¿Qué pensará su mamá?

POR CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID


Dicho –esto sí, con todo respeto, porque ignoro si tiene o no- ¿qué pensará la mamá de Emilio González Márquez cuando oye a su hijo referirse públicamente a "mentadas de m..."? Y no es que uno no las sepa decir, pero eso de pedir perdón de antemano a su eminencia el señor cardenal Juan Sandoval Iñiguez, para poder recordar la progenitora –ahora que ya está cerca su celebración- a los medios de comunicación y gobernados descontentos, la mera verdad es "no tener m...".

No recuerdo que en ninguna de las sesiones de "doctrina" a los que solía asistir por instrucciones de mi señora madre nos hayan enseñado que cuando ya no se cuenta con la suficiente capacidad intelectual y el vocabulario no alcance, debiéramos de utilizar como arma la ofensa verbal.

Aunque tampoco puedo presumir de ser un conocedor de la Biblia, hasta donde llegué de su estudio –debe de ser permanente, acompañado de la debida práctica- en ningún libro, historia o versículo, del Antiguo o Nuevo Testamento se refiere a gobernar a un pueblo con palabras soeces.

Pero posiblemente es cuestión de los nuevos tiempos –aquí sí debo confesar que he dejado de leerla con método- en los que las indulgencias han vuelto a recobrar el valor que tenían en los siglos del Renacimiento y la época de oro de la Iglesia católica, en donde se podía comprar con oro constante y sonante cualquier tipo de título, incluyendo el mismo papado, con tal de alcanzar el poder y gobernar a su reverendo antojo al pueblo.

Ya hasta me dio curiosidad por saber quién, cómo y qué les enseñan los miércoles en Casa Jalisco, posiblemente me estoy perdiendo de las últimas innovaciones en la materia, y definitivamente que no es bueno quedarse rezagado, so pena de pagar las consecuencias e ir sin chistar a donde quiera mandar el gobernante.

No perder de vista

Lo más lamentable de toda esta situación es que día a día se fortalece el decir del Departamento de Estado de los Estados Unidos –documentado y publicado en EL INFORMADOR-, en cuanto al contubernio existente entre las autoridades eclesiásticas y el hoy gobernador del Estado para que éste alcanzara la ambicionada posición con ayuda de los sacerdotes católicos y sus dirigentes.

No obstante, parece que nadie quiere tomar el asunto, con todo y que por lo pronto Germán Martínez Cázares, líder de Acción Nacional, declaró que de ninguna manera "metería las manos al fuego por Emilio". Tal pareciera que los partidos de oposición lo quieren seguir siendo, "pero nomás poquito"; por su parte el Instituto Electoral también debiera de tomar nota y actuar al respecto, sin embargo, nadie dice nada del señor que se dice juarista.

Aunque no me doy por aludido en la instrucción o dedicatoria del señor gobernador, en mi calidad de hombre, de jalisciense bien nacido, no puedo menos que decirle a Emilio, estoy a tus órdenes, cuando quieras o a la salida.

Cuauhtémoc Cisneros Madrid/ Presidente de Comunicación Cultural, A.C., Asociación de Periodistas de Prensa, Radio y Televisión.

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