Por todos

En tiempos electorales, es muy difícil disociar casi cualquier acontecimiento público, de motivos o trasfondos políticos. El ejemplo más claro y reciente es el operativo en el Estado de Michoacán, que dio lugar a la detención de 10 alcaldes de diferentes partidos y de 17 funcionarios y ex funcionarios de diversas áreas del Gobierno.
Las reacciones y las posturas de los actores políticos han sido, en su mayoría, sobre todo desde la oposición, en el sentido de acusar al Gobierno federal, precisamente, de usar las acciones de gobierno con fines electorales.

Este recurso de la clase política mexicana, de asociar diversos hechos con intereses partidistas, no es otra cosa que una muestra de nuestra cultura en ese ámbito y, por supuesto, de los altos niveles de desconfianza en las instituciones, porque entre diferentes sectores de la sociedad, en lo individual o en el terreno de lo colectivo, también hay dudas.
Sin embargo, en la lucha que desde el inicio de esta administración pública federal se emprendió contra el crimen organizado y el narcotráfico, no es posible detener la marcha y suspender las acciones en aras de no enrarecer el clima electoral.

El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, explicó una vez más ante representantes de medios de comunicación, que el operativo en Michoacán fue también en defensa de todos los partidos políticos y no para atacarlos. La prueba más clara está en que los 10 ediles son de diferentes institutos políticos.
Dijo además que el Gobierno federal responderá a las críticas con respecto a los operativos, pero no entrará en discusiones electorales.
Es preciso hacer un esfuerzo, tanto desde los partidos como desde la ciudadanía en general, por eliminar el presunto componente electoral de las acciones de gobierno y no dar paso a la confusión ni alimentar la desconfianza.

La lucha contra el crimen organizado y el rescate de las instituciones nacionales no se pueden ni deben detener, los beneficios son para todos, por todos. Y, en este caso, especialmente por los partidos políticos, algunos de cuyos miembros, como dijo el titular de Gobernación, son objeto de presiones y tentaciones.