Viernes, 25 de Abril 2025

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Guadalajara con enfermedad crónica, errores y visión cero

Por: EL INFORMADOR

Nuestra metrópoli está enferma crónicamente en su universo urbano, todo esto redunda en reducción de calidad de vida para los tapatíos, ahora estamos sufriendo las consecuencias con inundaciones, falta de movilidad urbana, además una metástasis en su crecimiento desordenado.

Esto se hizo patente desde principios del siglo pasado, falta de visión de los tapatíos con acciones de depredación urbana. Una acción lamentable fue el tratamiento que dieron al Río San Juan de Dios, en lugar de convertirlo en río limpio construyendo dos colectores en sus márgenes para resolver el problema de aguas negras, podría haber sido verdadero atractivo turístico y elemento urbano ejemplar, como lo han hecho en ciudades europeas; sin embargo lo convirtieron en una cloaca.

Después la desaparición del Parque Agua Azul y el lago que servía de esparcimiento a las familias. El diseño de la red de colectores, el criterio con que se construyó fue ineficiente, con falta de capacidad y visión, esa red de colectores debió haber separado aguas negras de aguas pluviales, recuerden que a el agua nadie la hace “pentonta”, vuelve a su cauce con mayor caudal, antes había áreas de absorción, ahora se desliza por el pavimento; por eso sufrimos inundaciones a diario y lo peor, en los nuevos desarrollos, lo que es imperdonable, para desarrolladores como autoridades.
Otro error fue el tratamiento del Arroyo de la Campana que divide Guadalajara y Zapopan, que pasa debajo de Plaza Patria, donde cada año el agua demuestra su fuerza inundando el área (por falta de capacidad del sistema).

El periférico es insuficiente y mal planeado, hace 40 años, cuando no existía el periférico, se propuso al gobernador Medina Ascencio, que se construyera el periférico con un cinturón verde alrededor de la metrópoli de un ancho de 3 kilómetros, cuando la tierra valía muy poco y no había como hoy los voraces especuladores, pero se hizo caso omiso.

Hoy en día realizan acciones para resolver problemas viales en ciertos puntos, donde ya el problema explotó fuertemente, pero no se sabe cómo van a funcionar esos nodos viales en los próximos 20 años.

También se propuso que se adquiriera una reserva urbana para provocar el crecimiento ordenado, evitando asentamientos irregulares causados por ese cáncer que son los ejidos urbanos, herencia de nuestra “heroica” revolución y reforma agraria, a todo esto se suma la concatenación de corrupción e irresponsabilidad de algunas autoridades y falta de participación de la comunidad.

Otra gran omisión es la falta de planificación integral del Estado, donde la regionalización nunca se tomó en cuenta, excepto con algunos esfuerzos últimamente que han sido infructuosos.

Esto demuestra la visión corta e irresponsable que hemos tenido, todos somos culpables, comunidad y autoridades, en la ejecución de planeación equilibrada del crecimiento urbano de nuestra metrópoli. Las consecuencias de esto nos obligan a que autoridades y toda la comunidad, realicen acciones estratégicas para disminuir el impacto negativo en Guadalajara, en la calidad de vida de sus habitantes, el actualizarlo podrá llevarse una o dos generaciones.

José Manuel Gómez Vázquez Aldana/Arquitecto Urbanista.
Correo electrónico: primerojal@starmedia.com

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