Querer es poder

Ante la ola de incrementos en los precios de los alimentos a nivel internacional, el Gobierno mexicano anunció una serie de acciones en apoyo a la economía familiar que en algo habrán de aligerar la presión con que operan los mercados alimentarios.

El primer grupo de medidas está orientado a facilitar y abaratar el ingreso al país de alimentos al mejor precio, éstas son: eliminar los impuestos de importación al trigo, arroz y maíz, establecer cuotas de importación de frijol exentas de aranceles, reducción a la mitad del impuesto a la importación de leche, exención del impuesto a la importación de sorgo y pasta de soya y buscar alternativas con la industria alimentaria para evitar alzas abruptas en los precios de la canasta básica.

Otro grupo de medidas está orientado a impulsar la producción de alimentos y aumentar la productividad del campo, y éstas son: eliminación del arancel a la importación de fertilizantes y demás insumos químicos requeridos para su producción, canalización de crédito preferencial para que los productores del campo adquieran fertilizantes, comercialización a través de Diconsa de fertilizantes a precios accesibles, dar un impulso sin precedente a la tecnificación del riego, otorgar a los productores financiamiento basto y accesible para que inviertan en elevar su competitividad, fortalecer los programas federales que apoyan la producción de alimentos sensibles como son el maíz, frijol, caña de azúcar y leche, e impulsar los proyectos productivos del sector agroalimentario.

Así mismo, se anunciaron medidas encaminadas a proteger el ingreso y fortalecer la economía de las familias más pobres. Dichas medidas incluyen que Diconsa siga comercializando productos alimenticios a precios accesibles en las zonas más pobres del país, mantener en 4.00 pesos el precio de la leche distribuida por Liconsa, integrar una reserva estratégica de maíz, incrementar los apoyos a la cadena maíz-tortilla, crear el Apoyo Alimentario “Vivir Mejor” para fortalecer los ingresos de las familias más pobres de México, incrementar el monto de beneficio en el Programa Alimentario para Zonas Marginadas y seguir apoyando los precios de gasolina, diesel y gas LP, pues éstos se han duplicado internacionalmente en menos de un año.

Paralelo a estas medidas, el Presidente Felipe Calderón anunció que se actuará contra especuladores y acaparadores y que se redoblarán las medidas de austeridad que ha llevado a cabo su administración para que los ahorros se canalicen a apoyar el gasto en alimentación de los mexicanos.

Como es de suponerse, estas medidas no revertirán la tendencia mundial alcista en los precios de los alimentos, simplemente corregirán algunas agravantes que la política mexicana había impuesto al mercado alimentario para que opere menos eficazmente. Es decir, sí se pueden hacer correcciones cuando hay la voluntad de hacerlo.

Habrá que cuestionarse cuándo se tendrá el valor de llevar a cabo las demás correcciones que nos siguen restando competitividad. El tiempo pasa y la población lo sigue resintiendo en su calidad de vida.