Sábado, 01 de Noviembre 2025

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Que la política fiscal haga su parte

Por: EL INFORMADOR

Uno de los indicadores de alto nivel de incertidumbre que se percibe en el entorno económico, es el hecho de la que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no está proponiendo ningún cambio en los impuestos de 2009, a pesar de que se trata de un año electoral.

Al parecer, los importantes cambios fiscales que se implementaron durante 2008, como son el Impuesto Empresarial a Tasa Única y el Impuesto sobre Depósitos en Efectivo, están dando resultados positivos para las arcas de la nación y no es el momento de “alborotar el avispero”, cuando la preocupación por temas económicos se han generalizado no sólo a nivel empresarial, sino social y gubernamental.

De acuerdo al Centros de Estudios Económicos del Sector Privado, si bien es cierto que la situación económica no es tan negativa para México como para Estados Unidos, tampoco es muy alentadora, y ya se aprecian claras señales de debilidad en la actividad productiva y el consumo.

El entorno que ha generado la crisis de desconfianza no permite aún determinar cuánto puede durar la desaceleración económica, ni en qué tiempo puede iniciar una paulatina recuperación.

Este entorno se produce en un circulo vicioso en el que a raíz de menores niveles de consumo se hacen menos inversiones, y ello trae como consecuencia problemas en el mercado laboral que abonan a que la incertidumbre se generalice.

Ante esto, no sólo parece obligado que la Ley de Ingresos y el Presupuesto 2009 no contemplen incremento alguno para los impuesto, sino que a la mayor brevedad posible se pongan en marcha los programas de reactivación económico que durante varias ocasiones ha anunciado el Presidente Felipe Calderón, y que por falta de proyectos ejecutivos y demás formalidades no han visto la luz.

Los estudiosos de la política fiscal saben muy bien que ésta no sólo consiste en generar esquemas adecuados de cobro de impuestos para financiar al sector público, pues esa es sólo una cara de la moneda. La otra tiene que ver con la forma como se ejercen los recursos públicos, mismos que hoy resultan indispensables para servir de motor al resto de la economía. Su inteligente y expedito manejo es hoy más necesario que nunca.

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