| Propuestas regresivas Por: EL INFORMADOR 6 de junio de 2008 - 23:00 hs Uno de los ingresos de más fácil recaudación y que mayor seguridad le ofrece al Gobierno del Estado de Jalisco, es el Impuesto Sobre el Producto del Trabajo, mejor conocido como el impuesto de 2% sobre nóminas. Los ingresos que esta carga representa para quienes generan empleo formal en la Entidad, representaron en 2007 una recaudación superior a los mil 484 millones de pesos, equivalentes a 3% del presupuesto estatal. Para los estudiosos del tema impositivo, como Everardo Elizondo, subgobernador del Banco de México, esta carga fiscal es un mal impuesto, obsoleto y anacrónico, toda vez que grava las fuentes formales de trabajo en un entorno fuertemente amenazado por la economía informal, causando un reparto inequitativo de la carga tributaria entre todos los que se dedican a alguna actividad productiva. Llama la atención que por más lógicos que parezcan los argumentos manejados por alguien con probado conocimiento en la materia, surjan iniciativas que en vez de pretender eliminar esta carga fiscal para facilitar la generación de fuentes de trabajo, estén pugnando por aumentarlo. Es de esperarse que ante esto, las autoridades llamen a la cordura, sobre todo cuando tanto a nivel federal como estatal presiden los gobiernos personajes que durante su campaña se autodenominaron mandatarios “del empleo”. Es incomprensible que surjan voces proponiendo no sólo que se mantenga este impuesto, sino que se incremente para destinos que pueden justificarse, pero que complicaría aún más la ya de por sí frágil situación por la que atraviesan las empresas y limitaría las posibilidades para generar nuevos empleos en estos tiempos, que obligan a tomar decisiones inteligentes que aporten soluciones y no que compliquen más las cosas. En naciones más progresistas, se ha tenido la visión de cambiar el paradigma de cobrar impuestos al empleo para trasladarlos al consumo; así se reducen las posibilidades de evasión y se distribuye de manera más justa la carga fiscal entre todos quienes disponen de un ingreso para gastarlo, pero en nuestro país, la falta de acuerdos entre las fuerzas políticas que promueven el desarrollo a largo plazo ha impedido incluir el cargo de IVA a alimentos y medicinas, generando serias distorsiones en la estructura fiscal, donde no necesariamente paga más quien más genera, ni quien más gasta. Así pues, es de esperarse que los mandatarios, preocupados por generar más oportunidades de progreso para los mexicanos, dejen de escuchar el “canto de las sirenas” de quienes les ofrecen soluciones aparentemente fáciles para recaudar más, cuando en el fondo lo que acabarán haciendo es complicar más las cosas. No cabe duda, hay que escuchar a quienes saben. Temas Gobierno del Estado Banco de México Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones