Frivolidades

Quizá a mis pacientes y amables lectores les parezca un tanto frívolo, insustancial y hasta baladí, lo que en este artículo van a leer pero si lo escribo es para que se olviden siquiera un poco de lo que está sucediendo en nuestro país a nivel nacional y en nuestro estado y ciudad a nivel local.

Todas las mañanas de un día si y otro también, al leer el periódico El Informador me entero que siguen las muertes de jóvenes, que sicarios continúan ejecutando a muchachos, sobre todo a quienes se están rehabilitando del consumo de drogas, que ya no son 10 o 50 los  muertos sino cientos y cientos, sobre   todo en el norte del país y que a Ciudad Juárez, Chihuahua, ya la consideran por ello la ciudad “más peligrosa del mundo y que de no poner remedio además de  Nayarit (Tepic), Sinaloa (Culiacán), Michoacán (Morelia) y  Sonora (Hermosillo) seguirá el estado de Jalisco sobre todo Zapopan.

Los fines de semana o los días festivo, para relajarnos un poco de la tensión que produce la contaminada ciudad y el trajín del trabajo, mi familia en compañía de amistades nos vamos a disfrutar de la cabaña de troncos que en medio del bosque tenemos en Tapalpa, con lo que veo o escucho lo tomo de tema para escribir esta columna y lo siguiente es parte de ello, el ultimo domingo al estar con la familia en “La Tierra de colores” una de mis nietas de 8 años y sus  amigas corrían en el bosque y de pronto vi que se estaba subiendo a uno de los pinos por lo cual le dije: te vas a caer, bájate pero no hiso caso, siguió   arriba del pino, que te vas a caer, y si lo haces ¿qué hago? ¡Me juntas! Fue la respuesta ¿y si chillas? Es que  me está doliendo y así seguimos disfrutando  de la vida en una mañana en el bosque.

En lo alto de uno de los pinos más  frondosos,  a  los  chicos   y  sus   amigos   les   hice   una  pequeña  casa   de   tablas  pues  querían  un  “club”   no  se   querían  bajar   ni  a  comer,  les   subíamos   con  una  cuerda   y  canasta  y  ahí  se  entretenían  mientras   los   mayores   seguíamos   en  la  plática   disfrutando  d e  una  panela  y  el  ponche  d e granada,  pero   en  un  momento  dado   una  de  mis   ahijadas   le  gritó  a  mi  compadre   “papá   bájame,  ya   me   anda”   pero   siguió  la  platica  y  los   niños   en  el  club;   papá   ándale  que  ya  miando  miando,   y   mi  compadre   con  toda   calma   va  a   bajar   a   su  hija   pero   ella  otra  vez  en  el  juego   ¡”ya pa’ que”!   Ya  ni  vengas.

Continua   la  charla   relajante   y  al   comentar   que   en  nuestra   ciudad   ya   es   difícil  salir   al  llegar  la  noche  les   platico  a  mis   amigos  lo  que   he  escuchado   en  España  y  al  saber   eso  “téntelo   en  tu  casa  y  no  te  lo   mal   enfríes”   me  dijeron   y  que   en  las   bodas   ahora  s e   dice:   ahora   si   ya  casados   “hasta   que   la   suegra   los  separe”    y  aquí  seguimos   disfrutando   d e  la  naturaleza   y   olvidándonos   de   estos   tiempos   difíciles   que  estamos   viviendo.