| “Replanteamiento positivo” Por: EL INFORMADOR 24 de junio de 2008 - 23:00 hs A pesar de la situación por la que atraviesa el país, existe la posibilidad de un replanteamiento positivo, aseguran en un desplegado un grupo de intelectuales: Campos, Cordera, Córdova, Esquivel, Echeverría, Flores Olea, Garrido, Díaz Polanco, Gershenson, Glantz, González Pedrero, Gutiérrez Vega, Ibarra, Linarez Zapata, Loaeza, Meyer, Morales, Monsiváis, Lorenzo Meyer, Navarrete, Payán, Pellicer, Pérez Gay, Pitol, Poniatowska, Prampolini, Semo, Toledo, Vasconcelos y Wimer. (“La Jornada”, 23/06/08). Ese “replanteamiento” se refiere al análisis de la realidad que hacen sectores y personas que participan en protestas y movilizaciones que en los últimos tiempos ya no pueden ser clasificadas como de izquierda en el sentido ideológico tradicional, sino como movimientos de “ciudadanía y ciudadanización, conceptos primordiales y ligados ya al fortalecimiento de la soberanía popular”. Algo que contrasta notablemente con el fracaso de los defensores del proyecto de Felipe Calderón, dentro del debate de la reforma energética, los defensores han mostrado carencia de argumentos y una inútil y penosa manipulación de leyes y cifras que muestran su ancestral desinformación. Los promotores de la privatización del petróleo se burlan de los mexicanos que no entienden la tecnología, y ellos mismos cuando evalúan el proyecto que dicen defender, lo reducen a “lugares comunes del autoritarismo cantinflesco”. La falta de cultura ha sido fomentada por los sucesivos gobiernos federales que desalientan las acciones ciudadanas desde hace décadas y favorecen la despolitización. Pero la ignorancia también llega hasta la clase gobernante, que nunca explica sus proyectos básicos y carece de la costumbre de razonar. De manera fingida, el Gobierno federal aceptó el debate sobre la reforma petrolera y ahora se propone ignorarlo, asfixiar su desarrollo y enterrar sus conclusiones. Sin embargo, el debate es otro de los signos irrefutables que anuncian una sociedad distinta, la que va adquiriendo la capacidad de convocarse a sí misma. El equipo que gobierna no pudo impedir completamente la consulta pública acerca de la privatización del petróleo. El propósito de la consulta no es negar las facultades del Congreso, sino rechazar la privatización desde la perspectiva nacional y cumplir con la exigencia de la ciudadanía que exige su inclusión en la toma de decisiones que la afectan directamente. En estos días, la movilización ciudadana no acepta como respuesta la frialdad, el desprecio y el odio de la clase gobernante. Nadie autoriza el optimismo, pero la tesis de la indefensión absoluta de la sociedad es un comercial más del neoliberalismo. Así, la consulta sobre la reforma energética es una saludable ampliación de la democracia y un logro del movimiento ciudadano. La buena señal es que los ciudadanos asumen su lugar: lo dicen las 37 organizaciones no gubernamentales que aglutinaron el Movimiento Ciudadano en Defensa del Dinero Público y del Estado Laico, cuyas acciones apoyadas por los demás, consiguieron la devolución del limosnazo. Por eso no ocupan el primer lugar en la atención: la violencia del narcotráfico, la destrucción del tejido social, la carestía insostenible, el desastre de la enseñanza pública y la privada, las ganas de reducir el proceso electoral a compra-venta de votos, los apoyos de funcionarios al sistema de ecocidios, y todo lo demás. MARTHA GONZÁLEZ ESCOBAR / Divulgadora científica. UdeG. Correo electrónico: marthaggonzalez@yahoo-com.mx Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones