Guardias blancas

En días pasados el siempre polémico empresario de abolengo y político regiomontano Mauricio Fernández Garza rindió protesta como alcalde de San Pedro Garza García donde de manera firme se comprometió a combatir la inseguridad en su municipio. Incluso dijo que se tomará atribuciones que no tiene porque va agarrar al toro por los cuernos en el combate contra las drogas.

Este alcalde fue más allá, ya que en su discurso comentó que fue amenazado hace unos días y que un delincuente a quien se refirió como “El Negro” Saldaña amaneció muerto en el Distrito Federal.

Mauricio Fernández Garza se ha desempeñado como presidente municipal de San Pedro Garza García de 1989 a 1991, Senador por Nuevo León de 1994 a 2000 y en 2003 ganó la candidatura del PAN a gobernador, sin embargo perdió las elecciones frente al candidato del PRI, José Natividad González Parás.

Esta semana, en declaraciones mucho más mesuradas después de haber sido interrogado por la PGR y de platicar en privado con el Presidente Calderón y el dirigente nacional del PAN César Nava, el presidente municipal sampetrino, se comprometió a “blindar” a su municipio de la inseguridad y el narcotráfico, pero siempre “en el marco legal”, comentó que la defensa que hará de su municipio se llevará a cabo “con pleno respeto al orden institucional”.

La creación de grupos paramilitares o guardias blancas no es algo nuevo ni exclusivo de nuestro país, la excusa para conformar y financiar estos grupos es la ineficacia legal y operacional para detener, procesar y castigar a los delincuentes; por lo tanto, en esta lógica, es mejor utilizar métodos más eficaces, evitar los procesos judiciales ajusticiando a quien se considera es un delincuente. En Brasil llegaron a asesinar niños en situación de calle.

Hice un reportaje sobre el tema del paramilitarismo y grupos vigilantes para mi programa de TV “Seguridad Total” en Proyecto 40 (martes a las 23:30 hrs), entrevisté al ex fiscal general de Colombia y embajador en México Luis Camilo Osorio quién comentó que “el propio Estado, consideró conveniente autorizar jurídicamente, grupos de autodefensa que pudieran establecer comunicaciones, que pudieran portar armas, etc., para contribuir a esa seguridad, ello derivó en un elemento inmanejable, que fue un dolor de cabeza, mejor dicho, una situación gravísima para el país, tan grave como la misma violencia generada por la propia guerrilla o por los grupos de criminalidad organizada, ¿por qué razón?, porque el monopolio de las armas del Estado no debe de cederse a favor de nadie, el único que tiene la capacidad de respuesta por la fuerza es el Estado y nadie más...
ANA MARÍA SALAZAR / Analista político.
Correo electrónico: anamaria@anamariasalazar.com