Re-ajuste

A los 14 meses y medio de haber iniciado su administración, el gobernador Emilio González Márquez ha dispuesto los primeros movimientos en su gabinete. Ayer dejó su cargo al frente de la Secretaría de Finanzas Óscar García Manzano, un personaje del mundo empresarial ligado al mandatario desde hace casi tres lustros, cuando coincidieron en la primera administración municipal del Partido Acción Nacional (PAN) en Guadalajara, y ha quedado en su lugar el hasta ayer secretario de Administración, José Luis de Alba, quien a su vez ha sido sustituido de manera provisional por Antonio Serrano.

Nadie, ni en la política, ni en la administración pública, ni en lo más ordinario de su vida cotidiana, realiza cambios si todo marcha conforme lo que se ha propuesto. En ese sentido, los discursos de los funcionarios panistas en el anuncio de los relevos de ayer por la mañana, suenan un poco al rancio pasado de las largas décadas que gobernó este país en lo absoluto el Partido Revolucionario Institucional; que si se ha cumplido una etapa, que si se buscan nuevos perfiles, que si el que se va era excelente pero se tenía que ir, que si el que llega estaba bien en donde estaba, pero ahora estará mejor...

El tesorero estatal saliente ha dado la cara para presumir los logros alcanzados en su corta gestión. Habrá que dejar correr un poco el tiempo para ver en perspectiva si la renegociación de la deuda del Gobierno del Estado, la propia del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), así como el acumulado de recursos en las arcas estatales, son éxitos suficientes como para dejar una impronta, al menos dentro de los gobiernos panistas. Como quiera, no se olvidará que la negociación del único Presupuesto de Egresos que tuvo como responsabilidad (el correspondiente a este 2008), terminó fuera de las manos de García Manzano para ser operado desde la Secretaría General de Gobierno.

Viene un nuevo secretario de Finanzas, y el relevo parece dar pretexto para que se anuncie la inminente fusión de esa dependencia con la de la Administración. En un forzado acomodo de expresiones, el gobernador ha dicho que el cambio de tesorero obedece a que hoy Finanzas requiere un titular con un perfil “más administrativo”.

Al margen de que los movimientos en el gabinete de González Márquez hayan sido empujados por desavenencias entre funcionarios del primer círculo del mandatario, dejan ver que las cosas no han estado marchando bien. Es temprano para saber si la fusión de secretarías es una iniciativa exitosa, o simplemente un movimiento de oportunidad para ofrecer la imagen de eficacia; porque, si se perfilaba la necesidad de que Finanzas y Administración se hiciera una sola secretaría, no se entiende por qué no se hizo desde el inicio de la administración estatal; hay que recordar que los gobernantes electos tuvieron ocho largos meses para planear y diseñar un Gobierno diferente.

Los escándalos han ganado espacios en este Gobierno. Veremos si con los ajustes de personas y de estructura vienen los tiempos de resultados.