Medio siglo al Colegio del Aire

El cincuentenario de la creación del Colegio del Aire da lugar para traer algunos recuerdos y reflexiones. Allá por 1913, México fue el primer país del mundo donde se utilizó un avión con fines militares para bombardear al enemigo. Una nave del Gobierno de Sonora fue piloteada por un francés y los dos bombardeadores eran de las tropas revolucionarias al mando del general Obregón. Al año se creó el “Arma de Aviación” dentro del Ejército constitucionalista.

En 1915 se decretó la creación de la Escuela Nacional de Aviación, estableciéndola en los Campos de Balbuena del Distrito Federal. Para 1917 se cambia su nombre por el de Escuela Militar de Aviación; y en febrero de 1922 la ubicación y el nombre son de nuevo cambiados, denominándose Escuela Militar de Aeronáutica. En 1925 otra vez se renombra Escuela Militar de Aplicación Aeronáutica. La Escuela Militar de Aviación adquiere el título que hasta la fecha conserva, en 1932. En el año de 1935 la Escuela se traslada a Veracruz, y para 1939 su sede es cambiada a Monterrey.

Por fin, en 1940 el Estado de Jalisco acoge a la Escuela Militar de Aviación en la ex-hacienda del Espíritu Santo, contigua al Campo de Aviación de Las Juntas, de Guadalajara. Al año siguiente se trasladó al lugar que hoy ocupa en el municipio de Zapopan.

Con el Escuadrón 201, la participación de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana en el Suroeste del Océano Pacifico durante la Segunda Guerra Mundial, marcó un evento excepcional en la historia de nuestras Fuerzas Armadas.

El 22 de agosto de 1959, por decreto presidencial, se creó en nuestra ciudad el Colegio del Aire, integrado por la Escuela Militar de Aviación, la Escuela Militar de Mantenimiento y Abastecimiento y la Escuela Militar de Especialistas de la Fuerza Aérea. En este Colegio se forma todo el personal especialista y calificado que requiere la Fuerza Aérea Mexicana, como son los pilotos aviadores, aerologistas, despachadores de vuelo, meteorólogos, así como también especialistas en mantenimiento de aeronaves, motores y equipos electrónicos.
Ha sido desde entonces, el principal centro de preparación profesional para la aviación del país.

El nacimiento del Colegio del Aire fue la culminación de un proceso de modernización muy importante en la consolidación de nuestra participación aeronáutica entre la comunidad internacional. Gracias al establecimiento del Colegio del Aire, aquí se ha fomentado localmente una fuerte presencia de diferentes aspectos de la aeronáutica y la aviación. Además de los vuelos comerciales del aeropuerto internacional, Guadalajara es también sede nacional para ambulancias y rescate aéreo; figuran sus escuelas privadas de aviación; es nodo regional importante para la logística de mensajería, paquetería y carga; mantiene una importante presencia de la aviación civil privada, deportiva y experimental. Asimismo, se fabrican aviones no tripulados para su exportación. Especialmente, nuestra ciudad ha sido anfitriona de la mayoría de los pilotos aviadores del país, pues aquí ha sido la sede principal de su formación profesional.

La fecha de cumpleaños del Colegio del Aire debería ser un momento de mayor celebración para toda la ciudad. El potencial aeronáutico que aquí tenemos debería ser especialmente apreciado. Lamentablemente, no es así.

Mientras a nivel mundial ha sido un factor importante de progreso económico y tecnológico, aquí el tema aeroespacial ha venido a la baja desde que alcanzó su cumbre de popularidad social en los años ochenta.

Vale la pena no echarlo en saco roto. Todavía puede tener más futuro que pasado.

NORBERTO ÁLVAREZ ROMO / Presidente de Ecometrópolis, A.C.

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