La heterogénea población de Estados Unidos

Estados Unidos, la gran potencia mundial, es un fenómeno geopolítico de características únicas en la historia de la Humanidad, de tal modo que su proceso evolutivo ha sido rápido, por no decir vertiginoso, y esto con base en un aprovechamiento adecuado y pragmático de sus recursos naturales y humanos y a la forma en que se va constituyendo ese país, con el signo de un credo religioso sui géneris y su histórica expansión territorial, en cuyos territorios se reúnen los recursos de todo género, para convertirse en poco tiempo en la tierra prometida y por ende en una formidable potencia política, económica y cultural.

Pero, ese gran país, único entre la diversidad, alcanza su objetivo fundamental en el siglo XX, de tal modo que la crítica actual considera a dicha centuria como el siglo de Estados Unidos, porque simple y sencillamente, como consecuencia de las dos grandes guerras mundiales, la primera librada entre 1914 a 1918 y la segunda de 1939 a 1945, capta, refrenda y consolida su hegemonía política y económica, desplazando de ese modo la primacía que había ostentado el viejo continente europeo.

Además de lo anterior más bien debido a sus características geopolíticas y económicas citadas, y en especial por el clima de cierta libertad, estabilidad política y el credo democrático que con las bases constitutivas de ese país, desde mediados del siglo XIX se convirtió en polo de atracción migratoria en grandes proporciones, y esas corrientes de emigrados provenientes de todo el mundo, en donde abundaba la mano de obra calificada, dio un impulso muy importante al desarrollo económico y social de ese país, y además se fue conformando un modo de vida muy especial, el llamado “American way of life”.

Con todo ese formidable proceso migratorio, que en un momento determinado hubo que limitar, Estados Unidos, que ostenta todavía un gentilicio incierto, se convirtió, como dicen los sociólogos, en un enorme crisol de razas, de tal modo que la persistente corriente migratoria ha estado modelando los fenómenos demográficos y delineando nuevos paradigmas sociales. De acuerdo con datos derivados de los censos de población de ese país, se han detectado 63 combinaciones raciales en donde los parámetros culturales están constituyendo una simbiosis muy de acuerdo con los orígenes étnicos que la integran.

Hacemos hincapié en el fenómeno migratorio porque está comprobado por los demógrafos que es uno de los signos clave que está modelando la estructura de la población mundial. En el caso de Estados Unidos ya es un hecho porque así lo registran los datos censables más recientes y seguramente en el próximo censo de población, se detectará los incrementos estructurales de la población de ese país, que como decíamos es esencialmente híbrida, y en donde los llamados “latinos”, o sea los emigrantes de América Latina, acusan un incremento sustancial, ya sean legales o ilegales y en conjunto representan 12.5% de la población total de ese país que asciende actualmente a los 281.4 millones de individuos.
En ese arcoiris de razas que constituye el grueso de la población estadounidense, de la población total citada, unos 211 millones se consideran, digamos, de origen anglosajón, con la salvedad de que también ostenta muchas mezclas étnicas derivadas de las migraciones de los primeros tiempos.

Aquello de “¿adivina quién viene a cenar?”, ya quedó fuera de contexto y que estuvo de boga cuando el país era básicamente un asunto blanco y negro, pues aunque los negros representan 60.1% de la población, las posibles combinaciones raciales, son resultado de 126 permutaciones y si piensa en la ventaja competitiva es inherente al capital humano, entonces el cambio que ocurre actualmente con seguridad afectará su futuro más allá que un mero accesorio como la internet...

MANUEL LÓPEZ DE LA PARRA / Periodista.
Correo electrónico: loppra@economia.unam.mx