| Más barato Por: EL INFORMADOR 26 de febrero de 2009 - 23:00 hs ENTRE VERAS Y BROMAS Comenzó como un rumor: “Se tambalea el proyecto de la Villa Panamericana”. Continuó con una nota periodística: de desistirse los inversionistas del ramo inmobiliario que en un inicio mostraron interés por construir y vender los mil y tantos departamentos en torno al Parque Morelos, el alcalde de Guadalajara ya tiene un “plan B”: pedir el apoyo directo del Gobierno federal. Después trascendió que en la Presidencia Municipal se dio línea a infanterías, oficiales y clases: “No hagan olas...”. Posteriormente, una nueva declaración oficial: “Es inexacto que varias de las empresas inicialmente interesadas, hayan manifestado su intención de retirarse”. Finalmente, una declaración de Gustavo Arballo Luján, delegado de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Jalisco: puesto que sería, en estos tiempos de crisis, una inversión de alto riesgo, cuatro de las 12 empresas inscritas ya expresaron sus reservas para continuar. —II— Se impone reflexionar en varios puntos: 1.- La fecha de los Juegos Panamericanos en Guadalajara es impostergable. 2.- Nadie puede garantizar, ahora mismo, que la crisis económica presente vaya a remitir en los dos años que faltan para el compromiso. 3.- La volatilidad de los mercados, la dificultad para conseguir financiamientos, las posibles alzas en las tasas de interés, las contracciones en los créditos para vivienda y el incremento del desempleo, generan un panorama sombrío —contrastante con el de color de rosa que había hace un año— para el proyecto inmobiliario. 4.- El as que queda en la manga de quienes se sacaron en la rifa el tigre de los Panamericanos de 2011, es que el Gobierno federal haga el quite a cuerpo limpio a Guadalajara, echando mano del erario. —III— Si tiene que recurrirse al “plan B”, hay un riesgo: que el Gobierno federal, en aras del mexicanísimo concepto de la economía que permite el dispendio en las obras que benefician al aparato gubernamental y pone énfasis en la austeridad en las que se emprenden “en beneficio del pueblo”, apoye el proyecto... pero también lo abarate. La consecuencia lógica sería arriesgarse a que se cumpla la maldición implícita en el añejo aforismo: “Siempre será posible hacer el mismo producto a un precio menor, sacrificando la calidad; el perjuicio será para el cliente”. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones