Viernes, 18 de Abril 2025

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“Muerte”

Por: EL INFORMADOR

Me llovieron correos haciendo aclaraciones sobre Monsiváis. Por lo que me doy cuenta es querido y aborrecido al parejo. Gonzalo Barba y el señor Montemayor se molestan porque dije que era de derecha, pero el que lo dijo fue el Submarcos, yo nada más consigné el hecho.
Por otra parte, los señores González, Escoto y Alderete, cosas más, cosas menos, me dicen que el de Portales jamás estuvo en la Plaza de las Tres Culturas y según el primero ni siquiera participó en el Movimiento del 68. No he checado esto, pero lo consigno tal y como me lo comunicaron.
Aunque yo no he leído, él tiene un libro sobre esos sucesos por lo que yo supuse que habría estado, pero también pueden habérselo contado, en fin, a la mejor me fui con la finta, pero algo tiene el agua que la bendicen, así que el autor capitalino es homenajeado nacionalmente, por lo que, si me equivoqué ni modo, me disculpo con mi solitario lector por ser tan supositivo.
La vida es influida por la moda, aunque dos temas sean puntuales para la patria, siempre hay uno que despierta más interés, desde luego que un tema no pierde importancia por ser menos tratado. Un tema que resulta inevitablemente doloroso es el de las muertas de Juárez; no tengo elementos de juicio para valorar completamente las circunstancias en que se desarrollan, pero tantas muertes es de preocuparse y requiere de acciones del Estado que solucionen la problemática.
Igualmente dramático resulta la acción de los llamados vacunos en nuestra ciudad, los números de muertos ya son muy cercanos a los de la ciudad norteña, y es que no es un asunto fácil de resolver. La excusa que fundamenta su actuar es que los crueles permisionarios obligan a los choferes a dar más circuitos de los racionales y por eso se van peleando el pasaje, y una de las consecuencias resulta la cantidad de accidentes. Puede ser una de las causas, pero no la única.
Un problema que nadie quiere mencionar es el hecho de la corrupción en la concesión y mantenimiento de concesiones del servicio, el rumor público (no me pidan pruebas porque los estoy acusando de sinvergüenzas no de tarugos) indica que funcionarios o ex funcionarios son propietarios de muchas concesiones, que solapadas por la autoridad de Tránsito explotan a muchos choferes.
¿Por qué —me pregunto— no puede cualquier ciudadano ir y registrar su vehículo y sacar su autorización?, y la respuesta es sencilla: si esto fuera posible, nos encontraríamos que quienes tienen concesiones no podrían obtener los beneficios que hoy gozan, porque la dificultad en las gestiones públicas produce incuestionablemente corrupción, el Estado debe facilitar a cualquiera que llene los requisitos una concesión y transparentar en forma absoluta quiénes son concesionarios, quiénes prestan el servicio y quiénes simplemente explotan las líneas.
Desde luego que habrá líneas que produzcan más, pues que esas líneas se pongan en subasta pública para que cualquiera que aspire a ellas pueda lograrlo pagando lo adecuado. Nadie presta un servicio para perder dinero, están para ganar dinero y qué bueno que lo hagan, pero no a costa de la sociedad que tiene que jugarse la vida subiéndose a los vacunos o simplemente transitando en las mismas calles que ellos.
Por ello es imperativo que el Estado reconozca como un serio peligro para la sociedad a los vacunos y que se abra absolutamente la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda ser sujeto al otorgamiento de una concesión. Es la vida de los jaliscienses lo que está en juego.

CARLOS ENRIGUE / Abogado.
Correo electrónico: ayerdeciamos@hotmail.com

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