Obra pública retrasada

A un mes del anuncio de que el Ayuntamiento de Guadalajara emprendería alrededor de 200 proyectos de obra pública, con una inversión aproximada de 500 millones de pesos, ayer se informó que el arranque de trabajos será hasta el próximo mes de junio, ya que hasta ahora no hay ni proyectos ejecutivos ni validación social terminada, por lo que todo queda, hasta hoy, en buenas intenciones.

Para el presente ejercicio fiscal se tienen contemplados 80 proyectos, que a decir del titular de la Dirección General de Obras Públicas, Gilberto Toscano García de Quevedo, quedarán terminados este mismo año, no obstante el considerable retraso (seis meses) para el arranque de las obras, que podría alargarse aún más, ya que aún no se tienen los calendarios ni los nombres de las empresas a las que se les asignarán los trabajos, lo que apenas se llevará a cabo en la sesión que el Comité de Asignación celebrará mañana. Sólo a partir de ese momento se podrá tener un panorama más claro de lo que los tapatíos pueden esperar para ver cambios en la ciudad.

Por lo pronto, se adelantó que la prioridad para el Ayuntamiento será el inicio de la reparación de banquetas en el Centro Histórico, en el perímetro comprendido entre Federalismo, Calzada Independencia, La Paz y Angulo, con una inversión aproximada de 30 millones de pesos. Una decisión más que atinada, considerando el deplorable estado en que se encuentran las áreas destinadas al tráfico peatonal: pisos levantados, hoyancos, tierra suelta, bordos que son peligrosas trampas que ponen en riesgo la integridad física de los peatones, etc. A ello habrá que agregar que están por realizarse los proyectos ejecutivos del Parque Juan Soriano, en el Norte de la ciudad; la plazoleta contigua al albergue Villas Miravalle, y la conclusión del Parque Lineal del Sur.

El resto de los proyectos aquéllos, los 200 que se anunciaron el 21 de abril, son a largo plazo, incluso pueden quedar sólo iniciados por la presente administración, aún cuando se trate de obras urgentes y necesarias, como pueden ser los puentes peatonales en zonas conflictivas, el adecuado mantenimiento de fuentes, parques y jardines, o el remozamiento integral del Centro Histórico, que incluiría la rehabilitación de cientos de fincas abandonadas y que están en riesgo de derrumbarse (el inminente temporal de lluvias puede echar abajo algunas de ellas).

Banquetas nuevas, plazoletas remozadas, parques concluidos serán bienvenidos por los ciudadanos, y hasta lo aplaudirán; sin embargo, obra pública, como tal, es mucho más lo que la ciudad necesita y la sociedad reclama y espera, y sobre todo, que se haga sin pérdida de tiempo. Habrá que esperar que las ya próximas lluvias no entorpezcan ni retrasen aún más las obras anunciadas por el Ayuntamiento.