Viernes, 20 de Junio 2025

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Influenza humana

Por: EL INFORMADOR


No hay un solo espacio informativo libre del mal porcino. Ya no importan las ejecuciones, ni el narco, ni las finanzas; todo es un ir y venir en declaraciones que, por confusas producen más mal que el mismo virus. “No salgan de casa”,  declara el Presidente Calderón.

Y al final se desconoce el origen y condiciones que produjeron una nueva forma de cepa viral que está a punto de convertirse en pandemia.

Por más que nos avisen que no hay riesgo al comer productos porcinos, pues el virus se elimina a altas temperaturas, la reflexión va más allá; criamos millones de animales en condiciones de poca higiene y hacinamiento. Viven en bodegas, establos, sin ver la luz del Sol, alimentados de manera artificial que contiene incluso deshechos de otros animales, además de hormonas y antibióticos.

En México, las grandes empresas avícolas y porcícolas han proliferado ampliamente en las aguas (sucias) del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Un ejemplo es Granjas Carroll, en Veracruz, propiedad de Smithfield Foods, la mayor empresa de cría de cerdos y procesamiento de productos porcinos en el mundo, con filiales en Norteamérica, Europa y China. En su sede de Perote comenzó, hace algunas semanas, una virulenta epidemia de enfermedades respiratorias que afectó a 60% de la población de La Gloria. Desde hace años los habitantes llevan una dura lucha contra la contaminación de la empresa y han sufrido incluso represión de las autoridades por sus denuncias. Granjas Carroll declaró que no está relacionada ni es el origen de la actual epidemia, alegando que la población tenía una simple gripe “común”. Por las dudas, no hicieron análisis para saber exactamente de qué virus se trataba.

En contraste, las conclusiones de la Comisión Pew sobre producción animal industrial afirma que las condiciones de cría y confinamiento de la producción industrial, sobre todo en cerdos, crean un ambiente perfecto para la recombinación de virus de distintas cepas. Incluso menciona el peligro de recombinación de la gripe aviar y la porcina y cómo finalmente puede llegar a recombinar en virus que afecten y sean transmitidos entre humanos. Menciona también que por muchas vías, incluyendo la contaminación de aguas, puede llegar a localidades lejanas, sin aparente contacto directo.

Y luego viene la parte de los que se quedan sin ingresos a causa de los cierres masivos de lugares adonde se concentran grandes cantidades de gente. Comerciantes informales que viven al día. Y los grandes otros que lucran con la impotencia, las empresas biotecnológicas y farmacéuticas que monopolizan las vacunas y los antivirales que obtienen miles de millones de dólares de ganancia.

Mientras escribo este articulo, escucho al secretario de Salud Ángel Córdoba en una más de sus confusas declaraciones: “Que esto ya no se llama Influenza porcina, sino “Influenza humana”. Yo creo señor secretario que el nombre no tiene la más minima importancia que la que usted se está dando. El nombre no quita ni la enfermedad ni el miedo y mucho menos el desconcierto.

CARLOS CORVERA / Analista político.
Correo electrónico: Carloscorvera@me.com

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