| La salud Por: EL INFORMADOR 1 de mayo de 2009 - 23:00 hs Es para ponerse a pensar y preocuparnos por lo que sucede en México y otros lugares con las víctimas de la fiebre porcina. Me pregunto: “¿Y luego, por qué nos están cayendo toda clase de imprevistos, y fuertes? En casi los demás países sus periódicos llevan, en primera plana y con letras grandes, la palabra “México”, para explicar a continuación cuántos enfermos hay de la gripe porcina, cuántos han muerto y a cuántos los han dado de alta porque esta nueva enfermedad es curable si se la atiende en sus primeras manifestaciones. Parece como si México hubiera sido elegido por la mala fortuna: drogas, fraudes, secuestradores, narcotraficantes, asesinos, policías ineptos, desempleados, negocios en ruina... y ahora la fiebre porcina. El mexicano hace la lista de nuestras desdichas y con terror se pregunta: “¿Y luego, qué?”. Sí, qué va a seguir después, porque no nos podemos acostumbrar a tanta mala suerte. Llevamos tapabocas, usamos nuestros propios cubiertos, no mandamos a los niños a la escuela y nos advierten que si el caso se agrava suspenderán el transporte público. Pienso en la Virgen de Guadalupe para que no lleguemos a eso, que intervenga. Se suspenderían muchos trabajos y el país quedaría paralizado. Hay mexicanos que viven en el Norte de la capital y trabajan en el Sur, pasan gran parte del día en el metro o autobús. No puede andar tantos kilómetros, no llegará a tiempo al trabajo, a no ser que se quede en la noche durmiendo en la puerta de la fábrica. Los turistas que llegan a su país después de haber pasado unas vacaciones en México son examinados minuciosamente por si llevan con ellos el contagio. Los turistas que planean venir, lo piensan dos veces. Ir o no ir. Y suele ganar la segunda opción, de modo que casi todo lo que hacía ganar a México está afectado por esa crisis de la salud. Nos pasamos pegados a la televisión para ver y oír algo nuevo. Siempre es lo mismo: tapabocas y paciencia, manos bien lavadas. El que quiere explicarse algo para comprender esta desgracia se dice que tantas cosas nuevas se han inventado, que algunas partículas de ésta se han escapado de su tubo de ensayo y se han unido a otras y con eso se ha causado este desastre que nos atormenta, porque el hombre, por muy poderoso que sea mentalmente, físicamente es débil y receptor involuntario de todos los males. ¡Que haya salud pronto! GABRIEL PAZ / Escritora. Correo electrónico: macachi809@hotmail.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones