Reconciliación

En las últimas semanas, si no es que meses, el ambiente político en Jalisco se ha enturbiado con una serie de confrontaciones de todo tipo, lo mismo al interior de los partidos, como entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, entre líderes empresariales y el Gobierno del Estado, así como entre grupos dentro de la Universidad de Guadalajara; un ambiente que poco abona al bien caminar de la Entidad, frenando proyectos e iniciativas encaminados a buscar el desarrollo social, político y económico. Son tiempos preelectorales, y éstos se caracterizan por las pugnas que sólo conducen a crear una imagen de inestabilidad.

Ayer, el gobernador del Estado, Emilio González Márquez, pronunció un discurso como hacía tiempo no lo hacía, se colocó el traje que le corresponde como titular del Ejecutivo e hizo un llamado a la reconciliación entre los diferentes actores sociales y dijo una frase que debería marcar el rumbo a seguir por el Estado: “Jalisco es más que un proceso electoral, es más que la vida interna de los partidos, porque las instituciones que hemos creado a lo largo de la historia, son mucho más importantes, mucho más trascendentes, que los actores que en este momento las pudiéramos encabezar”.
Acertadas las palabras del gobernador, cuando la sociedad jalisciense es testigo en estos días de un ambiente de crispación motivado por las diferencias de opinión que líderes partidistas, empresariales y universitarios defienden a ultranza, sin dar cabida al diálogo que pueda conducir a decisiones positivas que beneficien al Estado. Es cierto que son tiempos electorales, pero hay temas que importan mucho más a la sociedad, asuntos que impactan de diversas maneras, tales como la inseguridad, el desempleo, la producción en el campo, por mencionar sólo algunos de entre la larga lista.

Positiva también la disposición del mandatario estatal de ofrecer una mesa de diálogo en donde los temas que preocupan a la sociedad puedan discutirse sin ofensas, sin apasionamientos y pensando sólo en un mejor futuro para Jalisco. Una mesa en la que deben coincidir los diferentes liderazgos, sean políticos, sociales o empresariales, para exponer sus puntos de vista y tratar de encontrar soluciones concretas que redunden en beneficio para la sociedad, que precisamente es lo que espera de ellos, y no la confrontación vana e infructuosa en que han caído, y que sólo ha llevado a crear ese ambiente negativo que se percibe en el Estado y se refleja fuera de él.

Jalisco requiere en estos momentos de un liderazgo auténtico, que reunifique a los distintos sectores, que concilie diferencias, y el gobernador, con su discurso de ayer, ha mostrado esa cualidad. Ojalá que su llamado a la reconciliación sea atendido, por el bien del Estado y de la sociedad jalisciense.