Viernes, 25 de Abril 2025

LO ÚLTIMO DE

|

Para variar

Por: EL INFORMADOR


Esta semana murieron seis personas a raíz de un accidente vial en el que estuvo involucrada una unidad del transporte público urbano de la ruta 380, que circula por el Periférico de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

De inmediato, como siempre, el gobernador del Estado, Emilio González Márquez, y el secretario de Vialidad, José Manuel Verdín, salieron a anunciar, por enésima vez, el endurecimiento de las condiciones y de la vigilancia, así como de las sanciones, para impedir que este tipo de accidentes se sigan presentando.

¿Desde cuándo los habitantes de esta ciudad venimos oyendo tales cosas? ¿Desde cuándo y no pasa nada? ¿No se dan cuenta que eso hasta ahora, se cumpla o no, no ha servido de nada? ¿Que la estrategia está mal?

El gran proyecto de movilidad urbana del gobernador González Márquez incluye de manera fundamental al transporte público, no es lo único cierto, pero es básico, indispensable.

Y en el Poder Legislativo, desde la legislatura anterior se congeló una iniciativa que proponía, entre otras cosas, la operación del transporte público como empresa y evitar la relación hombre-camión que tantos efectos perversos genera.

Pero no ha pasado nada. Y ahora, mientras Verdín Díaz anuncia que serán obligatorios para los concesionarios el sistema de prepago, la colocación de barras y el regular de velocidad, el titular del Ejecutivo anuncia que enviará una iniciativa al Congreso para sancionar a choferes y concesionarios que participen en accidentes morales.

Voces expertas que han sido ignoradas como es la costumbre de esta administración, han repetido hasta el cansancio lo que se puede y debe hacer con el transporte en la zona metropolitana. Mucho menos serán atendidos choferes y usuarios que son los que viven y sufren cotidianamente.

Las autoridades se consuelan con que en lugar de 100 muertos al año ahora sean 37. Uno que fuera debería motivar acciones reales para poner remedio.

Pasa el tiempo, la vialidad en la ciudad sigue siendo un caos, cada vez hay más vehículos, no hay obras que resuelvan el problema (mucho menos si están mal hechas) y se sigue posponiendo la aplicación de buenas ideas que serían benéficas para todos, incluidos los que se llevan la mayor parte de las ganancias del negocio del transporte.

¿Por qué no, para variar —no puedo dejar de insistir— el Ejecutivo y los diputados escuchan a los choferes y a usuarios? Ellos son los que saben más.

A pesar de que no fue como esperaban (recibieron amenazas de sus patrones), los choferes están tratando de hacerse escuchar y proponen ¡educación vial! Para variar, por favor ¿podrían escucharlos?

LAURA CASTRO GOLARTE / Periodista.
Correo electrónico: lauracastro05@gmail.com

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones