Miércoles, 19 de Febrero 2025

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Lavar en Guadalajara

Por: EL INFORMADOR

Guadalajara apareció en el informe binacional de lavado de dinero como una de las ciudades en las que más se da este tipo de práctica delictiva. Por un lado es absolutamente normal que el lavado se dé en las economías más grandes, como Monterrey, Guadalajara o Cancún. Por el otro, hay que reconocerlo, en eso del lavado de dinero, como en la rezadera, tenemos cierta tradición que nos distingue. No en todas la ciudades hay una marcha de Corpus Christi, ni en todas las ciudades se lava igual.

La primera gran ola del narco en México tuvo a Guadalajara como su centro de operación. Aquella concepción, que se volvió mito, de que Guadalajara era la Suiza de los narcos, llegó a ser cierta en los años ochenta. En esta ciudad vivían las familias de los principales narcos, en esta ciudad gastaban, invertían, se divertían, se les toleraba y cuando se consideraba necesario, hasta se les aplaudía. Guadalajara vivió un boom inmobiliario en los años ochenta y las casas de los narcos eran señaladas con el dedo, pues eran identificables a simple vista.

Dicen que cuando el vecino de la mesa de al lado en el restaurante habla como un experto sobre la bolsa de valores es signo inequívoco de que viene el crack, pues el mercado se ha sobrecalentado de tal manera que hasta los ahorradores pequeños están especulando en la bolsa.

Lo mismo sucede con el lavado de dinero y los narcos. Cuando el vecino de la mesa de al lado, el primo de un amigo o el compañero de dominó platica de las transacciones en dólares y en efectivo, de la chamba que le dieron para construir una casa fuera de proporción o de lo rico que se hizo fulano comparando y vendiendo equis cosa, el lavado está a punto de reventar una economía. A Guadalajara le sucedió en los ochenta: junto con la caída de los grandes capos cayó una parte importante de la economía de la ciudad.

Es inevitable que Guadalajara sea uno de los centros importantes del lavado de dinero en el país. Las operaciones de lavado necesitan economías dinámicas y ciudades en crecimiento. La nuestra cumple con ambos requisitos. Pero además requieren de debilidad jurídica, y en eso, desgraciadamente también calificamos. El Registro Público de la

Propiedad y el sistema judicial no son propiamente fortalezas de Jalisco; en ambos rubros estamos en los últimos lugares del rankin nacional. No falta siempre quien celebre el lavado porque, dice, a fin de cuentas es dinero que se queda en la ciudad. Nada más falso. El lavado favorece a unos pocos y desequilibra la economía de todos los demás. Al calentar el mercado hace que todos paguemos más por lo mismo (en Guadalajara pagamos más por la tierra que en la mayoría de las ciudades del país), el dinero se va y los problemas se quedan.  El informe es un foco rojo que no debemos soslayar.

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