| Lecciones sobre corrupción del vecino Por: EL INFORMADOR 12 de diciembre de 2008 - 23:00 hs Indudablemente el Gobierno federal está haciendo un esfuerzo por reducir los índices de corrupción en el país. Esta semana se informó que en los últimos dos años ha sancionado 11 mil 500 funcionarios públicos por actos de corrupción, principalmente en Pemex, Diconsa y aduanas. Pero ¿cuántos de estos casos son castigos a funcionarios que se equivocaron al llenar un formato u olvidaron poner un sello? ¿Se estará verdaderamente persiguiendo aquellos funcionarios de mayor nivel que más roban en el Gobierno federal y estatal? Probablemente no. Aunque el Capítulo Mexicano de Transparencia Internacional, en su encuesta anual asegura que se redujo en 11% la percepción de corrupción en los trámites federales, también hay que señalar que esta misma institución esta semana nos informó que México ocupa el tercer lugar de los países del mundo cuyos empresarios son más proclives a ofrecer sobornos para hacer negocios en el extranjero. La corrupción es y seguirá siendo un aspecto importante en la cultura política, empresarial y ciudadana de México. Pero en donde sea se cuecen habas. Hay mucho que aprender del último escándalo político que vive Estado Unidos, el cual implica a Rod Blagojevich, gobernador de Illinois, el Estado de donde proviene el presidente electo Barack Obama. No sólo arrestaron al gobernador, sino lo están acusando, entre otras cosas, de literalmente “subastar” el asiento del Senado que está dejando vacante el presidente electo Obama. Esto nos confirma que también en los países desarrollados y en democracias maduras existe corrupción, y a todos los niveles. ¿Ustedes pueden imaginarse el arresto de un gobernador mexicano, especialmente un gobernador no sólo del mismo partido del presidente electo, sino del mismo Estado? No, ¿verdad? Tal vez muchos de ustedes se sorprendieron que un gobernador de Estados Unidos busque sacar provecho personal de las decisiones que tiene que hacer. Querer negar la existencia de la corrupción en las instituciones, sería querer tapar el Sol con un dedo, eso no es lo importante, lo relevante es cómo reducir estos actos de corrupción, y qué pasa cuando se conoce o descubre un hecho de esta naturaleza. En un país desarrollado, con una sociedad y democracia maduras, este tipo de hechos no son sujetos de negociaciones cupulares, acuerdos políticos o componendas en lo oscurito. Por la misma competencia política y presión de la sociedad, la ley en estos casos generalmente se aplica sin distingos. También es importante subrayar la importancia de tener instituciones que investiguen y que juzguen, que tengan capacidad, credibilidad e imparcialidad. Antes de arrestar al gobernador, la fiscalía grabó sus conversaciones por casi un mes, con una orden judicial. Se actuó deteniendo al alto funcionario como si fuera cualquier otro delincuente. Su partido no salió a defenderlo a contracorriente, ni buscó acuerdos que evitaran el escándalo; si alguien obró mal, que se atenga a las consecuencias, como cualquier otro ciudadano. Lo importante no es que no exista corrupción, sino que no exista impunidad. En la medida que todos sepamos que si cometemos un delito vamos a ser castigados por ello, les aseguro que la corrupción y todos los delitos se reducirían. ¿Queremos que los índices de inseguridad o de corrupción se reduzcan? Preocupémonos por reducir la impunidad, que se castigue a todos los que obren en contra de la ley, no importa si es presidente, gobernador, jefe de Gobierno, presidente municipal o hijo de familia. ANA MARÍA SALAZAR / Analista política. Correo electrónico: amsalazar@prodigy.net.mx Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones