| Honrar a los padres Por: EL INFORMADOR 6 de agosto de 2008 - 23:00 hs El joven Luis viajaba sin preocupación y abierto a todo, caminaba tranquilamente por la calle peatonal cuando se topó con una tienda de antigüedades, la curiosidad lo llevó frente a una pequeña estatua de Buda, preguntó su precio al anciano que atendía el negocio. “Vale mucho más de lo que te imaginas”, contestó en tono alegre y provocativo. —¿Y por qué ha de valer tanto una pequeña pieza? “Pues tiene un valor histórico, es del siglo XVIII”, aseveró con firmeza. “Lo más interesante es que en la base tiene un pequeño hueco en donde se encuentra escondida una pequeña tela con gran enseñanza, que todo aspirante a la perfección debe saber”. El viajero, atrapado por la seducción y lleno de gran curiosidad, lanzó su petición: —¿Y se puede saber la enseñanza sin necesidad de comprar la pieza? “Claro que sí, este conocimiento es gratuito, especialmente para el que lo quiere recibir, y parece que a ti te toca escucharlo hoy”. “Pues los antiguos maestros confirmaban que todo hombre debe saber tres cosas, de las cuales dependen todas las demás. La primera dice que ante todo debemos amar a Dios por sobre todas las cosas, la segunda honrar a los padres y la tercera no dañar nunca a quien se encuentre frente de ti. Si cumples esto en la primera etapa de tu vida, sabrás hacer lo mismo en la siguiente, seguirás amando a Dios por sobre todas las cosas, honrarás además a tus hijos y no dejarás que te dañen los demás”. El joven, sorprendido por tanta sabiduría, afirmó con gratitud que nunca se hubiera esperado tal encuentro con la sabiduría a raíz de su curiosidad. El viejo lo miró a los ojos fijamente y le dijo: “Éste era tu destino el día de hoy. Es tu oportunidad de guardar en tu corazón lo que hoy aprendiste, y practicarlo los próximos años de tu vida. Y sobre todo compartir esta enseñanza con los demás”. Y continuó: “Hoy los hijos no saben valorar el esfuerzo que hacen sus padres para darles todo lo que tienen. Incluso llegan a insultarlos y faltarles el respeto. A veces hasta exigir, en vez de ser agradecidos”. La tarea de ser padre es muy difícil, especialmente cuando se hace con suma responsabilidad. Pues no se trata de dar, sino de estar; no es cuestión de formar, sino de educar; no basta con proveer, sino de ayudar a crecer. Y eso sólo se puede realizar estando en compañía y estrecha relación. Cuando un hijo lo tiene, lo debe agradecer a Dios y honrar a sus padres, haciendo lo mismo con los demás, particularmente con los hijos en un futuro. Trata de honrar a tus padres, para honrar también a tus hijos. GUILLERMO DELLAMARY / Filósofo y psicólogo. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones