Obras pospuestas

“Superar esta crisis demanda un compromiso renovado no sólo por parte del Gobierno federal, sino también por parte de los gobiernos estatales y municipales, y por parte de la sociedad, en especial del sector productivo”.
La frase es del Presidente Felipe Calderón, quien explicó hace casi seis meses, el 20 de enero pasado, el sentido del Acuerdo en Favor de la Economía Familiar y el Empleo.

“En especial, yo quiero destacar este ofrecimiento de crear hasta 350 mil empleos directos en la ejecución de obras de infraestructura en todo el país, además de mantener el empleo para ingenieros, operadores y personal vinculado a la industria de la construcción. La infraestructura es la puerta hacia la generación de empleo y hacia una economía más sólida”, aseguraba el Mandatario.

Medio año después, el subsecretario Óscar de Buen reconoció ayer que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sólo ha ejercido hasta ahora 30% del presupuesto asignado al programa federal de carreteras, señalado por Felipe Calderón como estratégico no sólo en enfrentar la crisis económica que estamos viviendo, sino prioritario para sostener el empleo en el país.

Un semestre después, nos encontramos con que el deterioro laboral sigue afectando a muchas familias mexicanas. Los trámites, la ejecución de los proyectos, siguen sin responder oportunamente a las prioridades señaladas con claridad por el Jefe del Ejecutivo. Las pérdidas de este ritmo son abrumadoras: 700 mil empleos formales recortados desde octubre pasado significan muchísimas tragedias de mexicanos que han dejado de llevar el sustento a sus familias.

El aparato gubernamental parece seguir operando bajo sus propios criterios aletargados, sin interesarse en lo fundamental que es operar con celeridad la voluntad presidencial.

Para Jalisco esto es preocupante. Se siguen posponiendo obras de impacto inmediato, porque la construcción de infraestructura distribuye recursos en una capa amplia de la población.

En su mensaje de enero pasado, Felipe Calderón puso la pauta: “Estamos realizando el mayor esfuerzo de construcción de infraestructura en la historia de México y nuestras metas originales, lejos de detenerse, se mantienen vigentes y vamos a acelerar su aplicación”.

No perdamos, entonces, el impulso que requiere un problema económico como el que enfrentamos.