Preferible desarrollo que crecimiento

De alcance
nacional

Hoy en día de nada nos sirve el que los gobernantes ganen las ocho columnas de los diarios del país, con expresiones que más parecen “slogan” publicitarios que programas de trabajo. Como tampoco nos benefician declaraciones de un pretendido crecimiento, cuando en realidad lo que nos hace más falta es el desarrollo.

Así, decir que el Gobierno logrará un crecimiento de 6% no deja de ser un buen deseo, pero sin fundamento alguno, pues no hay que olvidar que Vicente Fox Quesada —uno de los mejores y más mentiroso de los vendedores que han llegado a Los Pinos— prometía índices de crecimiento de 7%, cuando en realidad no se alcanzó más allá de 2.5% durante su desgobierno.

El recetario dictado —vaya usted a saber por quien— al Presidente Felipe Calderón Hinojosa, omite señalar ¡cómo vivir mejor!, pues no sólo es cuestión de elegir un nombre sugestivo y pegajoso para un plan cuya magnitud tiene un alcance que va más allá de los 100 millones de mexicanos, sino que además implicaría la plataforma a través de la cual proteger la calidad de vida.

Bienvenidas pues, todas las estrategias de los programas diseñados “Para Vivir Mejor” que forman parte del desarrollo social, sin embargo, ninguna de éstas sirve a la hora de ir al mercado o al supermercado, pues de cualquier manera el dinero no alcanza ni siquiera a quienes cuentan con un empleo estable, mucho menos a quienes día a día tienen que sortear serios obstáculos para ganarse unos cuantos pesos y llevar algo para comer a su familia.

Así, sería más conveniente sacrificar el crecimiento de los pretendidos altos o aceptables porcentajes a cambio de un desarrollo personal, familiar y social, que sería mucho más benéfico, pues es bien sabido que por lo general, esos grandes crecimientos apuntan hacia un sector de la economía bien identificado —el de mayores ingresos—, por lo que en lo personal preferiría menos declaraciones triunfalistas y más acciones realistas.

Sospechosísimo

Por otra parte, no deja de llamar la atención que de buenas a primeras apareció en México y buena parte del hemisferio el peligro de la hambruna, término que antes sólo se utilizaba en referencia a países africanos e hindúes, entre otros, esto es, entre aquellos pueblos pobres, entre los pobres, sin embargo, hoy en día nos llegan “con el petate del muerto”, no sé si para distraernos del resto de los problemas que padecemos, o para concientizarnos de algo que se nos estaba ocultando.

El peor de los escenarios en este contexto sería que se tratara de una omisión o ignorancia de parte del Estado, pues entre otras cosas querría decir que la seguridad nacional se encuentra en manos más que inexpertas, pues no es posible que “se les haya escapado” un asunto tan importante como la suficiencia alimentaria.

Las medidas de reacción como lo es reducir aranceles de diversos granos y otorgar subsidios al campo, lograrán “palear” la inflación, pero no controlarla.

CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID / Presidente de Comunicación Cultural, A.C., Asociación de Periodistas de Prensa, Radio y Televisión.
Correo electrónico: ccmadrid@att.net.mx