detectar a estos pequeños insectos utilicemos el método de sacudir el follaje de la planta sobre una hoja de papel en blanco. Los tomates quedan aparentemente infectados a partir de la presencia de los crisantemos, por ello es preciso adoptar cuidadosas precauciones para resguardar estos cultivos y efectuar un riguroso control de los áfidos o pulgones, en particular, durante las primeras fases del desarrollo. Mosaico del pepino El virus del mosaico del pepino que es muy común entre los mismos, es trasmitido también de una manera común por los áfidos o pulgones desde las calabacitas a las tomateras, cultivadas al aire libre. Sobre las tomateras se producen en sus hojas unas manchas de intensidad variable, frecuentemente acompañado por un ligero estrechamiento del limbo foliar. En contraste con el mosaico del tomate, estos síntomas surgen aún cuando se trate de condiciones ambientales con intensa luminosidad. El mosaico del pepino, juntamente con el mosaico del tomate, producen una forma muy característica y marcadamente grave de estriado. No se cultiven pues tomateras junto a los crisantemos; además debemos recordar que la enfermedad afecta, aunque de una manera menos frecuente, a muchas plantas ornamentales, a las espinacas y al apio. Úlceras bacterianas La ulceración bacteriana (Corynebacterium michiganense (E. F. Sm) Jensen). Esta enfermedad bacteriana se encontró en semillas importadas a México a principio de la década de los 40, causando inquietud entre los técnicos de la entonces Oficina de Defensa Agrícola, quienes iniciaban conocimientos de la parasitología del ramo. Los síntomas que se presentan en cultivos al aire libre presentan un color pardo marginal, un rizado y marchitamiento de las hojas más inferiores, con agotamiento de las foliolas en un solo lado del pedúnculo foliar, sobre el cual se pueden distinguir unas rayas oscuras. Cuando las hojas de una planta enferma son cortadas, fluyen con el tallo unos puntos amarillos o pardos en forma de una herradura, que pueden ser vistos fácilmente. Si la parte media o superior del tallo es cortada a lo largo, se puede observar justamente en el lado interior del cilindro leñoso, una raya amarilla, parda brillante o parda oscura. Cuando se abre el fruto infectado se pueden observar unas marcas amarillas o pardas que corren hacia el interior, desde el pedúnculo hacia la placenta: las bacterias fluyen de éstos, cuando el fruto es suavemente estrujado. Control Puesto que la enfermedad es transmitida por la semilla y se propaga de una planta a otra en las cajas de germinación, lo anterior también se observa en transportado por el terreno y la composta con periodo de un año a otro. Hemos expuesto este serial en el espacio de esta amable página dominical y, con intención directa de que nuestros amigos agricultores puedan ampliar en el campo de los hechos, nuestra limitada experiencia. ROBERTO SIERRA B. / Ingeniero agrónomo, asesor y consultor. Correo electrónico: ing.sierra@yahoo.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones