| Los cítricos Por: EL INFORMADOR 31 de mayo de 2008 - 23:00 hs Dejamos parte de una amplia exposición (EL INFORMADOR, 25-5-08), de lo que el productor de fruta cítrica puede enfrentar como enemigos de su cultivo y su inversión; en la presente colaboración damos continuidad al tema que nos ocupa en esta amable página dominical; antes, debemos decir que la mejor experiencia de éxito en la terapéutica, es la aplicación por rociado, de productos acaricidas durante las horas de más calor que es cuando el insecto es más activo. Ácaro de la roya de los cítricos Phyllocoptruta o Leibora Ashmead, Etiophydae, Acari. El ácaro de la roya de los cítricos tiene una geografía de origen en el sureste de Asia que se ha extendido a la parte sur del vecino país del Norte, teniendo presencia en México, Centro y Sur América: según información actualizada el insecto ha adoptado también a las Antillas. En geografía mencionada la plaga ha llegado a tener una gran importancia económica, por la inversión de cualquier tipo de recurso que se hace para combatirla. Síntomas.- Sobre las naranjas y las toronjas aparecen manchas de color pardo oscuro y en los limones dichas manchas son de color plateado. Las manchas se deben muy seguramente a la secreción de aceites esenciales de las glándulas que han sido dañadas por los ácaros y la cicatrización posterior de la superficie del fruto. Aunque la apariencia de los frutos afectados queda muy perjudicada y por tanto disminuye su valor comercial, se ha logrado ciertas ventajas con las naranjas en la maduración ulterior debido a que las lesiones arriba mencionadas hacen que el fruto sea más jugoso y más dulce. En el caso de los limones cuya cáscara se suele aprovechar, sin embargo, producen una disminución del valor de venta. Hábitos.- El insecto no se limita al fruto, sino también ataca a las hojas y a las ramillas verdes. Las hojas gravemente dañadas pierden su brillo y adquieren color verde oscuro, se arrugan y tienen un aspecto sucio. ¡Una alerta! Eso puede conducirnos a confundir los síntomas con los que causan las moscas blancas. Causa.- El agente causal del daño arriba descrito es el mismo que lleva la sub-titulación de la presente; una especie de ácaros que produce las agallas; es muy pequeño, más o menos de unos seis milímetros de largo y sólo es visible bajo el microscopio, aunque en la tecnología actual de la óptica se pueden adquirir lupas para los trabajos de campo. El insecto tiene un color amarillo que va del amarillo pardo y tiene la forma de una zanahoria o es cuneiforme. El primer tercio del cuerpo es la parte más gruesa. El largo del cuerpo es tres veces el ancho del mismo. Los ácaros de la roya se distinguen con más facilidad sobre las hojas verdes que en los frutos maduros. Damos nuestra experiencia metodológica para los interesados en la Entomología: la colecta de insectos se hace sacudiendo las partes afectadas del vegetal para que éstos caigan sobre una hoja de papel en blanco. Los huevos globulares son depositados en grandes cantidades sobre las hojas y los frutos. Las larvas salen después de una evolución embrional y pueden tomar de cinco a 10 días y hasta dos semanas, según las temperaturas ambientales, así que más tarde adquieren madurez sexual. Bajo condiciones favorables ecológicas, especialmente durante los periodos secos al final de la primavera y durante el verano, Phyllocoptruta o leibora necesita sólo un tiempo muy breve para su desarrollo, más o menos una semana, de tal manera que se produce una secuencia rápida y hasta una coincidencia de las generaciones. Posiblemente con tantos microclimas que tenemos, en algunas regiones o zonas de nuestro Estado la infestación del ácaro sea mayor en los meses de abril y mayo. Para buscarlos y encontrarlos, diremos que los ácaros de la roya prefieren lugares en la sombra y por consiguiente, el daño se localiza especialmente en el lado inferior de los frutos. Una humedad elevada de la atmósfera, a la vez que con temperaturas altas, impide la multiplicación en gran escala. Esto es importante para nuestros amigos productores de cítricos ubicados en las zonas costeras, con condiciones descritas, porque si la preocupación los lleva a la constante revisión de sus árboles, tendrán la perspectiva de la economía, al observar ese desarrollo lento. Un aspecto del control biológico es que con las condiciones ecológicas ya mencionadas los parásitos fúngicos pueden destruir la población de los ácaros. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones