“Maniobras televisivas”

CARLOS ENRIGUE

Agradezco los correos solidarios de las víctimas de los abusos de los sicarios, no sé si de tránsito, o del Ayuntamiento, o de ambos, creo que los damnificados ya somos un buen grupo, mi solitario lector Jesús Azpeitia de la Cruz, de Elota, Sinaloa, quien víctima de los sicarios, con los que llegó a un “arreglo satisfactorio” para ellos, ya que la multa era de varios cientos de pesos y se la dejaron en 250 pesos, y es que dicen que desde luego son muchos y quieren que quede “entre nos”, desde luego que no hay quien investigue “hasta deslindar responsabilidades, caiga quien caiga”, y él dice que éstos son conocidos como los mini zetas, y a semejanza de éstos extorsionan, ahora que no es por falta de estacionamientos, ¡no señor!, es por canija la gente que gusta de estacionarse gratis cuando nuestros amados gobernantes tanto se sacrifican para crear empleos, aunque éstos sean delictivos.

Yo estoy muy enojado por lo que los malosos de los monopolios televisivos hicieron con los anuncios del Instituto Federal Electoral y de los miles de “propuestas” que los partidos políticos, que tanto interesan, me indigna que mientras estamos tan interesados en ver cómo crece nuestra democracia. Porque me pregunto qué acto más importante hay en nuestro país, qué puede ser más interesante para la gente común, para usted y para mí, que ver los promocionales del instituto, ese instituto que nos proporciona la cómoda manta de la seguridad, el confort de saber que ellos tan desinteresadamente velan por nosotros, que nos enseñan que va a aplicarse una nueva ley que nos hará felices, porque nadie me podrá negar que el máximo interés de todos los mexicanos, lo es sin duda, crecer en democracia. Quién piensa en seguridad, cuando puede saber que el instituto vela por nosotros, nos hace entender que aunque usted no lo crea y aunque se vean diferentes las mujeres, son iguales a los hombres, y yo que las veía diferente. Quién piensa en trabajo, cuando aquí lo que sobra es eso, y aquí entre nos, se desarrolla la más grande inversión y para que los fregados gringos no se dejen venir en busca de trabajo y de la fortaleza del peso, ambicionando nuestro petróleo y nuestra capacitación electoral —los pobres gabachos no tienen ni IFE, ni Trife ni gloriosa publicidad gratuita—.

Nuestro glorioso instituto oferta tantas cosas más que ellos desean enseñarnos y nosotros estamos deseosos de aprender. Y qué decir de los anuncios, nada más 23 millones de spots promocionales, un verdadero banquete de cultura y civilidad, donde los partidos nos comparten sus principios, los valores que persiguen sus programas, en fin lo necesario para “convertir nuestro silencio en exigencia”, nuestra noche en día, nuestra pobreza en riqueza, nuestra fealdad en guapura.

Y yo sé que no me van a creer, que van a decir que soy un hocicón, los canallas de las televisoras, sin ver lo que el pueblo deseaba, que obviamente era ver la programación del IFE y los partidos y sin el menor recato, zácatelas, que nos meten una cursísima telenovela o un aburridísimo partido de futbol, o del Super Bowl, que no sé bien ni lo que es. Qué horror, cómo comparan esos programas con los anuncios casi pornográficos del IFE: “Si no votas por quien ya sabes, vas a perder lo que ya sabes”, y uno pensando en el trabajo que le había dado cuidar el aquellito.

Yo creo que si preguntan todos, casi absolutamente todos preferíamos seguir viendo lo del IFE y los partidos y no esa programación absurda. La excepción si acaso serían los diputados que como no les gusta la democracia y sí les gusta el futbol, pues no quieren ver lo que ellos consideran son puras enfadazones y no la civilidad que se nos propone, ya que ellos van por el cheque y ya, y por eso se enojaron, ya que a ellos les chocan los anuncios y les gusta la programación basura.

Y qué decir de los anuncios promocionales de los partidos, creo que contrataron a Buñuel para elevar el nivel cultural del público, Acción Nacional prefirió no gastar mucho y pidió prestados los del Gobierno federal, que también es de ellos, y habla de los muchos hospitales con aviadores —atendidos por pasantes— y afirman que no pararán hasta que estemos cubiertos aunque ya estamos cubiertos, pero de vergüenza. Los anuncios del Revolucionario Institucional son un portento de cursilería, yo creo que se los hizo un autor de telenovela. Los del PRD hicieron unos mensajes crípticos con una niña, a la que no se le entiende nada. En lo que se parecen estos comerciales y los de los partidos morralla, es que todos sin excepción mienten.

Aquí se hizo un argüende porque “El Semanario” irónicamente, según sus directivos, dijo que le daba gusto que el PAN hubiera devuelto 80% de una lana que les dieron, a mí si me da gusto y aplaudo que lo hayan devuelto, el de ellos y el de los demás partidos es dinero mal habido y debieron todos haberlo devuelto todo y no sólo una parte que sigue siendo mal habido. Espero que ahora que en lo nacional les han dado más de mil millones de pesos, este partido sea congruente y lo devuelva, aunque sea en el mismo porcentaje, si no, todo habrá sido tan sólo un golpe mediático, aunque de todos modos positivo.

CARLOS ENRIGUE / Abogado.
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