| Paraguay, ¿a la izquierda? Por: EL INFORMADOR 2 de septiembre de 2008 - 23:00 hs En la paz todo es posible, según dice conocido adagio, y esto lo traemos a colación simple y sencillamente porque acaba de asumir al poder de la hermana República del Paraguay, un personaje de controversia al menos política, poco conocido en los medios, Fernando Lugo, en cuyo currículum destaca el haber sido obispo católico y antiguo promotor de la Teología de la liberación y que, como si fuera poco, goza de la dispensa respectiva de su Santidad el Papa. La llevada y traída teoría de la liberación, que estuvo muy de moda en los años ochenta del siglo XX, y en la cual hubo importantes representantes, entre ellos el brasileño Leonardo Boff y el peruano Gustavo Gutiérrez Merino, trata de encontrar una vía novedosa y adecuada para lograr cuando menos un crecimiento económico sustentable en los países tercermundistas, principalmente los de nuestra región, y que se apoya en una extraña mixtura de los preceptos que establece el cristianismo con los postulados del marxismo. Está, hay que aceptarlo, ingeniosamente elaborada, pero a la Iglesia le pareció una irreverencia, y más aún cuando sus principales promotores eran sacerdotes católicos. El Vaticano, ni tardo ni perezoso, sancionó a varios de ellos, ya que se consideraba que se estaba poniendo la Iglesia “en manos de Lutero...”. La llegada de Lugo al poder paraguayo quiere decir de manera monda y lironda, la resurrección de la otra Iglesia, la que no gusta al Vaticano, según lo considera el famoso escritor paraguayo Eduardo Galeano. Por supuesto, se podría agregar, al Vaticano le agrada la política cuando no desafía al orden. Lugo llega al poder con el apoyo del pueblo, pues ganó las elecciones al frente de una coalición de izquierda que derrotó al conservador Partido Colorado, que detentó el poder por más de seis décadas, incluidos los 35 años de la dictadura de Alfredo Stroessner. Simpatizante de la Teología de la liberación, surgida en América Latina, en los años postreros del siglo XX por una Iglesia al lado de los pobres, que no gusta, como decíamos, al papado, Lugo ejerció el sacerdocio durante más de seis lustros, hasta que en diciembre de 2006 pidió una dispensa de su estado episcopal para dedicarse a la política. El Vaticano, cuidadoso de estos menesteres, primero lo suspendió a divinis, pero en julio de este año Benedicto XVI le otorgó dispensa de sus compromisos episcopales para volver a ser de nueva cuenta laico. El Gobierno de Lugo tendrá que enfrentar problemas, tales como el combate a la pobreza y el asunto de la corrupción en ese país de apenas seis millones de habitantes y con 40% de pobres. Hay, sin embargo, un hecho relevante anunciado anteriormente: el Premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, asesorará gratuitamente al Gobierno izquierdista que encabeza Fernando Lugo. Es también significativo lo que también subrayó el propio Stiglitz y que hay que considerar en primer término, se trata, pues, de la primera transición pacífica y democrática de un partido a otro en la turbulenta historia del Paraguay. El ya presidente Lugo tendrá que encaminar su política a la generación de puestos de trabajo, en una economía dependiente de sus exportaciones de soya y carne que no posee un aparato industrial sólido. MANUEL LÓPEZ DE LA PARRA / Periodista. Correo electrónico: loppra@economia.unam.mx Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones