| IVA a 10 por ciento Por: EL INFORMADOR 29 de abril de 2009 - 23:00 hs Economía y fisco En 1979, cuando se aprobó la Ley del Impuesto al Valor Agregado para darla a conocer durante un año y entrara en vigor en 1980, la exposición de motivos argumentaba que esta ley simplificaría la administración del impuesto, facilitaría su cumplimiento; que era más equitativa porque sólo incidía sobre el consumidor final, en tanto que la del Impuesto sobre Ingresos Mercantiles gravaba cada etapa del ciclo económico: producción, distribución, y consumo de los bienes; que al aplicarse en forma progresiva daba una tasa acumulada de 13.984%, por lo tanto al aplicar una tasa de sólo 10%, acreditable, se estaba reduciendo la carga tributaria. El tiempo nos dio la razón a quienes criticamos esa ley, sobre todo por la implementación de la Tasa Cero, la de 10% y la de 20% para artículos suntuarios, y el posterior aumento de la tasa general al 15% lo cual hizo más compleja e inequitativa la Ley del IVA. Inútiles han sido los esfuerzos, propuestas y ruegos de la iniciativa privada, hasta ahora, para que se vuelva a la tasa de 10% y al mismo tiempo se simplifique la ley haciéndola más equitativa y sencilla, suprimiendo las exenciones y eliminando las demás tasas. Benjamín Franklin dijo que: “En este mundo no hay nada seguro, con excepción de la muerte y los impuestos”. Los contribuyentes decimos que el actual sistema tributario nos está causando la muerte económica y en algunos casos la muerte física, de ahí que un elemento indispensable para la recuperación económica del país es la reestructuración y simplificación impositiva. Por otra parte, está demostrado científicamente por medio de la “Curva de Laffer” que a mayores tasas, menor recaudación. Los subsidios no llegan a quienes tienen que beneficiar y los artículos de consumo con Tasa Cero y exentos sólo complican la aplicación y vigilancia de la ley sin conseguir el objetivo de distribuir equitativamente la riqueza porque afectan más al pobre que al rico; porque el pobre gasta una mayor proporción de sus ingresos y eso convierte al Impuesto al Valor Agregado en regresivo. Ahora bien, si se reduce la tasa a 10% y se gravan alimentos y medicinas, se beneficia a este sector empresarial porque pueden trasladar el impuesto al consumidor final que es el único que lo soporta. Se obtendría una mayor recaudación porque es más fácil vigilar al no verse interrumpida la cadena de traslación y acreditamiento y, además, es menos apetecible para el que vende directamente al público en general. Esta medida tendría que complementarse con una reestructuración de toda la Ley del IVA, al mismo tiempo que debe hacerse llegar a los pobres el Seguro Popular y el subsidio a la canasta básica. Lo que se requiere en definitiva es reducir las tasas de los actuales impuestos, simplificarlos y quitarles los defectos. Debe diseñarse un sistema que sea simple, pero no simplista, que incentive y fomente la inversión, y el empleo. LUIS JORGE CÁRDENAS DÍAZ/ Contador Público Certificado. Correo electrónico: luisjcardenas2@hotmail.com Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones