| Menos mal... Por: EL INFORMADOR 29 de abril de 2009 - 23:00 hs ENTRE VERAS Y BROMAS Si es cierto que “es de humanos errar”, es igualmente cierto que “es de sabios enmendar”... Fue un acierto, en ese orden de ideas, que el Arzobispado de Guadalajara rectificara. Tras la torpe declaración de que no se contemplaba la posibilidad de suspender las acostumbradas celebraciones litúrgicas dominicales el próximo fin de semana, no obstante la disposición gubernamental de que dejen de funcionar cines, teatros, “antros”, estadios “y demás lugares de reunión en el Estado de Jalisco” en vista de la actual emergencia sanitaria, ayer, al menos en parte, se sacó el choclo. —II— Las creencias religiosas son respetables. Todas ellas... En cambio, las prácticas rituales que ocasionalmente las acompañan, bien merecen que se les pase por el rasero del sentido común. Así por ejemplo, la creencia de los hindúes, de que el Río Ganges es la materialización de la diosa Maa Ganga, es muy respetable; la norma de que todo creyente debe visitar Benarés (o Varanasi) y bañarse en el río sagrado al menos una vez en la vida, por lo consiguiente; la convicción de que todo el que muera junto a ese río quedará liberado del ciclo de reencarnaciones al que todo ser humano está predestinado, ídem... Sin embargo, hablando en términos objetivos, y considerando que los dos mil 500 kilómetros de longitud del Ganges atraviesan una de las zonas más pobladas del mundo y que sus aguas registran altísimos niveles de contaminación, es lícito distinguir: una cosa es creer que sus aguas purifican el alma de quienes tienen la dicha inenarrable de sumergirse en ellas, y otra muy diferente suponer que, por ser sagradas, la práctica adicional de beberlas no sólo sea inocua sino plausible, recomendable... y hasta saludable. —III— En el caso que nos ocupa, quizás hubiera sido mejor si al anuncio de que el obispo, en uso de sus facultades y a causa de la emergencia sanitaria, exime de la obligatoriedad de asistir a la misa dominical a los fieles, se hubiera añadido la recomendación de evitarla, por esta vez, para reducir los riesgos de contagio. Y hubiera sido estupendo que el señor arzobispo en persona lo hubiese hecho, porque esperar que la autoridad civil recuerde, enfáticamente, que el decreto que se emitió el lunes, cuando hablaba de “y demás lugares de reunión”, no excluía a los centros de culto religioso..., sería esperar un milagro. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones