Lectura electrónica

El pasado 17 de septiembre apareció una nota periodística que daba cuenta de que la edición electrónica para el dispositivo Kindle de Amazon, había vendido más copias que la edición impresa del popular libro El Símbolo Perdido, de Dan Brown, el autor del también famoso Código Da Vinci. Era la primera vez que se registraban más compras de un libro en formato electrónico que el impreso en papel, en una de las mayores librerías del mundo. Un cambio de dimensiones enormes está en marcha: la venta de información y conocimiento por vía electrónica ha iniciado su crecimiento sostenido. Sólo unos días después la misma compañía abría la venta del dispositivo en todo el mundo a un precio reducido y conexión gratuita a internet.

Los libros electrónicos fueron inventados en 1971 por Michael Hart, quien se convirtió en promotor de los mismos, y en 1992 fundó el proyecto Guntemberg que hoy es la primera y más grande colección de libros electrónicos gratuitos.

El hecho notable es que en el año 2009 los usuarios han comenzado a percibir que es más rápido y económico el acceso a los libros, las revistas y aun los periódicos por estos medios, mostrando un apetito cada vez mayor.

Hace apenas algunos meses se consolidaron las mejoras a los sistemas de seguridad de derechos de autor en los dispositivos de Sony de Amazon, lo que ha producido que las mayores editoriales del mundo inicien con la comercialización masiva de libros por esta vía. Actualmente están a la venta en sitios de internet más de 300 mil títulos digitales y hay decenas de miles gratuitos. Las revistas más prestigiadas del mundo han iniciado la venta de suscripciones electrónicas a bajo costo, como el caso de The New Yorker, Atlantic, Foregin Affairs y otras, y los periódicos como The New York Times, Washington Post y ahora se ha sumado la semana anterior El Universal de México, como el primer latinoamericano. Lo que realmente está sucediendo es la desaparición de las fronteras en el mundo de la letra impresa. Los libros, las revistas y los periódicos ahora estarán disponibles en línea en cualquier parte del mundo, sin la necesidad del papel y aun contar con una computadora tradicional.

Sin duda nada puede sustituir la sensación de tocar, abrir, leer y poseer un libro impreso, con su inconfundible olor a tinta. Los libros impresos serán cada vez más objetos de alto aprecio y mayor costo, mientras que el consumo masivo se trasladará a los formatos electrónicos. Nicholas Negroponte en su libro Ser Digital, publicado en 1995, decía que “mucho antes de que se logre la armonía política… los bits no conocerán fronteras, serán almacenados y manipulados sin respeto alguno por los límites geopolíticos… y un importante sector de la población mundial se verá o se sentirá privado de sus derechos o privilegios... los bits no son comestibles ni pueden paliar el hambre en forma directa. Las computadoras no tienen moral, no pueden resolver problemas complejos…”

El proceso de transformación está en marcha, vamos del olor a tinta a la tinta electrónica.

LUIS SALOMÓN / Doctor en Derecho.
Correo electrónico: lsalomon@iberlinks.com.mx