Sábado, 20 de Abril 2024

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La nueva agenda para México

Por: EL INFORMADOR


Hace sólo dos años, al inicio de la administración de Felipe Calderón, las perspectivas de nuestro país eran totalmente distintas a las que vivimos hoy: la lucha contra el narcotráfico se ha transformado en una guerra, de tal dimensión que el propio Presidente la describió como un cáncer que nos invadió mucho más allá de lo que nos percatamos; al grado que es la mayor amenaza a las instituciones, que se debilitan ante el crecimiento de la impunidad y la corrupción. Los temas políticos dominados por el reto de legitimación que planteaba el movimiento de Andrés Manuel López Obrador se han transformado positivamente, por los acuerdos con otras fuerzas, sobre todo con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), para enfocarse en la lucha electoral de 2009 y el funcionamiento del Congreso de la Unión como espacio de acuerdos que generen reformas con valor político y económico.

Mientras, los temas económicos que entonces estaban dominados por una perspectiva de crecimiento sólido para los años 2009 y siguientes, con los incentivos de las reformas en energía y el complemento a los cambios fiscales preveían la construcción de una etapa de estabilidad, que súbitamente se ha transformado en un desafío de proporciones mayores, debido a la crisis financiera internacional, que en sólo unas semanas ha encarecido el financiamiento externo, bajando los ingresos de divisas del país y produciendo una devaluación de nuestra moneda.

En la política exterior, la elección en los Estados Unidos plantea un reto enorme con oportunidades sólo si sabemos aprovecharlas. Llamar la atención de forma propositiva y conveniente para nuestros vecinos, del nuevo presidente Barack Obama, es una tarea de la mayor importancia estratégica, lo que agrega presión a la Presidencia y la cancillería.

Por si los cambios de escenario fueran pocos, se agrega la muerte del secretario de Gobernación que significó un golpe político imprevisto, que suma complejidad a la situación política, generando presiones hacia el partido en el Gobierno y la propia administración que debe reconfigurar sus equipos de trabajo, y replantear sus estrategias políticas de cara al futuro inmediato.

Un escenario como éste requiere que la administración del Presidente Felipe Calderón replantee el orden de prioridades a atender, los objetivos y metas, como las estrategias para conseguirlos. La seguridad interior y la crisis económica se imponen como ejes de una política que debe abrir el paso para tener acuerdos de largo alcance con otras fuerzas políticas, dejando así de lado las prioridades electorales en 2009 y dejar éstas para la elección presidencial de 2012. Si éstas fueron las instrucciones para Fernando Gómez Mont, seguramente veremos avanzar las reformas en materia de seguridad y justicia, para llegar a la prueba que significa un proceso electoral más regulado en julio próximo, en el que debieran reducirse los usos indebidos del presupuesto en imagen, medios e intentos por manipular a la opinión pública, que por cierto parecen no cesar a nivel federal y local, en el que México sigue siendo un monumento al auto elogio de la administración sólo comparable a lo que se hace en países como Cuba.

El proceso electoral seguramente llevará al partido en el Gobierno a la segunda fuerza en la Cámara de Diputados, forzando a una profundización de los acuerdos que tiene con el PRI y sus dirigentes. Para centrarse en la seguridad interna se requiere también del apoyo del exterior, concretamente de los Estados Unidos, y para salir de la crisis económica es necesaria una política de respaldo a la planta productiva; en todos estos aspectos hay un riesgo enorme de romper con la responsabilidad y caer en el populismo, tan costoso de la pasada administración.

La actitud adusta del Presidente, el regaño a los foxistas en el discurso del domingo pasado, la designación de un amigo panista, más que un funcionario experimentado, muestran que la administración está asechada y requiere de mayor agilidad para responder a la nueva agenda: seguridad interior, crisis económica, replanteamiento de la alianza estratégica con Estados Unidos, y luego los temas electorales; equivocarse en el orden sería costoso para México y para el Presidente.

LUIS SALOMÓN / Doctor en Derecho.
Correo electrónico: lsalomon@iblerlinks.com.mx

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